El lodo y el barro reactivan el problema de Casanueva y Zujaira con sus barrancos
La acumulación de piedras cuando se producen avenidas provoca el bloqueo del paso natural de agua y el desbordamiento
El lodo y el barro han vuelto a cubrir las pedanías de Casanueva y Zujaira, en el término municipal de Pinos Puente, después del enésimo desbordamiento de sus barrancos, puntos conflictivos cuando se producen avenidas y en los que la acumulación de piedras hacen que el agua busque otras vías de evacuación.
La localidad metropolitana inicia desde este sábado la cuantificación de los daños causados después de que una riada desbordada inundara numerosas calles de ambos núcleos urbanos, entre ellas la travesía de la A336 que durante varias horas tuvo que ser cortada en la tarde de este viernes.
Reyes Católicos, Iglesia de Casanueva, Jazmines, Filos o PLaza Canasteros, entre otros puntos en Casanueva, mientras que en Zujaira la confluencia de la calle Carmen con la carretera de Íllora fue una de las zonas más afectadas.
Desde que a media tarde la Dana Alice empezara a descargar con fuerza en este punto del Área Metropolitana, el agua comenzó a bajar desde la parte alta de estos dos núcleos de población hasta llegar al bloqueo total de los puentes situados bajo la carretera y que serían el cauce natural para continuar.
Se trata de dos puntos que arrastran barro y piedras cuando se producen avenidas por las fuertes lluvias y que en los últimos años se han desbordado provocando inundaciones y daños en edificios que están próximos a estos.
El cauce de ambos pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a la que el Ayuntamiento de Pinos Puente en reiteradas ocasiones viene pidiendo que los mantenga limpios.
Sin ir más lejos, el propio municipio había procedido con medios propios a la retirada de lodazal de estos puntos en los dos últimos años, sustrayendo hasta metro y medio de acumulación de piedras y barro.
Situaciones similares en otros años
Ya en la primera década de este siglo fueron varias las ocasiones en las que la situación vivida este viernes se reprodujo, como sucedió el 14 de octubre de 2008 o solo siete días más tarde, el día 21 de aquel mes y año; cuando entonces se acumularon hasta 30 toneladas de lodo y barro.
Sucedió lo mismo el 5 de febrero de 2009, en este último caso provocando una riada en la Realenga, un camino rural situado en la parte baja de ambos anejos.
Algo similar ocurrió hace ahora once años, el 2 de octubre, en una jornada complicada que anegó también medio centenar de viviendas al desbordarse el barranco y provocar daños en numerosos vehículos arrastrados por la corriente. Ese mismo año, el 14 de noviembre, se dio una circunstancia similar.
El 21 de septiembre de 2022 la situación volvió a ser idéntica, con los daños ocasionados en casas y fincas de la zona en Casanueva y Zujaira.
La de este viernes ha sido la enésima ocasión en la que esta compleja situación se vuelve a reproducir para llenar de lodo y barro las calles de las localidades.
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¿Si esto es habitual que ocurra en estos municipios cuando hay una tormenta por qué no hacen un buen mantenimiento limpiando bien los barrancos y pasos de escorrentías durante todo el año y que esten preparados para la época de las tormentas? Daños siempre habría pero estos serían menores.