jueves 25 abril
LA CRÓNICA   |   |

Distinta película, mismo guión

El Granada CF se muestra incapaz de superar a un Eibar con diez y, cuando trata de ir a por el partido, se queda en la orilla

Los jugadores del Eibar celebran el segundo tanto ya en el tiempo de descuento. Foto: Álex Cámara

Los jugadores del Eibar celebran el segundo tanto ya en el tiempo de descuento. Foto: Álex Cámara

FICHA DEL PARTIDO
Granada CF: Ochoa; Tito, Vezo, Uche (Alberto Bueno, 45'), Gastón Silva; Samper, Pereira, Boga, Atzili (Carcela, 64'), Tabanou (Kravets, 45'); y Ponce.
SD Eibar: Riesgo, Gálvez, Capa, Jota (Yoel, 33'), Peña, Dani García, Fran Rico, Quique (Escalante, 45'), Luna, Lejeune y Pedro León (Sergi Enrich, 56').
Árbitro: Trujillo Suárez (tinerfeño). Expulsó con roja directa a Asier Riesgo (32'). Amonestó a Vezo y a Pereira.
Goles: 0-1, Pedro León (42'). 1-1, Kravets (75'). 1-2, Sergi Enrich (93').
Incidencias: Encuentro disputado en el Estadio de Los Cármenes ante 15.883 espectadores.

La diferencia que hay entre conseguir un punto y no hacerlo puede depender de cómo se encuentren los futbolistas de cada equipo en las rectas finales de los partidos. Si la concentración es máxima o, por el contrario, se dejan situaciones al azar o a los errores del rival. Es lo que el sucedió al Granada CF ante el Eibar, que no supo atar un contragolpe en el último suspiro del partido y así dejó escapar un empate que, sin embargo, no hubiera paliado las carencias que aún tiene el equipo de Paco Jémez.

Hasta cinco jugadores respecto al partido ante Las Palmas cambió el entrenador cordobés para afrontar el choque de la tercera jornada y lo hizo en posiciones clave con la intención de mejorar considerablemente lo sucedido en Gran Canaria. De este modo, Vezo ocupó el centro de la defensa junto a Gastón Silva; Tabanou debutó en la banda izquierda; Uche pasó al centro del campo  y Omer Atzili jugó en el carril izquierdo. Sin embargo, desde el inicio, nada salió como al equipo granadinista le gustaría jugar.

El Eibar comenzó a desplegar su juego desde bien temprano, hasta el punto de que Kike puso en sobreaviso al guardameta Ochoa a los siete minutos después de un balón centrado por Fran Rico desde la izquierda. El Granada CF sin embargo, lejos de reaccionar ante las acometidas de los armeros, no encontró su sitio en el campo, principalmente por la incapacidad del centro del campo de equilibrar la balanza. A base de faltas, los de Mendilibar consiguieron frenar las pocas llegadas del ataque granadinista a la portería defenida por Asier Riesgo hasta el minuto 32.

Precisamente fue en la jugada en la que el Granada CF demostró más soltura en el ataque, con una galopada de Ponce, cuando el partido iba a cambiar en cuanto a los números. Entonces el argentino trató de regatear al meta visitante en el semicírculo de su área y cometió falta que el colegiado tinerfeño Trujillo Suárez, no sin dudas, interpretó como roja directa, lo que marcó el devenir del partido sobre todo para los intereses de los eibarreses. El choque, desequilibrado en el número de efectivos en el campo, se decantó poco a poco hacia un Granada CF que, sin tener controlado el partido, empezó a avisar con un remate de Andreas Pereira con la derecha desde fuera del área.

Pero cuando parecía que los dos equipos se marcharían al descanso con el empate a cero, Pedro León quiso medir la capacidad de Ochoa desde lejos, quizás buscando más un balón rechazado que lo que realmente le salió: un bote a dos metros del guardameta mexicano que se coló por encima de su cabeza y dejando la portería vendida. El 0-1 supuso no solo un jarro de agua fría, sino la constatación de que el Granada CF estaba haciendo poco por llevarse el partido.

De menos a más y otro golpe al final

La entrada de Alberto Bueno y Kravets sirvió para juntar más efectivos en la causa atacante del Granada CF y tras el descanso la idea no le salió mal del todo a Jémez, que vio cómo el madrileño entró muy inspirado hasta el punto de que estuvo cerca de conseguir el empate a los doce minutos. Un buen balón de Atzili desde la banda fue rematado por el delantero, que se encontró con la oposición de Yoel, quien se encontró la pelota casi sin esperarlo.

La segunda gran llegada del equipo granadinista se produjo doce minutos después. En este caso fue Artem Kravets el que tuvo la ocasión de equilibrar el marcador con un remate de cabeza desde el centro del área y que, en esta ocasión se marchó alta, aunque había hueco para que hubiera entrado. En medio, Gálvez tuvo la opción de hacer el segundo en un remate de cabeza tras balón parado, pero Ochoa salió a resarcirse de su error del primer tiempo y tuvo dos espléndidas paradas en la misma jugada. La segunda de ellas de Lejeune.

El Granada CF fue poco a poco ganando terreno al Eibar, pero la muralla planteada por Mendilibar no dejó ni huecos, ni espacios, ni apenas oportunidades para probar suerte. Centros sin rematadores y ocasiones sin culminar dejaron a los de Jémez entregados en ataque sin terminar de llevarse el choque a su terreno: el de meter miedo al rival. Fue sin embargo el conjunto armero el que puso el susto en la grada después de dos fallos. En el contragolpe de Escalante, primero Boga y después Samper no consiguieron despejar la pelota, que cayó a Sergi Enrich para no perdonar ante Ochoa en la que es la primera derrota de la temporada.

Quedarán más días como este en Los Cármenes y lejos de él, pero ninguno que deje una sensación de que el Granada CF pudo hacer más por los tres puntos y, cuando lo hizo, ya era demasiado tarde. Han cambiado los actores principales, el título de la película era otro, pero el guión no es desconocido en Los Cármenes: otra vez e equipo se quedó en la orilla cuando se puso a nadar.

Número Cuaderno Rojiblanco 01

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