"Esta ciudad nunca valorará suficientemente lo que hacen por ella las hermandades"
El presidente de la Federación de Hermandades y Cofradías, Jesús Muros, reivindica el esfuerzo que realizan las distintas corporaciones y pide comprensión por ello
Cumple su tercer año al frente de la Federación de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Granada. Lo hace con retos por cumplir, pero sobre todo con metas alcanzadas. Jesús Muros hace balance de lo recorrido y de lo que está por llegar estos días en Semana Santa granadina, que espera que la ciudad entienda plenamente para poder ponerle "la guinda".
Pregunta.- Se cumplen tres años desde su elección, ¿qué balance hace al frente de la Federación de Cofradías ?
Respuesta.- Es un balance positivo. Había cosa s que nos habíamos puesto como metas y poco a poco las vamos consiguiendo. Se ha conseguido que las hermandades por propia voluntad vayan entendiendo que hay que ir reduciendo los horarios de paso. No hay que aburrir al personal. Hemos cumplido con una obligación que nos impusieron, que por razones de seguridad los accesos a los palcos se hicieran por detrás. Este año están concluidos todos. Nos quedan tres que por problemas de la columna no hemos podido solucionar. Y si conseguimos, así lo estima el Ayuntamiento conveniente, crear la quinta fila en la zona de Correos, sí que podríamos solucionarlo. Eso sería importante si reúne las condiciones de seguridad y se puede hacer.
Se amplió unos nuevos palcos en Pescadería, que quedaba un poco cojo solo en un lateral. El problema es que la demanda es mucho más de lo que podemos dar. Tenemos una lista de espera que roza casi las 200 personas. Ahí vamos avanzando en esto.
P.- Esto significa que no está en crisis el querer ver las hermandades en la carrera oficial.
R.- Todo lo contrario. Si ahora mismo pudiéramos poner a la venta 180 palcos más, en dos días estarían vendidos todos.
P.- ¿Ha notado alguna diferencia respecto a cuando llegó en este sentido?
R.- No. La demanda existía. Lo que sí es que esta Junta de Gobierno ha puesto en marcha otra filosofía. Antes se generaba una cola grande para recoger los palcos. Ahora se ha eliminado. Hay una labor previa de tesorería y es comprobar, y solo preparar o imprimir aquellos palcos que están pagados, que en este caso son el 100%. Cuando la gente viene a recoger ya están por orden alfabético, se preparan cinco mesas diferentes por orden diferente y van directas a su apellido. Tenemos a cinco personas dando palcos.
Eso ha agilizado muchísimo. Incluso ya estamos trabajando, igual que tenemos TPV (pago con tarjeta de crédito), los palcos se pueden domiciliar y para el año que viene se puede intentar que una persona una persona que ha hecho su pago se le valide desde aquí y pueda tener su palco sin tener que pasar por Federación.
P.- Con ejemplos como este, ¿tiene la sensación de que poco a poco va modernizando la Federación?
R.- Sí, pero no porque lo haga este presidente, sino porque los tiempos evolucionan. Hemos entendido que la Federación debe ir evolucionando al nivel de los tiempos. Parecía un poco absurdo que no tuviéramos para poder cobrar con tarjeta. También teníamos que tenerlo aquí.
P.- Hay que tener voluntad para hacer esos cambios
R.- Por supuesto, hay que tenerla por parte del equipo que gobierna, para eso necesitas la complicidad del tesorero, del secretario, de toda la gente.
P. Y las hermandades, ¿se van modernizando?
R.- Creo que sí. El ejemplo de la TP en la mesa de póstula de algunas hermandades ya la tienes, por si no tienes tarjeta. Hay que irse adaptando a los tiempos y poco a poco vamos todas las hermandades con un programa informático que controla su patrimonio, hermanos, emisión de recibos, contabilidad... Eso que hace no muchos años parecía una utopía hoy día es una realidad en el 100% de las cofradías.
P.- Casi todas se han modernizado tecnológicamente también, ¿pero mantienen todas la esencia de lo que es una hermandad?
R.- Creo que sí, por supuesto. Esta Cuaresma he acudido a varias funciones principales de varias hermandades y se mantiene un protocolo como hace años y el aire que tú respiras allí es el mismo que se podía respirar, con muchos más hermanos y más personas; hace quince o veinte años.
P.- Si fuera médico, ¿qué estado de salud diagnosticaría a las cofradías granadinas?
R.- Creo que una salud magnífica. Tiene muy buena salud. Te lo dice alguien que lleva en la Semana Santa 50 años y que ha vivido la crisis de los 70. Fue una crisis durísima para las hermandades. Los precios de los costaleros se había disparado. Cuando tenías los pasos y había que pagar a 70 u 80 hombres no llegaba para nada más. Recuerdo haber tenido claveles de plástico en medio del calvario. La crisis de hace unos años, las hermandades han sufrido la crisis de la sociedad, con hermanos sin trabajo y que no podían pagar sus cuotas y las hermandades han hecho frente a eso. Han hecho frente a un desembolso en caridad como no se ha conocido nunca.
La labor social de las hermandades, por qué no decirlo, con la bonanza nos habíamos dedicados a hacer otras cosas porque no teníamos quien viniera a nuestra puerta a pedirnos. Con ello te relajabas. Colaborabas con la parroquia, pero te relajabas. Afortunadamente cuando llegó la crisis las hermandades y dieron un paso adelante y optaron por mantener y no hacer enseres. La labor social que se ha hecho es magnífica. El economato solidario el año pasado dio casi 1.400 comidas, es una cifra impresionante que demuestra la solidaridad de las hermandades.
