miércoles 19 febrero
GOYA 2025 EN GRANADA  |   | Luis F. Ruiz - Noelia S. Lorca | Fotos: Álex Cámara

"El Madrigal tiene sentido porque ponemos las películas que no salen en otros cines de Granada"

Juan Torres-Molina, gerente del último cine clásico que queda en la capital, vive con ilusión estos días: "Ver que Granada se convierte en la ciudad del cine es muy emocionante"

Juan Torres Molina, en la sala de Cine Madrigal.

En pleno corazón de Granada se mantiene abierto a diario uno de los cines más emblemáticos que desde los años 60 hizo adentrarse en las historias de la gran pantalla a los miles de granadinos y visitantes que han ocupado algunas de sus 538 butacas. El Madrigal lucha a diario contra los tiempos en los que las plataformas son santo y seña de los hogares para ver películas o series. Juan Torres Molina se autodefine como el "hombre orquesta" que mantiene encendido el proyector a diario que ha emitido algunas de las películas nominadas a los Goya que se entregan en Granada.

Pregunta.- ¿Qué historia tiene Cine Madrigal con Granada?

Respuesta.- El Cine Madrigal nace un 24 de septiembre de 1960. Fue el sueño de Juan Torres Molina Díaz, que era mi padre. Es una derivación de la fotografía, del estudio fotográfico que funda mi abuelo, que es un estudio fotográfico que se remonta a finales de hace dos siglos, el siglo XIX. Ahí aparece el estudio fotográfico Torres Molina de la mano de mi abuelo y de alguna manera implica mucho a mi padre.

En un determinado momento mi padre quiere apartarse del tema de la fotografía pero es muy aficionado al cine es muy muy aficionado. Él estudia derecho y prepara su carrera un poco a contracorriente, en contra de lo que quería mi abuelo. Mi abuelo quería incorporarlo al negocio fotográfico y mi padre decía que tenía inquietud de realizar estudios universitarios. Se mete en Derecho, se paga él la carrera con las fotos que hacía y con lo que hacía, hace el esfuerzo de pagarse él solo la carrera de Derecho y luego saca unas oposiciones al Ministerio de Trabajo, creo que a Inspección y lo destinan en Sevilla.

Mi abuela lo llama unos meses después diciéndole que o se viene a Granada o no sabe de qué van a comer y dónde van a dormir, porque mi abuelo era un personaje muy bohemio, que vivía de la fotografía y para la fotografía y mi padre contaba que mi abuela le decía que algunas noches no se podía acostar en la cama porque estaba llena de pruebas fotográficas o que se gastaban en revelados y en artículos fotográficos y en negativos, por lo que no tenían para comer y tenía que pedirle a la vecina algo para poder… Era un auténtico desastre a nivel económico.

Entonces mi padre viene, pide una excedencia y se une a la fotografía con el anhelo que tenía sobre el cine, porque su distracción y su amor por el cine era impresionante. Entonces es ese amor por el cine el que le lleva a meterse en un verdadero follón, a entramparse, a pedir préstamos, hipotecas y crear el Madrigal. El Madrigal abre en 1960, lo hace con la película 'Un trono para Christie' porque no pudo estrenar la que él quería.

Las copias de las películas iban de un sitio para otro y él tenía previsto entrar con 'Los que no perdonan', una película de John Huston, pero no pudo ser, porque la copia estaba en otro sitio y no le llegaba. Como estaba previsto con autoridades y con todo el mundo estrenar el Madrigal el 24 de septiembre consiguió una comedia austríaca y con esa película abrió accidentalmente porque no era la película que tenía que haberse programado como inaugural.

Ahí arranca la historia del Madrigal, al principio con apoyo de otros empresarios de cine y tutelado por otros empresarios de cine, porque lo ayudaron los del Aliatar y pero también le pusieron un gerente que controlara un poco el tema del Madrigal y cuando el cine coge ya carrerilla y él ve que tiene potencia pues ya trata él de llevar solo el cine. De hecho se devuelve el préstamo a lo que le habían prestado los empresarios del Aliatar y ya echa el vuelo él solo con el cine

El cine Madrigal trata de ofrecer películas que no se muestran en otros cines de Granada

P.- Hasta ahora, que son 64 años, ¿en qué estado de salud diría que se encuentra el cine Madrigal, está cerca de la 'jubilación'?

