viernes 19 abril
Cenes de la Vega  |   |

El día en que el 'infierno' cobró vida en Cenes de la Vega

Se cumplen cinco años del devastador incendio que arrasó 209 hectáreas en la localidad metropolitana · Unos cuencos con comida y restos de una vela, única pista de la investigación, que quedó archivada

Algunas de las imágenes que dejó el fuego en Cenes de la Vega. Fotos: Álex Cámara

·  [HEMEROTECA] Todas las noticias relacionadas con el incendio de Cenes de la Vega

Unos platos cerámicos y una vela que fue el detonante de todo. Esto es lo único que los investigadores de la Guardia Civil pudieron averiguar días después de que el infierno cobrara vida en Cenes de la Vega para originar el incendio más devastador de los últimos años en el Área Metropolitana.

A poco de entrar en el Parque Natural de Sierra Nevada, la tarde del 22 de agosto de 2014 será recordada por vecinos y residentes en municipios limítrofes por el día en que una densa columna de humo se apoderó del ambiente en la parte Sur de Granada.

Aquella jornada, en la que Cenes de la Vega celebraba sus fiestas populares, los efectivos del Infoca se afanaron en controlar y extinguir un incendio que calcinó 209 hectáreas y del que aún no se han encontrado responsables.

Los agentes del Seprona encargados de la investigación recibieron el 27 de agosto el informe realizado en el lugar del incendio por dos agentes de la Policía Autonómica de la comunidad.

En este documento, al que ha tenido acceso ahoraGranada, se incluyeron también dos carpetas de legajos conteniendo tres cazuelas de barro de tres tamaños diferentes con restos de frutas y vegetales, un cuchillo, un huevo y tres cazuelas de barrio de tres tamaños diferentes con restos de frutas, en la más pequeña con restos de cera líquida.

Así, entre los restos hallados en estos recipientes los agentes de criminalística determinaron que lo que contenían eran, entre otros, marzoca de maíz, boniato o calabaza, yuca, manzana, laurel y un trozo de tela doblada por varias partes.

En otro hallaron un aguacate partido por medio con cacahuetes en la parte superior y alguna sustancia ya solidificada que pudiera ser miel o alguna otra similar. También encontraron restos de vegetación y cera quemada.

El Infoca ya determinó entonces ese mismo día que el origen del fuego podía haberse dado por la realización en esta zona natural de un ritual pseudoreligioso.

De hecho, los agentes pudieron recoger algunas muestras de varios objetos para la obtención de un perfil genético. En uno de los platos cerámicos, donde el fuego no llegó, se pudo determinar que hubiera existido una transferencia biológica.

Pero después de cinco años no se ha dado con ninguno de los posibles responsables de aquel desastre natural. La investigación oficial llevada a cabo por la Guardia Civil quedó prácticamente archivada sin que se pudiera dar con el paradero del posible o posibles autores de los hechos que, accidental o intencionadamente, dejaron un panorama desolador.

Así quedó la zona después del incendio aquella tarde en Cenes de la Vega. Foto: Álex Cámara

Una tarde infernal

Los vecinos de Cenes de la Vega  y pueblos de alrededor recuerdan lo ocurrido desde cualquier punto en el que presenciaron las llamas o la densa columna de humo, bien desde sus casas, bien desde el otro lado de la colina por Vega Sur o bien desde la capital. El siniestro era perceptible desde varios kilómetros.

Ocho horas tuvieron que transcurrir desde que los primeros medios de extinción llegaron al lugar hasta que el incendio pudo darse, al menos, por controlado pasadas las 22.00 horas.

Un total de 209 hectáreas de pinar y matorral quedaron completamente calcinadas por las llamas del incendio cenero, en el que se emplearon uno de los mayores operativos posibles que se recuerden para extinguir un fuego en la provincia.

El agua de la piscina del Parque Aquaola o del Pantano de Quéntar facilitaron un poco las tareas dada la proximidad para que helicópteros y aviones pudiera repostar el agua que iban arrojando sobre el monte y tratar de frenar las llamas.

Algunas de las replantaciones que ya se han producido en Cenes de la Vega. Foto: Álex Cámara
Las replantaciones que ya se produjeron en Cenes de la Vega. Foto: Álex Cámara

Más de 70 años para recuperar el enclave

Situada a unos cuatro kilómetros de Granada capital, y en la antesala del Parque Nacional de Sierra Nevada, el monte de Cenes de la Vega ardido era muy usado por habitantes y familias para pasar un día de campo buscando buena sombra y cobijo.

Para que puedan volver a ver el monte como estaba tendrán que pasar unos 70 años si los planes de reforestación cumplen con su cometido. Los trabajos iban dirigidos en dos direcciones. Por un lado, la construcción de diques de cierre en el fondo de los barrancos que evitaran la erosión y que retuvieran los sedimentos de la capa de más de diez centímetros de ceniza que se acumularon en el lugar. De este modo, con la llegada de las lluvias se evitaba que el agua del monte cayera sobre el río Genil, y reducir así los efectos negativos.

Pero además, solo pasaron unas semanas hasta que se iniciaron los trabajos en lo que a la vegetación se refiere, cuya primera actuación contemplaba la retirada de todos los árboles quemados para evitar una plaga de insectos. La lucha del hombre contra lo que puede dar de sí la naturaleza fue a contrarreloj.

En la superficie quemada, uno de los trabajos más importantes consistía en evitar enemigos indeseados como los perforadores, unos insectos que aprovechan la ausencia de savia en los árboles, se introducen en la madera y van procreando sucesivas generaciones hasta convertirse en una plaga difícilmente extinguible.

Otro de los primeros esfuerzos que se desarrollaron en este espacio de Cenes de la Vega, convertido en un solar carente de pinos verdes y zona de arbolado, fue retirar inmediatamente todas las especies de árboles dañadas por el incendio.

Situación de la zona afectada por el incendio, en la actualidad. Foto: Álex Cámara

La repoblación

Solo hay que darse una vuelta ahora por Cenes de la Vega para ver cómo el paisaje ha cambiado desde entonces, y ahora los árboles vuelven a tomar el mando de la situación y eso que aún quedarán años para recuperar la imagen natural.

El programa contemplaba que fuera la naturaleza la que fuera tomando las riendas tras el descontrol del fuego, de modo que aun siendo la mano del hombre la que ejecutaba los trabajos de repoblación y en la regeneración de las zonas arboladas, debe ser la propia naturaleza la que hiciera su función.

Solo se repoblaron las zonas donde existían rasos importantes a base de vegetación climática con especies como coercíneas, encinas, quejigos o matorrales y pinares, para ayudar a la naturaleza a recuperar de la mejor manera posible una zona de influencia tan importante sobre Granada y el río Genil.

Para que nadie nunca olvide lo ocurrido, el proyecto de repoblación dejó zonas sin tocar, a modo de recuerdo de lo que la naturaleza fue capaz de hacer y cómo han ido evolucionando los trabajos.

En Cenes de la Vega ya ha desaparecido el color ceniza. Tendrán que pasar muchos años para que todo vuelva a la normalidad después de aquella tarde de agosto en la que el infierno cobró vida propia.

Las fotos que dejó el incendio en Cenes de la Vega

Galería de la noticia

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=143991