jueves 18 abril
CELTA - GRANADA CF  |   | Nacho Santana

El Granada CF no encuentra el rumbo en la Liga

Cae derrotado por 3-1 ante el Celta de Vigo en un partido marcado por la fragilidad defensiva · Quini volvió a los terrenos de juego casi un año después

Jorge Molina se lamenta de la ocasión clara que tuvo en el primer tiempo con el 1-1. Foto: LaLiga

Hay días en los que todos los colores pierden su matiz, días grises interminables en los que es mejor no levantarse, y una de esas jornadas le tocó vivir al Granada CF en Balaídos. Los de Diego Martínez no fueron capaces de encontrar su mejor nivel ni su identidad, con una defensa especialmente frágil y sin circulación en el centro del campo.

Quien mirase a la clasificación y no a los nombres antes del inicio del partido no esperaría la primera mitad que este trajo. Salió el Celta, ávido de puntos, con todo e hizo parecer al Granada CF el colista en unos 45 minutos que pudieron haber terminado con una ventaja de 3-1 para los locales y no habría extrañado a nadie.

Tuvo que aparecer Rui Silva para evitarlo por partida doble antes de los diez primeros minutos. Estuvo rápido primero para abortar un mano a mano contra Santi Mina, mandando a córner una ocasión manifiesta de gol. Tras ello, un baile entre Iago Aspas y Domingos Duarte acabaría en un balón filtrado para Nolito, que mandó su disparo elevado cuando solo tenía que encañonar.

Volvería a aparecer el ‘10’ del conjunto gallego diez minutos más tarde. Volvió a encontrar la forma de penetrar en la defensa para habilitar a Hugo Mallo, que se coló en el área y disparó a bocajarro. Rompió el esférico, pero se topó con el arquero portugués, inconmensurable en la reacción. 

No terminaría ahí el recital de Rui Silva. Probó suerte en primera instancia Tapia desde lejos, obligando al guardameta a estirarse para despejar en la que sería la última ocasión con el empate a cero en el marcador. 

Fue Luis Suárez el encargado de abrir la lata. Apareció Luis Milla para lanzar en largo a la carrera del colombiano, que le comió la tostada a Tapia. Pisó área, miró a Blanco y midió su salida para picarla y dejar su sello con una vaselina que acabaría besando las mallas. 

Le duró poco al Granada CF la alegría. Dos minutos tardó el Celta en devolver la igualada al marcador gracias a Nolito. Le cogieron la espalda a Foulquier los locales para habilitar al gaditano, que solo tuvo que empujarla en las inmediaciones del área pequeña para superar a Rui Silva

Tras el tanto pudo ponerse el conjunto celeste por delante tras una gran jugada trenzada que acabó en un disparo desde la frontal de Brais Méndez. Sin embargo, el portero rojiblanco volvió a aparecer para salvar la papeleta por tercera vez. Aminoró la marcha el equipo gallego desde entonces. 

Mejoró el Granada CF cuando el físico castigó a su rival. Apareció más en juego Luis Milla y su fútbol espoleó a los roijblancos. Combinó primero con Machís por banda derecha en una jugada que llevó el balón hasta Carlos Neva en el segundo palo, pero disparó al muñeco. Ya con Blanco vendido y en el suelo, mandó el rechace a las nubes Jorge Molina

Después, el propio centrocampista se encargaría de firmar la última ocasión de calidad de los suyos antes del descanso. Combinó con Jorge Molina, encontró el espacio y sacó un disparo raso y cruzado que se marchó por poco. Tras ello, el descanso enfriaría un partido en el que los rojiblancos comenzaban a sentirse cómodos.

Puertas y la búsqueda de velocidad

Dio entrada Diego Martínez a Antonio Puertas en la segunda mitad. Abandonó el campo Jorge Molina, sumando más jugadores veloces para aprovechar la verticalidad del equipo. Con la sustitución, Luis Suárez pasó a ocupar la punta de la lanza rojiblanca y dejó la banda derecha al ‘10’, más aplicado en defensa.

Perdonó nuevamente el Celta, esta vez mediante Santi Mina. El ariete local se anticipó a Germán y entró solo a rematar un balón colgado en el área pequeña. Sin embargo, llegó tan forzado que solo pudo mandar el esférico por encima del larguero.

Reaccionó rápido el Granada CF dando entrada a Gonalons y Soldado en lugar de Yangel Herrera y Soldado. No quiso el técnico alterar el sistema ante una defensa ya sobrepasada por la ofensiva rival, incisiva cuanto menos. 

Pasada la hora de partido pudo deshacer el empate Tapia. Un nuevo balón por banda encontró al pivote dentro del área ante una zaga que reculó de más. Solo, sin marcaje alguno, el peruano nacionalizado neerlandés la mandó excesivamente alta, perdonando nuevamente. 

También la tuvo Nolito en una nueva muestra de fragilidad por parte de la defensa rojiblanca. Volvió a filtrar el balón Iago Aspas, incansable a sus 33 años, y encontró al gaditano. Se revolvió en el área, entre Vallejo y Foulquier, pero solo alcanzó a rematar un disparo mordido que se marchó fuera.

Dejó también el encuentro un momento especial para Quini, que volvió a jugar tras su grave lesión casi un año atrás. Entró en el minuto 75 sustituyendo a Foulquier, que dejó tras de sí un encuentro plagado de errores y fácil de mejorar, superado por su rival en todos los aspectos del encuentro. 

Pese a la mejoría en el juego del Granada CF, no pudieron resistir las embestidas locales. A diez minutos del final, Miguel Baeza remató un gran balón al área de Iago Aspas. Lo tocó Vallejo, mandándolo al larguero, pero el esférico se estrelló en la cara de Santi Mina, dejando a Baeza nuevamente en posición de empujarla y hacer el 2-1.

Cambio de dibujo, mismo resultado

No tardó Diego Martínez en volver a la defensa de cuatro jugadores, dando entrada a Soro por Vallejo. Sin embargo, los jugadores entraron al campo para ver a sus rivales celebrar el tercer gol. 

Fran Beltrán se encargó de empujar un balón al segundo palo de Iago Aspas, que recibió tras un fallo en la marca de Germán y otro en la salida de Rui Silva. Llegó Carlos Neva a punto de molestar en el remate, pero no de impedirlo. 

Con este resultado, el Granada CF volvió a claudicar en Liga, sufriendo además la primera victoria de Diego Martínez como inquilino de su banquillo. Pese a la victoria europea, los rojiblancos no fueron capaces de mantener el nivel en la competición doméstica y se vieron superados por el Celta en un partido gris, en el que no encontraron su fútbol, y que terminó con los futbolistas de ambos conjuntos encarados, algo que le costó la expulsión a Okay.

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