El cabezazo de un estadio entero
Alejandro Pozo rescata con su testa al Granada CF de un partido enmarañado y muy igualado, en el que a los de Diego Martínez les costó un mundo llegar con nitidez
Pozo celebra el gol que ha supuesto la victoria ante el Almería. Foto: Álex Cámara
El Granada CF ha cosechado una valiosa y trabajada victoria ante el Almería en un encuentro en el que Pozo rescató al equipo con su cabeza y un remate que casi empujó todo el estadio, por el ansia y las ganas para alzar a lo más alto de la tabla momentáneamente a los rojiblancos.
Diego Martínez planteó una alineación en la que introdujo tres cambios, uno por obligación y dos por 'devoción'. El técnico apostó por Quini para sustituir a Víctor Díaz como era de esperar, pero sorprendió dando minutos desde inicio a Fede Vico por Pozo y a Rodri por Adrián Ramos.
Fue el equipo visitante no obstante el que comenzó avisando a un Granada CF renovado en las tres parcelas del campo, a raíz de un saque de esquina que se fue fuera tras un remate de cabeza de Juan Carlos. Este primer intento fue respondido por los rojiblancos con dos buenas combinaciones. Primero fueron Vadillo y Vico los que intentaron penetrar por la derecha y luego Vico, Puertas y Álex Martínez, aunque la jugada intensa acabó en la línea de fondo.
Los de Diego Martínez siguieron intentándolo en el arranque con un gran balón largo de Quini a Vadillo. El gaditano la controló e inició la cabalgada hasta plantarse sólo ante el meta René, al que trató de batir de tiro cruzado sin conseguirlo, aunque rozando el palo derecho del meta almeriense.
Tuvo hasta cuatro saques de esquina el Granada CF en el primer tiempo, si bien sólo en uno de ellos pudo generar verdadero peligro tras un buen cabezazo de Germán a raíz del centro de Montoro. En los otros tres la falta de precisión fue la nota predominante.
Superada la media hora de partido el Granada CF se dio cuenta todo lo que le iba a costar si quería abrir la lata, sobre todo porque el Almería apenas perdía el sitio y porque pese a las combinaciones rápidas y de velocidad, protagonizadas por el tridente Puertas, Vadillo y Vico, quedaba aún por definir el último pase cara a meta.
Fue a los 31 minutos cuando Rodri tuvo la ocasión más clara en el primer tiempo, después de que recibiera un balón colgado por Quini al segundo palo y le pegara tal y como le vino, enviándola por encima de la portería.
El final de la primera parte estuvo precedido de una acción polémica después de la caída de Antonio Puertas en el área, un posible penalti que no sólo no señaló Arcediano Monescillo, sino que además supuso la amonestación al almeriense, junto a Rodri por participar en la trifulca entre jugadores.
El mismo atasco tras el descanso
El paso por vestuarios no allanó el camino a los de Diego Martínez tras la reanudación, pues el equipo siguió pecando de los mismos defectos y teniendo idénticos impedimentos para llegar a la portería de René. El meta tuvo que esmerarse sin embargo con una buena llegada de Rodri que recibió el balón en el área y trató de definir al fondo de la red sin conseguirlo.
Antes, al minuto de regresar al campo, al igual que en el primer tiempo, Juan Carlos fue el artífice de otro intento por adelantarse con un disparo lejano que detuvo Rui Silva sin problema. Algo más de apuro pasó el meta portugués del Granada CF en un disparo a bocajarro de José Corpas, que acabó en saque de esquina.
Diego Martínez quiso ir desatascando el partido y metió a Pozo en el minuto 61 y a Adrián Ramos en el 72. Con el sevillano en el campo se produjo un buen centro de Quini que Montoro remató de cabeza en el segundo palo para que detuviera el meta. El colombiano protagonizó una llegada que acabó en un choque con el defensa almeriense, sin que se señalase falta.
El último 'espartano' que el técnico granadinista introdujo a diez minutos del final fue a Juancho, lo que no hizo más fácil las llegadas a la portería de René.
Sin embargo en una jugada más de ataque rojiblanco sobre el minuto 89 el Granada CF logró adelantarse en el marcador con un cabezazo propio de todo un estadio. El centro fue de Fede Vico y la cabeza de Pozo, que le dio con un efecto algo extraño para establecer el tanto que alza a los granadinos a lo más alto de la tabla, aunque sea por unas horas.
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