El Castillo de Láchar abre sus puertas al pueblo
Este sábado tendrá lugar una "toma" simbólica del monumento en la que los vecinos podrán ver su interior
Una pancarta está colocada en la puerta del monumento desde el día en que se firmó el acuerdo. Foto: aG
El Castillo de Láchar se abre al pueblo. Este sábado los vecinos de la localidad metropolitana podrán ver, en algunos casos, por primera vez el emblemático monumento.
Para ello, el Ayuntamiento ha invitado a todos vecinos a realizar una “toma” simbólica del Castillo a las 20.00 horas. Este acto consistirá en la apertura de puertas y entrada a los jardines centrales. Todo ello tiene su antecedente más reciente en el pasado 15 de junio cuando se producía la ansiada firma entre el Ayuntamiento de Láchar y el abogado del propietario del Castillo que suponía la recuperación de este elemento patrimonial tan representativo para el municipio. Con un acuerdo que la alcaldesa del municipio, Mari Nieves López, ha asegurado, “ha sido muy beneficioso para el interés público al lograr que se cancele la hipoteca de nueve millones de euros que tenía contraída el propietario”.
Desde hace semanas cuelga una gran pancarta en este Castillo, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), donde se puede leer “Este Castillo ahora es del pueblo”. Para hacer efectiva esta consigna “se está trabajando para que muy pronto se puedan visitar todas las estancias de este lugar tan querido y simbólico para todos los vecinos del municipio”.
Según ha señalado López, “estamos manteniendo un trabajo incesante de visitas y reuniones con técnicos y administraciones con el fin de elaborar un proyecto adecuado para el Castillo, desde su conservación pensando en el interés general del municipio”.
Cabe recordar que dicho monumento, de origen visigodo, encierra una rica historia. Tras la reconquista, pasó a manos de la aristocrática familia Cañaveral y, posteriormente, en la Guerra Civil española fue adjudicado al Instituto Nacional de Colonización. Una vez disuelto este, su titularidad fue trasladada a Instituto nacional de colonización, quien lo vendió a un particular. Desde aquel momento siempre ha estado en manos privadas.
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