El 70% de las ventas del comercio local en Granada son servicios a domicilio
Las tiendas de alimentación, de las pocas que pueden abrir estos días, se convierten en un punto de referencia con la crisis del coronavirus · Cada vez son más los clientes que encargan sus pedidos por teléfono antes de acudir al establecimiento
Casi un 70% de las ventas de los establecimientos de Granada que estos días mantienen sus puertas abiertas, fundamentalmente en alimentación, son servicios a domicilio. Los clientes han encontrado en el comercio de barrio y cercanía el punto de confianza que son para la adquisición de sus productos.
Mercagranada destaca en un comunicado que las tiendas de cercanía que diariamente se abastecen de esta planta alimenticia han comprobado cómo los hábitos de compra de sus clientes han variado y no han tardado en reaccionar y realizar todo tipo de esfuerzos.
Además del reparto a domicilio, algunos establecimientos se han unido para completar la cesta de la compra: pan, pescado, carne, fruta y verdura en un solo pedido. Bien con personal propio o buscando alianzas con empresas de reparto para ampliar su zona de venta y que, de ese modo, quien lo desee reciba en casa todos los alimentos necesarios para pasar estos días.
Los establecimientos han ido tomando medidas por la crisis del coronavirus, no solo a nivel sanitario como el uso de mascarillas y guantes o la colocación de mamparas separadoras, sino la señalización en el suelo de sus establecimientos de las distancias de seguridad que deben mantenerse.
Tratar de que todo sea más fácil y seguro, especialmente a la hora de realizar los pedidos. Cada día es más usual que animen a sus clientes a llamar por teléfono o enviarlos con mensajes de WhatsApp. De este modo el tiempo de estancia en los comercios es el más breve posible y todo está preparado para que tan sólo tengan que recogerlos.
La forma de comprar ya no es la misma. Al comienzo del confinamiento, la gente se lanzó a los supermercados y tiendas para aprovisionarse de alimentos y productos. Sin embargo, ahora el ritmo se ha relajado y se acude menos veces, pero se aprovecha la visita para comprar más cantidad.
Los hábitos de compra están cambiando y es el momento de reinventarse. Evitar contagios pidiendo que los pagos no se realicen en efectivo y animando a usar la tarjeta o fomentando medios como “bizum” que se ha convertido en una vía usual de uso de los clientes.
En definitiva, las tiendas de barrio dan muestra de su capacidad de adaptación y atención personalizada, al ofrecer cada día más servicios.
