martes 16 abril
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Diez miradores para enamorarse de Granada a primera vista

Situados en diferentes puntos de la capital, ofrecen vistas únicas de la ciudad a cualquier hora del día

El mirador de San Nicolás es mundialmente conocido. Foto: Álex Cámara

Granada es una ciudad que enamora a primera vista. Miles de turistas visitan la ciudad cada año, quedando prendados de los paisajes que ofrece, algo a lo que no se resisten tampoco sus propios habitantes.

La mejor forma de disfrutar de estas estampas es a través de alguno de los numerosos miradores que se encuentran repartidos por distintos puntos de Granada. En cada uno de ellos se puede disfrutar de una imagen única, plagada de elementos durante el día y convertida en un mar de luces e historias por la noche.

El más popular de todos es el mirador de San Nicolás. Con una fama ganada a pulso, reúne a diario a un gran número de personas, que disfrutan de la proximidad y una imagen frontal de la Alhambra, así como de un ambiente prácticamente único en la ciudad.

Situado en el corazón del Albaicín, junto a la que fue una de las antiguas mezquitas de la ciudad musulmana, es el rincón romántico por excelencia, y ofrece una panorámica completa de la Alhambra, Sierra Nevada, la ciudad y la Vega de Granada. Este punto ha enamorado a personalidades de todo el mundo, como el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, que llegó a vislumbrar desde este lugar la que definió como “la puesta de sol más hermosa del mundo”.

El mirador de San Miguel alto también recibe miles de visitas. Foto: Álex Cámara

Tras este, entre los más visitados está el de San Miguel Alto. Se trata del mirador más elevado de Granada y desde él se contempla una vista de la ciudad, del Albaicín y sus murallas, de la Alhambra y Sierra Nevada, así como toda la cornisa Sur del Área Metropolitana.

Se encuentra situado ante la Ermita de San Miguel Alto, lugar al que los vecinos del Albaicín peregrinan en romería cada 29 de septiembre para sacar en procesión una imagen del Arcángel San Miguel.

En los últimos años ha ido ganando en popularidad, especialmente entre los granadinos, el mirador de Carvajales. Se encuentra prácticamente escondido en la Placeta de los Carvajales, en la parte baja del Albaicín y muy cerca de las calles Calderería y sus teterías. Por ello ofrece un entorno con más privacidad.

Desde esta zona se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la Alhambra y el Generalife en contrapicado, al encontrarse más bajo que otros miradores cercanos. Es especialmente recomendable visitarlo al atardecer, cuando es habitual encontrar un ambiente más festivo con gente tocando música.

También en el Albaicín se encuentra el mirador de Santa Isabel la Real. Este se encuentra situado en una plaza de reciente construcción junto al monasterio homónimo y ofrece unas vistas similares al cercano mirador de San Nicolás, pero permite apreciar mejor los volúmenes de la Alcazaba de la Alhambra y una mayor perspectiva de Sierra Nevada.

Se encuentra elevado sobre las calles adyacentes, por lo que este balcón supone un refugio tranquilo y silencioso. La plaza está dotada con fuentes, asientos y suelo de empedrado granadino para convertirse en el lugar ideal para pasar una tarde en cualquier época del año.

Las vistas que permiten contemplar Granada desde el Barranco del Abogado. Foto: Álex Cámara

Diferentes vistas ofrece el mirador del Barranco del Abogado. Situado en el entorno de la Alhambra, permite divisar en su totalidad la ciudad y parte de la Vega. Durante el día la panorámica es única, cargada de elementos y zonas reconocibles, mientras que por la noche se convierte en un océano de luces que brillan para dar esplendor a Granada.

Por su ubicación, es perfecto para disfrutar de un descanso tras visitar el conjunto monumental. Ubicado en un lugar alto y despejado, la imagen que ofrece es una de las más bellas en toda la capital.

Mucho menos conocido es el mirador de la Churra. Se trata de una de las joyas ocultas de Granada, a escasos minutos de Plaza Nueva. Pequeño y tranquilo, permite ver el Albaicín como pocos sitios de la ciudad.

Si bien podría parecer una mala decisión darle la espalda a la Alhambra, desde este punto se puede incluso vislumbrar a la gente en el mirador de San Nicolás si el día acompaña. La panorámica de la capital, coronada por la Catedral, es prácticamente inigualable.

Mirador de San Cristóbal en el Albaicín. Foto: Álex Cámara

Unas vistas más elevadas ofrece el mirador de San Cristóbal, situado en la parte alta del Albaicín, junto a la iglesia con la que comparte nombre. Desde aquí se puede disfrutar de unas vistas magníficas de la Alhambra, Sierra Nevada y la ciudad de Granada.

Al encontrarse a tanta altura, desde este punto se puede contemplar parte del propio barrio del Albaicín, incluido un gran lienzo de la antigua muralla zirí.

En la parte baja de este barrio se encuentra el mirador Ojo de Granada. Ubicado en la calle Cruz de Quirós, muestra como pocos sitios una fusión de edificios antiguos y modernos que describe a la perfección la ciudad.

Entre las vistas que muestra se incluyen la Catedral y el Monasterio de San Jerónimo, así como calles reconocibles como la Avenida de la Constitución.

Otro punto poco conocido es el Cenador de Cartuja, también llamado mirador del torreón. Si bien ahora mismo no está accesible por las obras en el Albercón del Moro, durante muchos años ha ofrecido una estampa de Granada inimaginable.

Gracias a su altitud ofrece vistas de toda la ciudad, sus monumentos y la Vega. Es especialmente recomendable de noche, cuando las luces se convierten en pequeños puntos amarillos que delinean uno a uno un lienzo único en toda la ciudad.

Finalmente, bajo propiedad de la UGR se encuentra el Carmen de la Victoria, un edificio que actualmente sirve como residencia de invitados. Sin embargo, en su interior esconde uno de los mejores miradores con vistas a la Alhambra.

Tras una zona ajardinada repleta de setos, árboles frutales y fuentes, ofrece una visión auténtica del monumento nazarí, así como del barrio del Albaicín, difícil de igualar en toda la ciudad.

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Comentarios (2)

  1. Manuel dice:

    Hay que potenciar una ruta de miradores. Lo peor es que cada vez se ve menos Vega y más contaminación algo que resta belleza a estas privilegiadas vistas que tenemos en Granada.

  2. Luis Alberto dice:

    Para vistas inigualables ver un ocaso en la cima del veleta en pleno invierno una noche despejada y dormir en el refugio de la carihuela.

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