El décimo ciclo del selecto 'club' de los 27
A Mayte Olalla la hicieron llorar, al alcalde se le olvidaron las gafas y Salvador se llevó abucheos desde el patio central
Mayte Olalla, visiblemente emocionada tras las palabras que le dedicó Marta Gutiérrez. Foto: Álex Cámara
La vida son ciclos. Inicios de algo que siempre tienen un punto y un final. Quienes este sábado asistieron al comienzo del mandato municipal en el Ayuntamiento de Granada saben que tiene un final, en mayo de 2019.
El periodo de cuatro años que va de unas Elecciones Municipales a otras pasa para unos más rápido que para otros. Pero todo llega, hasta el día que tienes que sentarte en la segunda o tercera fila de la bancada de espectadores el día de las investiduras.
Es lo que ocurrió con Juan Antonio Mérida, María Escudero, José María Rueda y Mayte Olalla, que con cierta 'morriña' dejan su acta de concejal. Unos por voluntad propia, otros porque así lo han decidido los granadinos y las urnas. Y claro, en éstas los sentimientos están a flor de piel.
Con la sonrisa que le ha caracterizado en cada día que se la ha visto con sus papeles por los pasillos del Ayuntamiento, Mayte Olalla contenía la emoción a duras penas cuando Marta Gutiérrez, la portavoz de Vamos Granada, le reconocía su labor estos últimos cuatro años. Pero la política, como en otros muchos sectores de la vida, a veces no tiene memoria. Y con ello deberá vivir la ya exconcejal de UPyD.
Las medallas de los concejales ya están en su poder. Foto: Álex Cámara
¿Dónde están las gafas?
Fue quizás la nota más sensible de un pleno en el que hubo de todo. Abucheos para Luis Salvador que llegaban desde el patio central del Ayuntamiento cada vez que las cámaras 'pinchaban' un plano; aplausos por contra para Francisco Cuenca cuando este se pronunciaba. Se ve que en este espacio había más socialistas que otra cosa.
Al alcalde de Granada se le olvidaron las gafas para, como presidente de la mesa de edad, tener que leer los preceptos que marca la Ley: "Es que sin ellas no veo". Fue la anécdota simpática de una mañana en la que también hubo bromas con los discursos.
"Esta me la pagas", le espetó Francisco Puentedura en modo irónico a Luis Salvador por mantener en vilo a la ciudad en las negociaciones para una investidura en la que no faltaron autoridades civiles y militares, políticos y periodistas, muchos periodistas.
A diario cubrimos la información en el denominado 'Salón de Comisiones' que para la jornada de este sábado se ha quedado pequeño para el medio centenar de profesionales acreditados para una cita histórica. De hecho, las sillas de madera fueron el sustitutivo de unos cómodos asientos que suelen ocuparse a diario.
Nada es igual que hace cuatro años. Primero porque la edad no pasa en vano. Segundo porque en la plaza del Carmen no había indignados. Y tercero, porque el escenario de la mayoría absoluta ha dado paso al del diálogo del que todos hablan y reivindican. El tiempo dirá cuánto y cuándo recurren los del club de los 27, los elegidos por los granadinos.
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