El silencio 'vuelve' a una Granada llena de persianas bajadas
Bares y restaurantes, los principales perjudicados en unas medidas que deja a estos sectores con la respiración contenida durante dos semanas · El tránsito en las calles se ve mermado con las restricciones
Casi como un domingo, pero en pleno martes. Si lo que pretendía la medida del cierre de la actividad no esencial en Granada era frenar la presencia de personas en las calles se puede decir que no en su totalidad pero sí lo ha logrado. El silencio ha vuelto a las calles de la capital y de los municipios con las persianas bajadas de los negocios que no pueden abrir.
Con el sector de la hostelería y el comercio como principales afectados ante esta situación que se aplica únicamente en todos los municipios de Granada, el cierre de los negocios ha retraído a la actualidad casi las mismas sensaciones de los días de confinamiento cuando no se podía salir a la calle.
Pero a diferencia de entonces, esta vez sí se puede discurrir por las calles para acudir a alguna de las actividades esenciales que sí están permitidas, como por ejemplo una peluquería, el banco o una droguería. En definitiva, acudir o salir a la calle para lo estrictamente necesario.
Y es que este es el mensaje que quiere darse y debe grabarse a fuego para frenar la frenética subida de casos de Granada experimentada en el último mes y medio, fundamentalmente desde el Puente de la Hispanidad, en el que aún retumban aquellos gritos y saltos irresponsables en la calle Ganivet.
Nada tiene que ver la situación vivida hoy en este punto, donde solo las oficinas dan algo de vida a una zona concurrida para el ocio, y también el negocio, aunque este deba realizarse de puertas hacia dentro y siempre cumpliendo las medidas de seguridad.
En cada municipio y localidad
Recogidas, Bibrambla, Mesones, Zacatín, Gran Vía, Puerta Real o Alhóndiga se han quedado prácticamente vacías por la ausencia de tiendas, pero esta situación también es extrapolable a cualquiera de los barrios de la capital o incluso a cualquier rincón de alguno de los otros 173 municipios granadinos donde la situación ha venido como un jarro de agua fría para los que no puede abrir.
Y es que los sectores afectados vuelven a contener la respiración sin saber si podrán levantar la persiana el día 24 o por el contrario les tocará mantenerse cerrados ante la situación que les ha tocado revivir. Granada ha vuelto a escuchar cómo suena el silencio sin actividad comercial y de restauración, entre otros.
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