El equipo que busca la fosa de Lorca en Alfacar llega al nivel de terreno original donde trabajará el georradar
En los próximos días, una vez que se complete el "vaciado" de la zona, donde se han retirado más de 1.500 metros cúbicos de tierra, se irá limpiando para comenzar el proceso
El equipo de arqueólogos de la asociación Regreso con Honor ha llegado ya al nivel de terreno original de la zona de Alfacar donde busca la fosa de Federico García Lorca, fusilado en agosto de 1936 junto al maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.
En los próximos días, una vez que se complete el "vaciado" de la zona, donde se han retirado más de 1.500 metros cúbicos de tierra, se irá limpiando para comenzar a trabajar, en base al estudio geoarqueológico realizado previamente, con el georradar del catedrático de Geofísica de la Universidad Politécnica de Valencia Francisco García, que será el encargado de confirmar, en colaboración con el resto de técnicos desplazados a la zona, la localización de los puntos donde se pueden encontrar los pozos que pudieron ser usados como fosas comunes.
Según los datos aportados a Europa Press por el presidente de la asociación y arqueólogo Javier Navarro, que coordina los trabajos junto al investigador Miguel Caballero, la extensión de la superficie sobre la que se trabaja es, en planta, de 10x28 metros, si bien al "abrirse en talud" casi duplica esa dimensión.
Con la retirada de tierra, en una primera fase que se preveía durara dos semanas y está prácticamente finalizada en el tercer día de trabajos, la superficie queda como antes de que se iniciaran las obras de un campo de fútbol en esta área conocida como el Peñón del Colorado.
Manto vegetal descompuesto
Javier Navarro calcula que este fin de semana el equipo de investigadores, al que progresivamente se irán incorporando arqueólogos, antropólogos y otros técnicos, repasará los puntos del estudio geoarqueológico para después comprobar si se mantienen las señales de alteraciones del subsuelo que pudieran indicar la presencia de los pozos.
Con base al trabajo del georradar se procederá a un análisis de los datos en un "terreno absolutamente difícil de interpretar", en palabras de Navarro, por su propia composición natural y la mano del hombre a lo largo de los años.
Los primeros días está trabajando en la zona un equipo de cinco técnicos con el personal que conduce la retroexcavadora cedida por la Junta de Andalucía para retirar el material de relleno trabaja en coordinación con cinco arqueólogos, y un camión de apoyo.
Como ha explicado Navarro, tras la llegada al terreno natural hay que retirar el "manto vegetal descompuesto" y "muy ennegrecido" que sirve a los científicos como referencia para comenzar a trabajar sobre el suelo original en la búsqueda de los pozos que pudieron ser usados como fosas comunes, una de ellas la de García Lorca, Galindo y los dos banderilleros, según las fuentes manejadas.
La actuación, que se prolongará durante unas tres semanas, ha sido posible tras conseguir la asociación los permisos de la Junta y el Ayuntamiento de Alfacar, así como la financiación necesaria.
En caso de localizarse, los pozos serán delimitados para hacer los sondeos arqueológicos que permitan comprobar si hay restos humanos, lo que en ese supuesto sería documentado y notificado tanto a la Dirección General de Memoria Democrática como al Juzgado.
Los técnicos que trabajan en la zona son un grupo de arqueólogos de la asociación Regreso Con Honor y de la CNT procedentes de Zaragoza, Barcelona y Madrid, capitaneados por Navarro.
A ellos se sumará en unos días el resto de investigadores implicadas que han prefijado los lugares donde con más posibilidad pueden encontrarse los pozos.
Regreso con Honor ha recabado el respaldo de la familia del maestro Dióscoro Galindo, y de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en calidad de "familia política" de Arcollas y Galadí.
Fue hace unos meses cuando una de las nietas del maestro practicó en el laboratorio Labgenetics, en Madrid, la recogida de muestras de ADN, para cotejarlas con los posibles restos óseos que se encuentren en las tareas que pretende realizar la asociación.
La intervención prevista, que se producirá después de la impulsada en un primer momento por la Junta de Andalucía, emprenderá así una segunda fase sufragada por la asociación, de modo que los expertos puedan finalizar la investigación que comenzaron hace dos años sin que suponga ningún coste adicional.