Hemos aprendido que eso es fundamental en nuestra vida diaria, la colaboración, la solidaridad, la caridad, si esto sigue progresando ya se va recobrando. Vemos que vuelve a haber muchos hermanos para imponerse la medalla. Este año hemos visto tímidamente esos guiones de Juventud, proyectos de paso, aunque sea pensando en un futuro. Veo que nuestra salud, de las hermandades, afortunadamente está bien, indiscutiblemente podremos estar mejor y estaremos.
P.- Esa labor solidaria, la sociedad, ¿la conoce verdaderamente o mira para otro lado?
R.- La conoce menos de lo que se hace. En parte por culpa nuestra, porque durante muchos años hemos seguido la máxima de que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha. Creo que es importante que también se conozca. Ya se va conociendo. Siempre que hablamos con prensa me gusta hablar del economato solidario, de las campañas que hacen las hermandades con sus ensayos solidarios, recogiendo comida que luego se entrega, las bandas, ya sí la sociedad va conociendo que una hermandad no solo se dedica a hacer coronas y hacer mantos. Detrás hay mucho más.
P.- Hay quien no quiere verlo
P.- Eso pasa en todos los ámbitos de la vida, quien no valora el esfuerzo que se hace. Pero no debemos entrar en esas historias. Tenemos que seguir en nuestro camino y dar ejemplo de la fe que tenemos y cumplir lo que el Señor nos mandó.
P.- ¿Considera que hay un sector de la sociedad que ahora tiene por moda oponerse a la Semana Santa?
R.- Digamos que está de moda "ser contrario a". Me sorprende, porque tengo reuniones habituales con los demás presidentes de Andalucía. Hay cosas de esta ciudad que me sorprenden y en otras pasan y en otras no. Está un poco de moda "estar en contra de" y ahora nos ha tocado a nosotros. Pues ya está. Siempre insisto en lo mismo. Nunca valorará esta ciudad suficientemente lo que las hermandades y la Semana Santa hacen por la ciudad. El beneficio, lo que genera esta Semana Santa para toda la ciudad es muy grande. Creamos inconvenientes. Eso pasa aquí, en Córdoba, Sevilla o en Almería, hasta en Loja o en Motril.
Pero, ¿y el beneficio que se da? ¿Cuántos puestos de trabajo generan todos esos comercios y esos bares durante esta semana? No me refiero solo a la gente que viene de fuera, sino al granadino que vive en el Zaidín, en la Chana, en la Carretera de Jaén y que viene al centro a tomarse una cerveza o un bocadillo, cosa que no haría ningún lunes, martes o miércoles del año si no fuera porque está la Semana Santa, porque el resto del año se queda en su barrio. Eso también es generar riqueza.
P.- ¿Qué explicación le encuentra a que después de seis años los comerciantes de Ganivet de repente se hayan levantado?
R.- No lo entiendo. Después de esto siempre hay alguien que le echa un poco de leña al fuego. Los palcos de Ganivet como los de Pasiegas hay que montarlos. No se monta de la noche a la mañana. No se puede cortar el tráfico y hay que trabajar. Unos trabajadores hay que pensar en su seguridad y deben hacerlo con coches circulando. Este año con la decisión municipal las tribunas se van a quitar en tres o cuatro días, a cambio de que se le permita a la empresa trabajar de noche. Se empezará el Domingo de Resurrección por la tarde y se estará todo el día, la noche del lunes y todo el día del lunes. Esperamos que para el martes tarde esté todo Ganivet despejado.
Sí me gustaría corregir a las empresas de esta calle, que decían que han estado ocho semanas. Nunca han estado los palcos en Ganivet ocho semanas. Como mucho tres o cuatro semanas. Que se puede montar en menos tiempo, probablemente sí; pero eso requiere de unos costes que nadie quiere asumir.
P.- El cambio de Gobierno en la Plaza del Carmen, ¿se ha notado en algo en esta Federación?
R.- Afortunadamente no. Hemos seguido manteniendo la misma relación cordial con el Ayuntamiento y sin ningún problema. Ha habido algunos roces en algunas cuestiones, que achaco a la falta de práctica. Veníamos con un Ayuntamiento con el que llevábamos trabajando esta Junta de Gobierno estos casi tres años. El anterior llevaba cuatro años. Indiscutiblemente eso se nota, pero con muy buena voluntad todo lo que ha ido surgiendo se ha ido solucionado.
P.- ¿Qué guinda le falta a la Semana Santa de Granada?
R.- Que la ciudad nos comprenda. Si las ciudad nos comprendiese, creo que habría e iríamos mucho mejor. Las hermandades irían mejor. La sociedad también.
P.- ¿Hay visos de aumentar el número de hermandades?
R.- Hoy por hoy no, porque hay algún intento en la Zona Norte o en la Chana, pero muy tímido, hasta tal timidez que yo estoy aquí y me he ofrecido siempre a disposición de quien lo considere oportuno y nadie ha venido a decirlo "que estamos formando una hermandad". Por cierto, primero parroquia a una prohermandad con el consentimiento del párroco y empezar a trabajar.
P.- Al que no haya visto nunca la Semana Santa de Granada, ¿qué le recomendaría que no se tiene que perder en esos ocho días?
R.- (Sonríe) Es muy complejo. El otro día enseñaba a una compañera de la oficina que ha venido nueva y se va a quedar a ver la Semana Santa. Le tuve que hacer casi cada día un sitio para cada hermandad. Sí habría una cosa que recomendaría a todo el que viniese, que es diferente y que no lo hay en ningún sitio del mundo: el Campo del Príncipe Viernes Santo 3 de la tarde. Todo el que ha pasado por ahí se ha ido con un pellizco que le dura siempre.
P.- ¿Tiene fuerza para seguir el año que le queda?
R.- Sí, por supuesto.
P.- ¿Y para repetir?
R.- Eso ya lo veremos cuando llegue el momento.