IU califica de "fiasco" el plan de movilidad
Maite Molina considera “nefasta la gestión de la reordenación del transporte público basada totalmente en la improvisación”
La concejala de IU en el Ayuntamiento de Granada, Maite Molina, ha hecho una valoración de la reordenación del transporte público desde la entrada en funcionamiento de la LAC, calificando de “muy negativa” la reordenación del transporte público en la capital durante las dos semanas que llevan desplegados los nuevos vehículos.
Para Molina la valoración positiva llevada a cabo desde el área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada “es vivir al margen de la realidad con la que se enfrentan diariamente los usuarios del transporte público, tanto los vecinos de Granada como los turistas”.
Según IU, el funcionamiento de la LAC responde a “la gestión de la improvisación más absoluta, y es una tomadura de pelo vender a base de gasto publicitario un transporte rápido, eficaz y moderno, y ponerlo en marcha sin tener las paradas de autobús de los trasbordos terminadas”. La edil de izquierdas insiste en que la Línea de Alta Capacidad ha sido “un despilfarro económico municipal para una ciudad tan pequeña como Granada, donde en lugar de facilitar la movilidad en transporte público lo que se va a promover es el uso del transporte privado”.
Maite Molina ha señalado que es "un insulto a los usuarios del transporte público que se prolongue su gratuidad hasta el 31 de julio, ya que responde a una maniobra para intentar no recibir más quejas de las que ya se están recibiendo”. Entre las críticas se cuentan que las obras estén sin acabar en las paradas; las maquinas expendedoras de billetes todavía no ocupen su lugar; hay que realizar trasbordos innecesarios; hay carencia de información en las paradas; o las paradas para los enlaces estén sin marquesinas.
Molina continúa indicando que a todo ello se suma "el agolpamiento de la gente en el interior de la LAC, en la salida de la puerta trasera es imposible el acceso para personas con carritos, tiene mucha capacidad pero muy pocos asientos, y el interior es sumamente estrecho, los usuarios siguen desconociendo los enlaces para ir a sus barrios, los mapas son inentendibles y el cambio de la nomenclatura era innecesario porque solo se está generando más desconcierto entre los usuarios”.
Por otro lado, Maite Molina indica que no sabe "cómo van a hacer la revisión de los tickets". "Suponemos que tendrán que inventarse un mecanismo láser y pedir que los usuarios levanten las manos mostrando los billetes porque es absolutamente imposible transitar en su interior”.
La edil de IU ha destacado, además, que los grandes perjudicados son los barrios: para ir a Haza Grande desde el Triunfo, la conexión más cercana está en Rector Marín Ocete; para tomar dirección Joaquina Eguaras, se ha de subir hasta la plaza San Isidro; desde el Palacio de Deportes hasta el parque Almunia se tarda menos en ir andando que tener que coger tres autobuses. Desde el Zaidín hasta la Universidad, el U3 pasa por todo el Camino de Ronda y sube por Fuente Nueva, con lo que el recorrido se triplica. “
Todo ello supone que el tiempo de los recorridos pasa de una media de 15/20 minutos a 40/50 minutos para llegar al destino debido a los trasbordos, en definitiva, recorridos kafkianos que entorpecen el uso del transporte público y que lo único que va a fomentar es el mayor uso del transporte privado y en el peor de los casos, la exclusión de la movilidad para las personas mayores y con movilidad reducida”, ha sostenido Molina.
También el horario de verano supondrá invertir más tiempo, según la coalición de izquierdas, ya que la media de espera del autobús pasa de 10 minutos a entre 13 y 15.
Molina ha indicado también que “desde IU ya avisamos de la falta de recorrido alternativo en caso de cortes en Gran Vía, lo cual pudo comprobarse el pasado 9 de julio, sin previo aviso a los usuarios, sin planificación y sin tener las paradas adaptadas para la LAC a personas con movilidad reducida, con lo que las paradas para estos casos mantendrían un escalón importante de entre 30 y 40 centímetros a ras del suelo”.
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