R.- Madrigal tiene un problema fundamental, que es que ahora mismo lo llevo yo y no existe un relevo generacional, yo no he visto ningún relevo, ni mis hijos, ni mis sobrinos, ni mi familia. No hay nadie que vaya a hacer el relevo generacional. Yo tengo 59. Llevo prácticamente casi todo lo que se hace en el cine. Es decir, desde la publicidad, pasando por la contabilidad, la programación de películas, lo llevo todo. Hoy en día soy el hombre orquesta del Madrigal. Entonces, yo no soy eterno, ese es el problema.

El Madrigal tiene una edad y necesita un mantenimiento, necesita alguna ayuda institucional, porque la necesita. Aunque es verdad que cuenta con el afecto de los granadinos y que el público viene al cine, también es cierto, que eso da para mantenerse sin pérdidas, es decir, para poder pagar los gastos generales y poco más. Sería interesante hacer algún mantenimiento fuerte del cine, algunas cosas que con la edad, con el tiempo, se van deteriorando y hay que irlas asistiendo.

Siempre he propuesto, he propuesto muchas veces, el impuesto de bienes inmuebles que sufre el Madrigal tiene el mismo tipo que el del Corte Inglés y estructuras comerciales muy potentes en Granada y que quizás sería conveniente eximirlo de ese pago que nos ayudaría muchísimo a efectuar mantenimientos en el cine, precisamente por la actividad que tiene, porque es una actividad cultural que está en el Centro de Granada, que lo distingue de los demás en que solo tiene una sala y solo una defensa, frente a, bueno, el resto de las salas de Granada, que con 5, 6, 14, 15 salas, pues tienen mucha más potencia y mucha más defensa que puede tener el Madrigal.

Es una estructura que desgraciadamente hoy ya no existe en ningún sitio. Entonces creo que, bueno, que hay que echarle una mano, hay que ayudarlo un poquito. A lo mejor no con ayudas integrales, pero sí con una disminución de la carga fiscal. Yo apuesto, como se ha hecho en otros lugares de España, en Madrid, en Alicante, en Barcelona o en muchísimos sitios, con reducir la presión fiscal por parte del Ayuntamiento, es decir, que nos eximan del pago del impuesto a bienes inmuebles o nos pongan un tipo reducido, en fin.

Ya no es solo la cuestión puramente económica, que indudablemente es la más importante, sino también un pequeño reconocimiento a que en Granada interesa que se mantenga este cine por parte de las instituciones, que nos digan. Yo sé que ellos lo piensan, que ellos lo sienten, pero no es solo eso.

Torres Molina admite que no habrá relevo generacional cuando él deje el cine

El movimiento se demuestra andando. Es decir, vale, contamos con vuestro cariño, con vuestro respeto, sé que nos aprecian, sé que desde el Ayuntamiento nos aprecian, que la Diputación nos ha dado un premio incluso. Es decir, agradecemos mucho ese reconocimiento verbal que tenemos de las instituciones, pero que quizás habría que materializar en algo que además nos ayude a un sostenimiento mejor del Madrigal, es que toda ayuda es poca.

Es verdad que cuando nos entran películas interesantes que luchamos por ellas pues el público viene masivamente y eso fortalece los ingresos y también la marcha del cine, pero hay otras veces que esas películas no tocan, el cine no es un negocio constante, es que es verdad que tiene épocas mejores y peores pero siempre depende de las películas si la película que tienes no tiene el interés del público por muy buena que sea la recaudación baja.

