El Papa critica la actuación de "un grupito" de la prensa en el caso Romanones por informar "con prejuicios"
El Pontífice asegura que los implicados quedaron "destruidos psicológicamente"
El Papa Francisco ha criticado la labor de "un grupito" de la prensa española en el 'caso Romanones' ya que, a su juicio, se hicieron informaciones "con prejuicios" y los implicados quedaron "destruidos psicológicamente".
El Pontífice se refiere al juicio al padre Román Martínez, que fue acusado de abusos sexuales a un menor y finalmente fue absuelto por la Audiencia de Granada en 2018 por falta "total y absoluta" de pruebas contra él, así como por la "inconsistencia del relato" del denunciante, al que el juez condenó a pagar las costas del proceso.
"Yo les hablé del juicio mediático a esos curas en España. El daño que ha hecho la prensa española ahí. No la prensa española, un grupito de prensa española. Y fueron declarados inocentes. ¿Quién rescata a esos hombres ahora? Uno ya pidió la reducción a estado laical porque quedó destruido psicológicamente. Yo ahí ataco los prejuicios, el juicio mediático con fuerza", ha declarado.
El obispo de Roma ha hecho estas declaraciones en una entrevista con la televisión mexicana Televisa que ha sido publicada por el portal de noticias Vatican News.
El pontífice, que también ha defendido la presunción de inocencia del cardenal francés y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, condenado en primer grado por encubrir un caso de abusos, ha dicho que no puede explicarse la pedofilia tanto en el seno de la Iglesia como en el mundo "sin ver el espíritu del mal ahí".
"Solamente vemos aquí el espíritu del mal, que incita todo esto. Y digo la verdad, yo no puedo explicarme el problema de la pedofilia, pongamos ese, sin ver el espíritu del mal ahí. Soy creyente y Jesús nos enseñó que el diablo es así", ha señalado.
De todas formas, ha subrayado que la pederastia en la Iglesia es "una monstruosidad" y ha revelado que la razón de la cumbre en el Vaticano con todos los jefes de las Conferencias Episcopales del mundo para atajar los abusos es ejercer una "política" de "abrir procesos".
"Aunque fuera uno solo y lo digo, es monstruoso, ¡es monstruoso! El cura tiene que llevar a Jesús a un chico. Y con eso lo destruye, lo sepulta. Esa es la gran monstruosidad", ha determinado.
Concertinas en Melilla
Por otro lado, el Papa ha vuelto a criticar que se coloquen concertinas en la barrera de Melilla para frenar el flujo de migrantes hacia España desde Marruecos o el muro que divide Estados Unidos y México.
Para el Papa se tratan de métodos de seguridad equivocados cuando "la defensa es el diálogo, el crecimiento, la acogida y la educación, la integración, o el sano límite del no se puede más, pero humano".
"En esto no me refiero solo al límite de México, hablo de todas las barreras que hay. Me referí así, en una entrevista no hace mucho, a lo que hay en Ceuta y Melilla es terrible, con las concertinas. Después el gobierno las mandó sacar ¿no? Pero es cruel, es cruel. Y separar a los chicos de los padres va contra el derecho natural", ha indicado.
En este sentido, se ha preguntado "para defender ¿qué?". "El territorio o la economía del país o vaya a saber qué ¿no? Pero son esquemas de pensamiento que se vuelcan al quehacer político, y hacen una política de ese tipo ¿no? Es muy triste", ha dicho el pontífice.
El obispo de Roma también ha arremetido contra la violencia contra la mujer y la prostitución, y ha lamentado "que todavía la mujer está en segundo lugar".
"Si acaso la mujer logra puestos importantes, de influjos importantes, los conocemos, casos de mujeres geniales. Pero en el imaginario colectivo ¡Uy, mira vos, una mujer llegó! ¡Llegó a ser un Premio Nóbel! Gran casualidad. Eso mismo, usted vea el genio literario cómo se expresa en estas cosas", ha concluido.
El Papa Francisco se mostró en desacuerdo con la idea de quienes sostienen que en México se debería convenir con el narcotráfico como una vía para pacificar al país, sacudido por la violencia desatada por el crimen organizado.
Le suena "mal" pactar con narcos
Por otro lado, el Pontífice ha indicado que le "suena mal" un pacto con el narcotráfico. "A mí me suena mal. Es como si yo para ayudar a la evangelización de un país pactara con el diablo", ha precisado.
En el estado de Guerrero, en México, el sacerdote católico Salvador Rangel se ha reunido con poderosos narcotraficantes buscando apaciguar la violencia que agobia a la zona. Antes de ser presidente de México en diciembre, López Obrador fue uno de los pocos personajes públicos que respaldó al obispo.
Al igual que hace cuatro años, el Pontífice ha opinado que "realmente el diablo le tiene bronca a México" al precisar que esa es su opinión como "hombre del pueblo". En 2015, Francisco dijo que los conflictos y la violencia que golpean al país son un castigo del diablo debido a su histórica devoción católica.
Francisco considera que México debe buscar "salidas políticas" a sus problemas y acuerdos entre los diversos sectores y partidos, y aunque ha expresado que no podía dar recomendaciones al gobierno de López Obrador, ha afirmado que en política hay que ser creativos.
México está inmerso desde hace 12 años en un espiral de violencia que se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas y miles de desaparecidos mientras el crimen organizado ha seguido expandiendo sus actividades a amplias zonas del país.
López Obrador ha indicado que no combatirá la violencia con más violencia y ha dicho que atacará las razones que llevan a miles de jóvenes a engrosar las filas del narcotráfico, ofreciéndoles trabajo y oportunidades.
Pero el remilgoso y comodón Arzobispo de Granada, tan espectacular en lo que no hizo falta y sin presumir la constitucional inocencia (In dubio pro reo),(Todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario) no lo ha rehabilitado con gallardía sino vergonzantemente en un colegio mayor del Camino Ronda ¡¡¡Así va la Iglesia!!!