Granada ejecuta la orden para desalojar y sellar las cuevas
Agentes de la Policía Local han actuado sobre media docena de ellas, en cuyo dispositivo ha sido detenida una persona por una presunta agresión a un agente
Agentes de la Policía Local de Granada, con la colaboración de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, han procedido en la mañana de este jueves al desalojo y escoltar posteriormente a las máquinas que han sellado con arena de media docena de cuevas en el cerro de San Miguel.
El dispositivo ha comenzado en torno a las 07.00 horas en la zona, con medio centenar de agentes que han procedido a acordonar de forma minuciosa cualquier acceso hacia las cuevas, impidiendo el paso a todo transeúnte e incluso a los periodistas desplazados hasta el lugar de los hechos.
Según han informado fuentes policiales, tras recibir varias órdenes judiciales de varios juzgados de lo Contencioso Administrativo, los agentes han iniciado el operativo con el desalojo de media docena de cuevas, en cuya operación ha sido detenida una persona por una presunta agresión contra un agente y se han trasladado a otras dos a dependencias policiales para proceder a su identificación.
No obstante, tanto desde la propia Policía Local como desde el Ayuntamiento de Granada han destacado que el amplio operativo se ha desarrollado sin incidentes destacables.
La edil de Urbanismo, Isabel Nieto, ha explicado que el municipio ha podido cumplir con "una necesidad" que tenía en la ciudad desde hacía tiempo y que "preocupaba" a los funcionarios responsables del servicio de conservación de las cuevas, de las que ha recordado que estaban declaradas en "ruina inminente".
De hecho ha dicho que si hubiera ocurrido alguna desgracia se les "podía pedir responsabilidades" y que una de las ocho cuevas está hundida: "Se intentó hacer una vez de una forma y como no se consiguió se solicitó autorización judicial".
El consistorio, ha añadido, ha procedido a hacer el proyecto que quedó aprobado por la delegación de Cultura y la Junta de Gobierno local del municipio, que iba más allá de instalar solo una puerta.
En esta ocasión se han llenado de tierra para "recuperar la fisonomía de la ladera tal y como estaba antes", tras lo que se hará un proceso de hidrosiembra, que consiste en regar la zona para que las semillas que existen en la arena generen una cubierta vegetal que vaya naciendo expontáneamente y que "sirva de contención para el arrastre de tierras".
"En ningún caso son casas cueva, este otro modelo está protegido, pero en San Miguel no son viviendas, son agujeros que se han hecho artificialmente y no tienen ni luz, ni agua ni saneamiento", ha dicho Nieto, que ha calificado de ser un "sitio que entraña peligro para las personas".
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