En enero no tenemos las cifras de enero pasado si no tenemos la película que tuvimos en enero pasado. 'El 47' no funciona igual que, bueno, por ejemplo, no sé, alguna película como 'Un Lugar Común', que es una buena película española, pero que no tiene el interés del público, por lo que sea. Las cifras de una y de otra son absolutamente abismales. La diferencia entre el interés que despierta una y el número de espectadores que tiene y el que tiene otra es como la noche y el día, la oscuridad y la luz. No tienen nada que ver. Si en vez de tener 'El 47' nos toca 'Un lugar común' o 'varios lugares comunes', por muy buena calidad y por muy buena que sea aquí hay que pagar agua, luz, teléfono, personal…

Hay una serie de gastos fijos del cine que hay que atender todos los meses y si no se ingresa, pues no podemos atenderlos. Entonces, bueno, el verano es muy duro aquí. Más allá de que las películas ya no son tan importantes, porque no estamos en temporada de premios y las distribuidoras se retraen un poco a la hora de estrenar, no estrenan precisamente los títulos más taquilleros para este tipo de público, para el tipo de cine que da el Madrigal.

Lo cierto es que, además, es que el tipo de público del Madrigal, por lo general se va fuera de Granada. Se va a la Costa o se va a hacer viajes, o es verano, son vacaciones, y la gente aprovecha para disfrutar de su tiempo libre, que con el buen tiempo está un poco fuera de la sala de cine. Esas cifras bajan mucho.

Si además las distribuidoras tampoco estrenan lo mejor, pues ya tenemos ahí un conjunto que hace que la recordación del cine baje y que nos veamos con el agua al cuello. Desgraciadamente, además, esa época coincide con el periodo del pago del impuesto de bienes inmuebles. O sea que en verano se junta todo y las cifras son que dan un poco de miedo.

Gracias a que durante el resto del año tenemos un impacto importante en el público granadino, pues podemos, de alguna manera, paliar el efecto que hace el verano en el cine. Pero es que el verano empieza además en el mes de junio y es julio, agosto y parte de septiembre, las primeras semanas de septiembre. Entonces, ese impacto que se produce, especialmente en julio y agosto, son calamitosos. Son muy malos. Viene muy poca gente al cine. Pues indudablemente ahí se producen pérdidas. Que luego se enjuagan con las cifras de ahora de enero o febrero, siempre y cuando tengas una programación potente.

Nos daría una cierta confianza contar con un poco de apoyo institucional, que vuelvo a repetir que no hace falta hacer ningún desembolso pero quizás sí, rebajar esa presión fiscal

Cine Madrigal fue el último en España que emitió películas en 35mm

P.- ¿Cómo es la competencia con esas otras salas más modernas que existen?

R.- El Madrigal en su historia ha pasado por muchas etapas y ha pasado por muchos tipos de oferta de programación a lo público y además es que, de alguna manera, la historia del Madrigal es la que lo ha ido llevando, con los distintos avances tecnológicos y los distintos cambios, a ir adoptando unas u otras posturas. La supervivencia del Madrigal también se basa un poco en adaptarse a los cambios y al hecho de que sea necesario para la ciudad, que sea necesario para Granada y para la provincia. No solo para Granada, es que hay mucha gente que viene fuera de Granada, que viene no solo de los pueblos del Cinturón de Granada, sino incluso gente que ha estado viniendo de Almuñécar o de Motril o de puntos mucho más lejanos, porque encuentran en el Madrigal lo que no encuentran en otros sitios.

Entonces, creo que al final nuestra vocación ha sido efectivamente de servicio, de dar algo que no daban los demás. Mientras que hubo varios cines en Granada, éramos uno más. Cuando El Madrigal nace, nace con un montón de cines más de Granada y cada uno llevaba una película distinta. Eran todos cines de esta misma naturaleza, de una sola sala, como El Aliatar, El Goya, El Regio, El Príncipe o El Alhambra, en distintas zonas de Granada, pero había una enorme cantidad de cines de Granada.

Con esa estructura las películas se repartían entre los distintos cines. El Madrigal llevaba su película, el Goya llevaba su película y no había dos películas iguales. Cada cine defendía sus películas con un régimen de contratación del que habría mucho que hablar. Llegó una crisis tremenda en los años 80, que además coincide con el fallecimiento de mi padre, en el año 84 muere él y hay una crisis brutal con motivo de los avances tecnológicos precisamente, es decir, empieza a funcionar la televisión en color, empiezan los vídeos, el VHS, el sistema Betamax, el 2000 y toda esa amalgama de nuevas tecnologías hace que buena parte de los clientes se queden en casa.

