Fabri y Anquela, dos antagonistas en el mismo escenario y una situación similar
El gallego evitó el cese tras vencer en el Pizjuán en la 11/12 mientras que el técnico jiennense cayó fulminado tras perder 3-0
Los jugadores del Granada celebran el gol en Sevilla de la 11/12. Foto: LFP
El Granada CF llega este domingo al Ramón Sánchez Pizjuán, un estadio en el que cuenta sus visitas con repercusión importante en el banquillo, al menos los dos primeros años desde el retorno a Primera División.
Fabri y Anquela se pueden considerar dos antagonistas en el seno de la entidad rojiblanca en base a lo ocurrido en las campañas 2011-2012 y la 2012-2013 cuando visitaron el estadio del conjunto hispalense, en donde obtuvieron resultados diferentes.
El gallego, héroe de dos ascensos consecutivos, llegó a enfrentarse al Sevilla en la undécima jornada con un pobre bagaje el año del retorno a la máxima categoría, de modo que sumaba solo 5 puntos en esta jornada.
La rumorología popular había colocado al entrenador rojiblanco en la línea de salida en caso de haber sumado una nueva derrota y el séptimo partido sin conseguir el triunfo.
Sin embargo, la victoria casi 'in extremis' de los granadinistas, con tantos de Geijo y Mikel Rico evitaron la destitución del entrenador, que no obstante llegaría jornadas después.
El último de Anquela
El recuerdo, sin embargo, no fue positivo para Juan Antonio Albacete Anquela, quien tras una dura derrota fue destituido en el coliseo hispalense.
Anquela llegaba como entrenador tras seis meses dirigiendo el banquillo granadinista y después de que el club quedase a solo dos puntos de los puestos de descenso directo y pese a haber obtenido en los dos partidos anteriores un empate en Getafe y una victoria en Osasuna.
El técnico jienense acabó su ciclo de apenas seis meses, después de llegar desde Alcorcón tras unas temporadas de éxito desde Segunda B a Segunda División. Sin embargo, su adaptación a la primera categoría no se dio como de él se esperaba y no logró sacar lo mejor de una plantilla de la que se pensaba que se podía extraer más.
Tras la derrota en Sevilla, el club tomó la decisión de hacerse con Lucas Alcaraz, quien acababa de romper su contrato con el Aris griego, donde apenas estuvo unas semanas. El granadino regresaba al club de su ciudad natal, al que ya había dirigido una década antes en la tercera categoría del fútbol nacional.
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