En la memoria del cante... y de Lorca
El Ballet Flamenco de Andalucía conquista el Generalife en el estreno del espectáculo con el que deleitará las noches de verano de Granada
Rafaela Carrasco, durante la actuación que se desarrolla en los Jardines del Generalife. Foto: Álex Cámara
Con la magia y el embrujo que siempre pueda ofrecer el enclave único que brinda la Alhambra y el Generalife, las noches de Granada serán más completas durante este verano con el espectáculo 'En la memoria del cante', que desde este martes brinda la posibilidad de remontarse a la Granada de 1922 por y desde el flamenco en un espectáculo sin parangón.
Ficha Artística
Solistas
Rafaela Carrasco
David Coria
Ana Morales
Hugo López
Bailaoras
Alejandra Gudí
Florencia O’Ryan
Laura Santamaría
Paula Comitre
Carmen Yanes
Bailaores
Eduardo Leal
Antonio López
Alberto Sellés
Cantaores
Antonio Campos
Miguel Ortega
Guitarristas
Juan Antonio Suárez ‘Cano’
Jesús Torres
Dirección Artística
Rafaela Carrasco
Bajo la dirección artística de Rafaela Carrasco, el Ballet Flamenco de Andalucía deja constancia del sumo cuidado con el que trata este arte patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad, y lo hace para sumergir al espectador en el concurso que dio origen al sostenimiento de lo que hoy se puede ver sobre cualquier escenario o cueva sacromontana, entre otros.
Dejarse llevar hasta la plaza de los Aljibes de la Alhambra a poco de escuchar el zapateo y taconeo de los presentes sobre las tablas del Generalife, el primer certamen de cante flamenco nacional liderado por Manuel de Falla junto a Zuloaga y el impulso de un joven Federico García Lorca, con solo 23 años, volvió a renacer.
Para ello los componentes del Ballet Flamenco van poco a poco sumergiendo al espectador en aquella Granada y aquél concurso, que también contó con la contribución de numerosos intelectuales españoles y personajes influyentes, para oír piezas únicas como la soleá de ‘El Tenazas’, la seguiriya de Manuel Torre, la toná de Caracol o la saeta de la Niña de los Peines.
Como 'jurados' de excepción, el Generalife también brinda la oportunidad de disfrutar de José Enrique Morente, el hijo del artista granadino fallecido hace unos años, que deja momentos de sobrecogimiento y profundidad compartiendo con las guitarras de Juan Antonio Suárez 'Cano' y Jesús Torres.
Además, hay que añadir también las voces de Antonio Campos y Miguel Ortega, su peculiar 'mano a mano' que detiene el tiempo para deleitarse de forma excepcional.
Pero no solo de la voz vive este singular espectáculo, pues es el baile el que aporta una nota característica que lo hace indescriptible por momentos.
Las coreografías de los presentes mezclan parte de las grabaciones originales de la época añadiendo elementos personales que invitan a la emoción personal y contenida de quien se siente atraído por lo que están percibiendo sus cinco sentidos en, este caso, un enclave único.
Rafaela Carrasco, con su colosal interpretación de 'la Niña de los Peines' es solo un ejemplo. Pero a ella hay que añadir el papel que desempeñan sobre las tablas también David Coria, Hugo López y Ana Morales, quienes tienen sus momentos de gloria y pasión a lo largo de la hora y media aproximada que dura el espectáculo.
Aquél concurso de 1922 se hizo para dignificar la riqueza del flamenco y otorgarle el reconocimiento cultural que propiciará además su conservación con el paso de los años hasta nuestros días y que deja patente que, tal y como queda demostrado en este espectáculo, 92 años no son nada si se viven con salud.
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