El Granada CF aún no ofrece jamón, pero permite saborear los primeros tres puntos
El equipo rojiblanco se lleva la victoria en la recta final ante el Racing de Ferrol en un choque en el que volvieron a quedar en entredicho la debilidad defensiva y la falta de acierto en ataque
Lejos de ofrecer el jamón que Guillermo Abascal dijo que se puede llegar a comer, aunque para ello primero será necesario "comer mierda", el Granada CF ha saboreado los primeros tres puntos de la temporada, aunque no lo ha hecho invitando a ninguna ración de pata negra. El aperitivo rojiblanco está lejos de ser lo que se espera de un piscolabis de altura gastronómica, pero se llevó la victoria por la mínima ante el Racing de Ferrol con un tanto de Ricard Sánchez en la recta final.
Había ganas por conocer qué cambios iba a introducir Guillermo Abascal en su alineación y quizás ni él sepa todavía entender qué pretendió con el once que introdujo en el campo, en el que volvió a dar cabida a un titubeante Hongla, sentó a Uzuni para alinear a Weissman y puso a Trigueros en un puesto en el que lo mantuvo más perdido que acertado.
La intensidad del comienzo del partido, que duró apenas 25 minutos, propició varios errores no forzados del Granada CF en le que se le vieron claramente las costuras de una defensa que no da seguridad y que sigue haciendo aguas cada vez que el rival llega, hasta el punto de que los gallegos dispusieron de dos llegadas claras.
La primera de ellas fue con un error de Martin Hongla al dejarle un balón a Migue Rubio, lo que provocó el anticipo de Dorrio para centrarla a media altura que el propio Hongla logró enviar a córner. El otro fallo se produjo a los 14 minutos, en este caso con un centro de Blais que despejó Rubio.
Hubo que esperar al minuto 19 para encontrar una tímida respuesta del Granada CF, esta vez con Weissman que aprovechó un rechace del meta Jesús Ruiz. Fruto de la bajada de revoluciones, el equipo rojiblanco se mostró más sereno y encontró en las botas de Trigueros su ocasión más clara, con un disparo en la frontal que el meta envió a córner.
Antes del paso por vestuarios, hubo algunos arreones de los locales intentando llegar sin éxito aunque los rojiblancos volvieron a mostrar sus errores y debilidad defensiva. En ataque apenas hubo llegadas.
Misma película tras el paso por vestuarios
El paso por vestuarios apenas dejó mejoras en el inicio para el Granada CF, que se empecinó en el mismo plan de partido en la segunda parte que cuando iba por debajo ante el Albacete: colgar, sin éxito, balones al área rival.
El gran susto de la segunda parte se produjo en el minuto 57, después de un saque de banda, después de un cabezazo picado de Perea fue despejada de forma poco ortodoxa por Luca Zidane, que necesitó la ayuda de Ricard para repeler una de las llegadas con más peligro del partido.
Alcanzada la primera hora del partido el técnico rojiblanco quitó a Sergio Ruiz, con cartulina amarilla, y metió en el campo a Gonzalo Villar, con la intención de situar a este en el costado izquierdo para tratar de construir algo más que lo visto hasta entonces.
Un buen pase de Trigueros a Lucas Boyé fue repelido por el meta local, en la que hasta entonces fue la mejor acción del Granada CF. El cara a cara, imperdonable fallarlo para los intereses rojiblancos, acabó en saque de esquina.
Quedando 20 minutos los cambios del técnico rojiblanco fueron quitar a Tsitasvilli y a y meter a Uzuni y a Pablo Sáenz en el terreno de juego. Con ello el equipo tuvo algo más de mordiente arriba.
En una buena llegada desde la izquierda con Neva, que centró pero se topó con la defensa local, Pablo Sáez se topó con el balón en busca de un remate que tampoco pudo llegar. Después se escoró a la línea de fondo y buscar el balón atrás para Ricard, que llegaba incorporado para enviarla al fondo de la red y establecer el 0-1 en el marcador a falta de nueve minutos.
El Granada CF fue capaz de mantener el tipo hasta el final para sumar la primera victoria de la temporada, necesaria para disipar fantasmas en las dos primeras jornadas.