jueves 28 marzo
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"Esto es injusto, quiero que me devuelvan a mis hijos"

Juana Rivas asegura que no podía volver a Italia porque "no quería vivir más bajo torturas", en un juicio que, tras cuatro horas y media, ha quedado visto para sentencia

Juana Rivas, en uno de los momentos del juicio. Foto: Pool EFE / Pepe Torres

"Esto es injusto, sólo quiero que me devuelvan a mis hijos". Visiblemente emocionada Juana Rivas ha hecho así su último alegato en la vista que se ha celebrado este miércoles por la presunta sustracción de sus dos hijos mejores, antes de que quedara vista para sentencia.

Durante las cuatro horas y media que ha durado el juicio, la madre de Maracena ha relatado ante el magistrado de lo Penal l de Granada que aquel 18 de mayo de 2016, cuando decidió trasladarse desde la isla de Carloforte (Italia), tenía billete de vuelta pero no volvió porque "no quería vivir más bajo las torturas" de su expareja, a quien no comunicó su decisión de quedarse en España hasta el 2 de agosto de ese año, cuando le dijo que no iba a regresar porque "no aguantaba más la vida que me estaba dando".

Rivas, quien ha asegurado creer que "siempre" estaba actuando de acuerdo a ley, ha manifestado que no entregó a los niños a Francesco Arcuri pese a conocer las resoluciones judiciales que le obligaban a ello, porque "pensaba que iba a ser imposible que me los quitaran ya que estábamos escapando de una situación de maltrato". "Cómo le iba a entregar, los padres somos garantes de la seguridad de nuestros hijos y siempre he creído que tenía camino legal", ha llegado a decir a preguntas del fiscal que pide para ella cinco años de cárcel por dos delitos de sustracción de menores y uno de desobediencia.

La madre ha reconocido que sabía que le estaban requiriendo a sus hijos pero creía "imposible" que finalmente fuera obligada a entregarlos para que regresaran a Italia, donde están escolarizados y residían hasta que ella decidió marcharse porque era "insoportable" continuar allí. Además, ha reiterado que "siempre fue actuando dentro de lo que le iban diciendo" sus distintos asesores y abogados, que si bien le advirtieron de que "podría tener represalias y dificultades" no le hablaron de que podía enfrentarse a "años de cárcel y retirada de la patria potestad", ha dicho.

La madre de Maracena a su llegada al Juzgado este miércoles. Foto: Álex Cámara

En este sentido, ha afirmado que le precisaron no tener que entregar a los niños mientras hubiera recursos y que luego, cuando se acudió al Tribunal Constitucional, le plantearon que no era "producente" hacerlo hasta que existiera una resolución. Fue entonces, cuando le transmitieron que no había "más armas legales" tras permanecer un mes en paradero desconocido con ellos, el momento en el que decidió entregarlos.

Aunque el juez, Manuel Piñar, ha advertido en varias ocasiones de que la de este miércoles "no es una causa de malos tratos", Rivas, a preguntas de su abogado José Estanislao López, que para proteger a sus hijos tenía que poner una denuncia "y la pongo el 12 de julio, pero se archivó por falta de competencias de los tribunales españoles. En Cagliari todavía no se ha tramitado la denuncia", ha comentado.

Videoconferencia con Arcuri

Mediante una videoconferencia, Francesco Arcuri, que ejerce la acusación particular en esta causa, ha negado los malos tratos de los que le acusa ella y ha hecho hincapié en que no existe, en Italia ni en España, ningún procedimiento abierto contra él en este sentido.

Ha garantizado que, pese a que fue condenado en 2009 por lesiones en el ámbito familiar, en una sentencia que se dictó por conformidad de las partes, "no la había pegado" y que posteriormente retomaron la convivencia. Después nació su segundo hijo y en 2013 se inscribieron como familia en Italia.

Arcuri ha explicado que desde que ella le comunica su decisión de no volver a Italia, el 2 de agosto, la comunicación con sus dos hijos "era menos frecuente" y que, a partir de noviembre de 2016 le "cortaron la comunicación", puesto que "o no cogía el teléfono o me colgaban cuando veían que era yo", por lo que "no sabía dónde estaban los niños". Igualmente, a preguntas de la fiscal, ha contado que de estar con ellos "cotidianamente", pasó a no verlos, "no saber de ellos". "Yo tenía una óptima relación con mis hijos, ya que me ocupaba de ellos al 80%", ha añadido.

La expareja de Juana Rivas ha sostenido que "no estaba seguro" de que los niños pudieran estar en casa de la abuela en Maracena.

En el juicio, también han intervenido ocho de los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional presentes el día en el que la madre de la localidad maracenera debió acudir al punto de encuentro de Arabial a dejar a los niños, así como la psicóloga forense que hizo el informe al Gabriel, el mayor de los dos hermanos, a petición del Juzgado de Granada.

Juana Rivas atiende al juez durante la vista de este miércoles. Foto: Pool EFE / Pepe Torres

Alicia Martínez Montalbán, que ha declarado por videoconferencia, ha asegurado que el objetivo de la pericial que le solicitó era corroborar si los pequeños corrían peligro volviendo con su padre.

"No aprecié peligro si el niño regresaba con el padre. El menor tiene vinculación con ambos progenitores y a lo largo de la entrevista me dice que quiere venir a vivir con la madre, pero no tiene problemas con el padre. El niño tenía comunicaciones largas con su progenitor y hablaba con naturalidad. Si bien, reconoció que los padres se llevaban mal y que cuando estaban juntos discutían", ha informado la psicóloga al tiempo que ha descrito a Gabriel como un niño "emocionalmente estable y más maduro de lo que le correspondería a esa edad".

Así, en sus conclusiones la Fiscalía ha sumado un delito de desobediencia judicial y ha pedido una sentencia condenatoria por entender que ha quedado probada la comisión de los delitos de los que se acusa a Juana Rivas. "Las resoluciones judiciales son de obligado cumplimiento para todos. El padre no sabía dónde estaban sus hijos, es una situación estresante, horrible. La sustracción de menores queda justificada porque no hay motivos para esa retención", ha aseverado.

Libre absolución

De igual modo, el abogado de la acusación, Enrique Zambrano, ha dicho que hacen suyo el informe del Ministerio Público y ha afeado a Rivas que enmarque todo lo sucedido en una "injusticia" porque no se dice lo que "ella quiere".

Por su parte, el letrado de Juana Rivas, José Estanislao López, ha solicitado la libre absolución, dado que la sustracción de menores requiere una "intencionalidad y dolo específico" que no ha existido en este caso y que ella ha actuado guiada por sus asesores. También ha  señalado que las conclusiones tanto de Ministerio Público como de acusación se basan en "darle absoluta credibilidad a Arcuri y no la merece".

López ha matizado, además, que ha existido un delito de sustracción de menores y no dos, como expone la Fiscalía, en tanto que es una "unidad de acto".

Así las cosas, la madre de Maracena podría enfrentarse a un total de cinco años de cárcel y seis de inhabilitación durante seis años para ejercer el derecho de patria potestad sobre los niños, de 11 y tres años.

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