Ahí surge una crisis tremenda de los cines que hace que cierren muchos cines en Granada. Casi todos los hermanos del Madrigal cierran y el Palacio del Cine se convierte, por resumir toda aquella época, el Palacio del Cine se convierte en ocho salas. Y en un momento termina en Granada, quedan el Madrigal y las ocho salas del Multicines Centro. Y ningún cine más. No hay más cines. En ese momento se produce una especie de reversión de lo que estaba ocurriendo porque se empiezan a hacer películas espectáculo a posibilitar unos sonidos mucho más envolventes, empieza el Dolby 5.1, los sonidos digitales que van en la banda sonora de las película; seguimos hablando de 35 milímetros y de película a película. Todavía no hemos llegado al digital.

En ese momento, el cine Madrigal se convierte en el cine más comercial de Granada porque es el único que tiene un aforo grande. Los aforos más grandes del Multicines Centro rondan las 200 butacas y el Madrigal tiene 535, o sea, supera. Hay una multinacional con la que ya estábamos trabajando, pero que le interesa mucho el Madrigal, la multinacional de cine más importante, que era United International Pictures y aquí al Madrigal empiezan a llegar Indiana Jones, casi todo el material de Steven Spielberg, las más comerciales y las menos, pues todo el material de Universal, Paramount, Metro Golding, Mayer, United Artists y Amblin, la productora de Steven Spielberg. Todo eso va llegando al Madrigal y llega en exclusiva porque el Multicines Centro trabaja con Fox, con Warner, con Disney, es decir, tiene un suministro de películas suficiente y el Madrigal acapara todo eso.

Al acaparar todas esas grandes producciones, pues el Madrigal tiene prácticamente una edad de oro. Para ver Parque Jurásico había que venir al Madrigal. Es que yo recuerdo que el Madrigal poníamos a las cinco y pico, seis de la tarde, poníamos el cartelito de agotadas las localidades de todo el día, los aforos completos del Madrigal con Parque Jurásico. Este cine con todas estas butacas se llenaba hasta la bandera, que es algo que hoy cuesta un poco entender, pero entonces era así, con esta, era con 'Indiana Jones y La última cruzada' era con Goss… Yo recuerdo haber repuesto 'Tesis' de Amenábar, y haberla repuesto porque entonces el Madrigal tenía que estirarse tanto que tenemos sesiones golfas a las 12 de la noche y llenarse una vez que dieron los Goya, llenarse la sala con 'Tesis'. Y era hasta la bandera de poner un par de fines de semana, no hay butacas para ver 'Tesis' a las 12 de la noche.

El gerente de Madrigal cree necesario que se redujera la presión fiscal municipal por la sostenibilidad del cine

Hay un momento de eclosión del Madrigal importantísimo, que es necesario para la ciudad, para seguir acogiendo ese cine espectáculo y ese cine de los americanos. Y a partir de ese éxito empiezan a surgir nuevas pantallas. El Centro Comercial Nectuno abre cines, lo que lleva los Multicines Alhambra, que han desaparecido, ahí en el Centro Comercial del Campo. Después reabre el Aliatar con tres salas, abre también Kinépolis, el Centro Comercial del Serrallo, el Nevada, van abriendo cines y de alguna manera estas películas grandes se van repartiendo entre todos esos complejos nuevos, de manera que el Madrigal se convierte en una pantalla más, a lo mejor, de 'Parque Jurásico 3' o de cualquier película comercial.

Claro, las películas se agotan antes y surge un fenómeno que es el de esa cantidad de copias que son necesarias de película a película para abastecer a todos esos cines, a todas esas salas que ponen la misma película, pues algunas veces estamos hablando de 700, 800 y 900 copias. Es una verdadera bestialidad para poder poner ese gran 'blockbuster', ese gran estreno en todos los cines de Granada.

