Del calvario a la ilusión 838 días después
Fran Rico vuelve a jugar como titular un partido 28 meses después de su lesión sufrida con el Eibar y culmina así un proceso por el que pocos daban un euro hace solo medio año
Volver a sentirse futbolista, jugar más de la mitad de un partido y salir ovacionado por compañeros y afición. El sueño de Fran Rico se hizo realidad, muy a pesar de que hace ahora 28 meses no viera ninguna luz al final de un túnel que se ha hecho largo pero tras el que ha dado cabida a la ilusión.
El de Portonovo ya había lanzado el 'guante' a Diego Martínez en la celebración en la Fuente de las Batallas para pedir "ayuda" y que Diego Martínez lo alineara en el partido ante el Alcorcón. El entrenador gallego lo confirmó el viernes aunque no sabía ni el tiempo ni cuánto.
La explicación la dio después del partido el entrenador del Granada CF, pues era Fran Rico el que marcaba los tiempos y las pautas para seguir o no sobre el terreno de juego, algo que concluyó poco después de haber comenzado la segunda parte.
El cambio, que podía haber sido perfectamente en el descanso, se guardó para después con la intención de que Rico se llevara una merecida ovación por su esfuerzo, su entrega, compromiso y ganas de volver a ver la luz, lo que ha logrado 838 días después.
El club además quiso darle mucho más empaque al regreso del capitán rojiblanco, brindándole la ocasión de dar él la convocatoria de futbolistas en la que él volvía a entrar.
Después recibió la calurosa ovación y afirmó en zona mixta que es una "satisfacción enorme", pues la experiencia de volver la ha "disfrutado muchísimo". "Teníamos ganas de que llegase este día", dijo Rico al tiempo que agradeció a todo el servicio médico del Granada CF el trabajo realizado.
"Hemos sido muy regulares, las sensaciones son inmejorables, lo ideal hubiera sido lograr el ascenso contra el Cádiz en casa, pues se había volcado toda la ciudad, pero despedimos con una victoria y para mi ha sido una temporada muy buena a pesar de jugar solo un partido", añadió para concluir en el día que no olvidará jamás.