viernes 19 abril
La Capital  |   | Redacción AG

Facua Granada aconseja a los usuarios cómo reclamar los problemas causados por gasóleo adulterado

Es fundamental conservar las facturas o tickets de los repostajes y disponer de un informe técnico que establezca claramente la causa de la avería

Han pasado ya varios días desde la operación policial que en Granada supuso la detención de once personas y diversos registros dentro de la investigación del fraude que vendía como gasóleo de automoción o gasóleo A gasóleo de tipo B o C debidamente manipulado y a un coste mucho menor del gasóleo de automoción normal. El fraude llegaba a tal extremo que de un litro de gasóleo normal, y mediante la correspondiente, se llegaban a conseguir dos litros de gasóleo adulterado.

Este fraude puede provocar graves averías en los vehículos que hayan repostado dicho combustible, especialmente aquel elaborado sobre la base de gasóleo C o de calefacción, que presenta muchas más impurezas, por lo que desde FACUA se insiste en la necesidad de conocer cuáles son las gasolineras implicadas para que los consumidores puedan defender sus legítimos derechos así como intensificar las inspecciones sobre la calidad y adulteración de los combustibles para evitar que estos problemas se repitan.

Cómo reclamar

Desde FACUA Granada ya se han gestionado algunos casos relativos a problemas con suministro de combustible en mal estado, por problemas en los depósitos donde se almacena y en algún caso puntual por el mal estado del mismo. Por eso, los consumidores que deseen reclamar deberían seguir los siguientes pasos: en primer lugar es fundamental identificar cual es la causa concreta del problema, para lo que es necesario disponer de un informe técnico que establezca claramente cual la avería causada y el motivo de la misma. Es importante saber que los problemas con la calidad de combustible suelen causar problemas en los inyectores, pero que esta avería también puede deberse a otras razones. Por eso también es clave poder conservar una muestra del combustible por si fuera necesario para su análisis. En principio no es necesario un informe pericial del hecho pero en caso de que el procedimiento se alargue y salte a la vía judicial si podría ser necesario, por lo que conviene tenerlo presente antes de iniciar ese procedimiento judicial.

Por otro lado también es necesario conservar los tickets y facturas de los diferentes suministros realizados en la gasolinera, para que podamos certificar que hemos realizado ese repostaje. Es importante que en los documentos conste la fecha del repostaje y el tipo de combustible adquirido, por lo que otros documentos como los recibos de la tarjeta de crédito no servirían.

Una vez que se ha producido el hecho y se ha certificado el origen de la avería será necesario dirigirse a la estación de servicio e interponer la correspondiente hoja de reclamaciones donde se acompañará el informe técnico y los tickets o facturas de haber realizado el repostaje. Dichas hojas son de obligatoria disposición para el consumidor y la empresa queda obligada a responder en un plazo no superior a 10 días hábiles.

Pasados esos días, si no se produce respuesta por parte de la empresa o la misma no es satisfactoria, corresponderá dar traslado de la reclamación a la administración competente y continuar el procedimiento, pudiendo solicitar una mediación o arbitraje. En última instancia, si la empresa no se aviene a las medidas existentes en materia de consumo siempre nos queda recurrir a la vía judicial, aunque debemos tener en cuenta siempre el coste de la misma y la tardanza en la resolución del asunto. No obstante si finalmente optamos por la vía judicial también podremos exigir compensación por los daños y perjuicios sufridos por culpa de este gasóleo inadecuado.

Cómo prevenir el problema

Es cierto que resulta complicado prevenir los problemas causados por un gasóleo adulterado, especialmente porque el proceso que sufren de la adulteración hacen que resulte casi imposible distinguirlo de un gasóleo real sin un análisis de laboratorio. Sin embargo si podemos tener algunas cosas en cuenta que nos permitan reducir los riesgos y en lo posible, paliar los efectos de este combustible inadecuado.

La medida fundamental de prevención es mantener el vehículo de forma adecuada, según establecen las directrices del fabricante. El gasóleo, por sí mismo, tiene ciertas impurezas que se acumulan en el filtro para evitar que este pase al sistema motor. Si no realizamos un mantenimiento adecuado y en su fecha esa suciedad puede acumularse y causar averías al motor. Y en caso de gasóleo adulterado, un motor con un mantenimiento adecuado puede “absorber” parte del problema.

Por otro lado también es importante estar atento a las reacciones del vehículo. Los efectos de un gasóleo adulterado pueden tardar unos kilómetros en notarse, dependiendo de la cantidad repostada, el remanente existente en el depósito, el tipo de conducción y el grado de adulteración. No obstante si el vehículo presenta síntomas como ruidos extraños, pérdida de potencia o humo excesivo o con una coloración diferente pueden ser síntomas del problema, especialmente si se producen al poco de repostar, por lo que conviene verificar el estado del vehículo cuanto antes.

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