El Madrigal se convierte en una sala más poniendo la misma película que pone Kinepolis, que pone Serrallo, que pone Neptuno. Y no tiene mucho sentido, porque además la película se agota enseguida, las dos semanas tienes que cambiar, con lo cual difícilmente empieza a rentabilizarse esa copia. Pero esto no solo ocurre en Granada, ocurre en casi toda España, con lo cual los americanos ven una manera de encriptar una película en digital y poner un sistema nuevo, digital, por cierto carísimo, pero nuevo, que va a permitir proyectar las películas en digital y olvidarse la copia en 35mm.

Ahí se produce un auténtico socavón que hace que el Madrigal tenga que plantearse el reorientarse en la programación. Ni tiene sentido ser una sala más de todo lo que hace Granada, porque no le sirve a Granada, porque ya tiene esa oferta por otro lado, entonces, ¿qué pintamos aquí? Y por otra parte, eso provoca el que el Madrigal tenga que hacer una inversión absolutamente bestial en un tiempo de crisis, en un tiempo en que la asistencia al cine, precisamente por ese reparto y por otras muchas causas que surgen, pues se vea bastante limitado para poder hacer ese tipo de inversión.

Se exploran las posibilidades. Ya no somos necesarios en este campo. Entonces, ¿en qué campo podemos ser necesarios? Pues hay una serie de películas de calidad que no llegan a Granada, que no se están estrenando. Concretamente, la marca Golan tenía seis o siete títulos sin estrenar. Hablamos con Golan y le decimos que el único servicio que puede hacer en Madrid a Granada es volver al pasado, es decir, volver a cuando abrió, que iba con su película. Y además que trataba ese tipo de material, trataba 'Los gritos y susurros' de Inma Bergman, llevaba películas de Truffaut, películas de la mayoría de los autores de cine.

Aquí estrenamos, ahora vamos a reponerla, 'El hombre elefante' de David Lynch, es decir, era un cine que mezclaba lo comercial con el cine autor. Cuando nace el Madrigal no había esos distingos. El cine autor tenía el mismo acceso en salas comerciales que el cine comercial. Hemos llegado a una especialización y el cine autor parece que tiene que ir a una serie de salas distintas que el cine comercial, los complejos, no les interesa al cine autor.

Esa es la manera de seguir apostando por el Madrigal y por el cine en Granada. Se habla con ese tipo de distribuidoras, con Golden, Caramel, con las independientes, Avalon y bueno pues llegamos al acuerdo de que la única manera de que el Madrigal tenga sentido es llevar una programación a parte de las demás, que lo distinga completamente, que sea exclusiva de los demás y que dé un servicio que no dan los demás.

El Madrigal hoy tiene una programación tal que lo que se ve en el Madrigal no se ve en ningún otro cine de Granada, porque el Madrigal automáticamente se aparta de cualquier historia en la que le digan mira, es que esta va a ir también en Kinepolis. ¿Ya tiene estreno en Kinepolis? Pues ya no es necesario el Madrigal. Nosotros nos dedicamos a poner las películas que no ponen en otros cines. De esa manera el Madrigal cobra sentido. De esa manera el Madrigal vuelve a sobrevivir a partir del año 2010-2011. El Madrigal toma una orientación nueva, una forma de ser nueva y se abre un camino nuevo con este tipo de programación, que no tiene nada.

Algunas de las películas nominadas en los Goya han pasado por Madrigal

P.- ¿Cómo están viviendo la llegada de los Goya a Granada?

R.- Los Goya tienen una orientación ciertamente institucional, de ciudad. Realmente miramos los Goya con el apasionamiento y el orgullo de cinéfilo de ver que Granada se ha convertido en ciudad de acogida de los premios más importantes del cine español. Es una cuestión inédita. Yo como aficionado al cine estoy absolutamente encantado y emocionado de que los Goya hayan llegado a Granada.

Esa emoción que sientes al ver que tu ciudad es la ciudad del cine, después de tantos años luchando, ver que tu ciudad se convierte en la ciudad del cine es muy emocionante para nosotros como espectadores.

Buena parte de las películas que hemos estado con cierto esfuerzo programando, proyectando, trayendo a los directores para hacer presentaciones y haciendo un esfuerzo grande, pues luego ves que están ahí en el candelero, que son las favoritas de los Goya y que son las películas españolas más importantes del año.

