El segundo policía asesinado en Kabul vivía con su familia en Monachil
El municipio decreta tres días de luto · Ha celebrado un Pleno extraordinario para condenar el atentado y ponerse a disposición de los familiares
Las autoridades y vecinos han guardado un minuto de silencio en Monachil en memoria del polícia fallecido que residía allí. Foto: Diputación de Granada
El agente de la Policía Nacional Jorge García Tudela, uno de los dos españoles que ha muerto a consecuencia del atentado perpetrado este viernes cerca de la Embajada española en la capital afgana, Kabul, vivía desde hace varis años con su familia en Monachil (Granada), municipio que, como consecuencia de lo ocurrido, va a decretar tres días de luto oficial que empezarán a ser efectivos desde este sábado.
En Monachil se ha guardado un minuto de silencio las 13.30 horas de este sábado en la puerta del Ayuntamiento por el asesinato de este policía, donde han estado presentes representantes de la Diputación de Granada, de la Junta de Andalucía y de los distintos partidos políticos.
Tras ese acto, se ha celebrado un Pleno extraordinario para condenar el atentado, ponerse a disposición de la familia del agente fallecido, y decretar los referidos tres días de luto oficial, según ha explicado el alcalde de Monachil, José Morales.
El regidor ha señalado que la familia de Jorge García Tudela era oriunda de Madrid, si bien llevaban varios años viviendo en Monachil, donde sus hijos están escolarizados.
Precisamente en Madrid es donde tiene previsto reunirse el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con los familiares de este policía, al igual que se desplazará a León para reunirse con la familia de Isidro Gabino San Martín Hernández, el otro policía español asesinado durante el referido atentado.
Jorge García Tudela, de 47 años, nació el 22 de abril de 1970 e ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1995, para ascender en 2003 a subinspector. Este agente se encontraba en un edificio contiguo al lugar donde los talibán detonaron el coche frente a la Embajada, según han informado fuentes policiales.
Desde que se consiguió repeler el ataque en la Embajada, las autoridades trataron sin éxito de localizar al subinspector García Tudela. Llamaron en repetidas ocasiones a su teléfono móvil, el aparato daba señal pero no contestaba nadie. Esta circunstancia hizo temer a sus compañeros sobre su estado de salud.
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