El año en que el Granada CF cambió de propiedad
El club rojiblanco cierra 2016 con malas sensaciones por la situación del primer equipo después de que en junio pasase a tener nuevos gestores
Momento del acuerdo entre Jonh Jiang y Gino Pozzo, tras la venta del club. Foto: Granada CF
El Granada CF cierra 2016 con un sabor agrio en lo deportivo, principalmente por las sensaciones que el equipo rojiblanco deja en su primera plantilla por la situación en Primera División en el último trimestre.
Antes, el equipo granadinista arrancó el ejercicio con la ilusión de mantenerse por quinta temporada consecutiva en la máxima categoría nacional.
Bajo el mandato de Gino Pozzo y la presidencia de Quique Pina, la entidad rojiblanca tuvo que reconducir el mal comienzo también la pasada campaña con un nuevo cese de entrenador que se materializó en la destitución de José Ramón Sandoval y el fichaje de José González.
El cambio una vez más surtió efecto y el Granada CF se salvó en los primeros días de mayo en Sevilla con una goleada histórica que permitiría al equipo jugar con menos presión y ansiedad el último partido ante el FC Barcelona, que a su vez se jugó la Liga en Los Cármenes.
Pero más allá de lo deportivo, si por algo ha sido noticia este año el Granada CF ha sido por la venta a una nueva propiedad. El club pasó de manos italianas a asiáticas con la llegada de Jonh Jiang y el grupo de Mediabase, que desde el pasado junio han tratado de imprimir otra forma de hacer las cosas en la entidad deportiva.
El fichaje de Jémez, nuevo director deportivo, nueva estructura organizativa y sobre todo nuevas pretensiones. Fue la primera vez que se habló abiertamente de situar a medio plazo al Granada CF en Europa, pese a que el objetivo de este año era la permanencia.
Los resultados no han acompañado en la primera fase del campeonato hasta el punto de que el entrenador fue destituido en la jornada sexta tras una fractura irresoluble con la dirección del club y Lucas Alcaraz volvió a llegar para tratar de salvar al equipo.
Será el año que termina el que despeje muchas incógnitas que quedan en el aire antes de que los granadinistas se tomen las uvas esta Nochevieja.
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