Como cine nos llena de cierto orgullo ver que esas películas que están ahora en los Goya han pasado, la mayoría o buena parte de ellas, por el Madrigal. Ha pasado 'El 47', que es la más nominada, y ha pasado 'Los destellos', que es una de las mejores películas que se han hecho este año.

Ha estado Pilar Palomero, que ya nos acompañó en nuestro 60 aniversario aquí en el Madrigal, acompañándonos otra vez. De alguna manera la hemos hecho madrina del Madrigal. Es un gustazo contar con una persona tan atenta siempre, tan amable, tan dedicada y nosotros mantenemos ya una relación.

Torres Molina considera que la ciudad está más que preparada para albergar Los Goya

P.- ¿Cómo es esa relación con Palomero?

R.- Tenemos una relación de agradecimiento porque 'Las Niñas' se estrenó en la pandemia, la primera vez que abrieron los cines. Y cumplíamos 60 años en el año 2020 y Pilar se enteró y quiso venir justo el 24 de septiembre del 2000, justo el día que cumplíamos los 60 años, estuvo aquí. Ya se había estrenado la peli, pero quiso estar aquí para conmemorar el 60 aniversario del cine con su película, con las niñas. Y es una cosa que le agradeceremos siempre porque era un tiempo muy difícil, de gente muy asustada con el virus...

Aquello fue muy duro, la apertura fue muy dura, con las películas, las multinacionales que no querían estrenar a nivel general, con cine nacional y cine español que eran más o menos el que se aventuró, con cierto valor, a estrenar y luego con un público que desgraciadamente tenía miedo y que no asistía a lo que debía asistir a las salas de cine y con un déficit de espectadores, que estamos hablando de la mitad de los espectadores que tenían este tipo de películas.

Entonces el esfuerzo que hizo Pilar por estar aquí, por acompañarnos, es una cosa que no se nos olvidará nunca, nunca. Porque es que además volvió y tiene gracia porque cuando estuvo aquí, me decía, "Juan, si tengo las fotos en el móvil".

Pero es que recuerdo el enjambre de terremotos en 2021. Estupefacto, una de las veces que cogí el teléfono era Pilar llamándome para preguntarme que cómo estábamos en Granada.

Es decir, que esta mujer te llamara y te dijera, ¿cómo estáis? Al ver Pilar Palomero en el teléfono dije, pero qué pasa. Y me dice, "¿cómo estáis, Juan? Que he visto, me ha preocupado un poco porque he visto en las noticias". Ella vive en Barcelona, vamos, es aragonesa, pero qué amabilidad de mujer. Es verdad que es encantadora, es verdad que es amable, encantadora, pero ya no es solo eso, qué bonito.

Por eso te digo que de alguna manera la hemos hecho madrina del Madrigal, sin que ella quiera, ya con 'Los destellos' se lo dijimos aquí.

P.- Conoce Granada desde hace mucho tiempo, es cinéfilo. ¿Está Granada capacitada para acoger una gala de los Goya?

R.- Yo creo que sí. Granada es una ciudad maravillosa a nivel internacional. Yo creo que Granada se merece tener los Goya. Ya tiene un Festival Internacional de Música y Danza. Creo que Granada va a cumplir maravillosamente bien. Yo creo que además, quien no conozca Granada, que vengan a ver los Goya y no conozcan Granada y se encuentren con esta ciudad monumental, con la Alhambra, pero no solo, con el maravilloso Sacromonte, con el precioso Albaycinco, con el Centro de la ciudad, con nuestra Catedral, con nuestro centro monumental, es que Granada es una barbaridad, pero además, no es solo eso, es que tenemos una provincia maravillosa.

Tenemos Sierra Nevada ahí con las Alpujarras a 20 minutos de coche, pasas de la Vega a un monte nevado y luego en media hora estás en el Trópico y en la playa. ¿Quién tiene eso? Creo que somos unos privilegiados absolutos. Creo que nuestra provincia es una verdadera maravilla y nuestra ciudad es una de las mejores ciudades del mundo. Granada se merece los Goya y creo que va a ser un papelón, porque con poco que le enseñen o que le organicen a los invitados, que estoy seguro que lo van a hacer, alguna visita por cualquier zona de Granada van a quedarse alucinando como se quedaron cuando España fue Presidencia de la Unión Europea y vino Pedro Sánchez con la Presidencia de la Unión y con toda la tropa y se quedaron a cuadros.

Creo que Granada es una barbaridad. Yo estoy orgullosísimo de mi Granada. Creo que tenemos unas instituciones que también conocen perfectamente con qué se están manejando y creo que vamos a hacer un papel maravilloso. Creo que creo mucho en nuestras instituciones, creo que lo han hecho bien y que lo van a hacer mejor y que además creo que son también unas instituciones orgullosas de su ciudad y de su tierra y de su provincia. Yo incluyo toda la provincia.

La sala de cine Madrigal cuenta con más de 500 butacas

P.- Si la historia de Cine Madrigal fuera una película, ¿a qué Goya estaría nominado o qué Goya recibiría si dependiera de usted?

R.- ¡Qué difícil! Habría que crear una especial, no sé, a los más tontos o a los más resistentes o a los más locos o algo así (sonríe). Creo que sí, que sería el Goya a la familia más loca o a los más locos de Granada.

P.- Cuando pasen muchos años y usted no esté, ¿cómo le gustaría, esté o no esté abierto, que los granadinos recordaran el cine Madrigal?

R.- Hombre, a mí me gustaría que se recordara el Cine Madrigal. Como el prototipo de esa época dorada del cine que tuvo Granada con cines que eran cines. Que eran edificios singulares de cine y que estaban repartidos por la ciudad. Yo soy muy romántico, quizá por el hecho de tener Madrigal, pero yo fui al cine cuando era un chavalete, cuando era un niño y estaba acostumbrado a ver este tipo de cines. Es decir, yo he estado viendo pelis en el Aliatar, viendo pelis en el Goya, viendo pelis en el Regio.

De alguna manera, el Madrigal ejemplifica a todos esos cines maravillosos, que eran verdaderas cajas de sueños. Eran así, tú ibas con verdadera ilusión a un cine a soñar y a vivir vidas y experiencias que no tienes, pero es que las vives. O sea, el cine, lo maravilloso que tiene el cine es que te permite en una butaca vivir experiencias impresionantes. No necesitas subir al Everest. Puedes ver una película sobre el Everest y estás viviendo.

Nosotros conocemos mucha historia, muchas situaciones que han ocurrido gracias al cine. El aficionado al cine tiene muchas experiencias y conoce mucho gracias al cine, gracias al poder cultural e instructivo que tiene el cine y además de crear vivencia, porque estás sufriendo con los protagonistas o estás divirtiéndote.

En ese momento la gente cuando ve una película, una comedia divertida, se ríe en el cine y se ríe de lo que está viendo en la pantalla, pero se ríe con los que están actuando, se está metiendo. Cuando te plantean una historia de terror, pasas miedo con lo que están pasando los protagonistas. Estás experimentando una serie de vivencias gracias al cine.

Te estás dotando de experiencias enriquecedoras, sin tener que que ir a una casa encantada o que meterte en un apartamento con Doris Day Rojatson. Vives situaciones románticas. Te abre de una manera espectacular la mente a experiencias, a situaciones, a posibilidades, a pensar.

Un cliente nuestro decía que del Madrigal al final de la película terminas hablando, cuando sales a la calle sales hablando de la película. Es verdad, provoca ese debate, esa inquietud intelectual o esa inquietud emocional cuando la película es una película de acción y está bien hecha. Creo que me gustaría que quedara ese recuerdo de esas experiencias vividas en el cine, porque se viven experiencias en los cines.

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Comentarios (2)

  1. Manuel dice:

    Creo que el Madrigal es un fenómeno cultural, un ejemplo de resistencia, una apuesta por revalorizar al centro de Granada y una fortaleza cultural de Granada que no debemos perder. Siempre que puedo voy al cine en el Madrigal

  2. Maria dice:

    Este mítico cine necesita ser restaurado ya para que permanezca vivo para las futuras generaciones

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