Júbilo taurino en favor de 'GranaDown'
El XVIII Festival congrega a más de 7.000 personas en la Monumental Frascuelo en una tarde apoteósica para los diestros
Momentos antes del inicio del festejo los protagonistas posaron para la posteridad.
Tarde de espectáculo y apoteosis la vivida este domingo en la plaza Monumental Frascuelo en la que cinco de los seis participantes hubieran salido a hombros en la tradicional cita con el Festival GranaDown, que volvió a ofrecer una jornada festiva y social con la tauromaquia de por medio.
LA FICHA
Toros: Se lidio un novillo de la ganadería de Castiblanco para rejoneo, bien presentado. Además, cinco novillos de la ganadería de Enrique Ponce Martínez, desiguales de presentación y juego. Destacó por noble el tercero de la tarde.
Diestros: Leonardo Hernández (dos orejas), El Cordobés (dos orejas), El Cid (dos orejas y rabo), El Fandi (dos orejas y rabo), Daniel Luque (dos orejas) y Román Collado (oreja).
Plaza de Toros de granada Monumental Frascuelo. Poco más de media entrada. Festival a beneficio de la Asociación Granadina del Síndrome de Down. El diestro Enrique Ponce se ausentó por motivos de salud! por lo que fue sustituido por el matador Juan Jesús El Cid.
La corrida comenzó con el rejoneador Leonardo Hernández, quien metió en calor a los asistentes al Festival principalmente en el tercio de banderillas, donde cuajó momentos emocionantes con su cuadra que pusieron al público en pie. Fue con las banderillas pequeñas cuando trató de meterse del público en el bolsillo ante un novillo que cada vez fue apagándose más, aunque permitiéndole cortar las dos orejas tras una certera estocada con el rejón de muerte.
Tras el toreo del rejoneador llegó el turno del toreo a pie que abrió Manuel Diaz 'El Cordobés', que fue de menos a más con 'Mandadero', al que costó despertar en la plaza cuando lo lidiaba a la verónica al borde de las tabla. Ya, con la muleta, el diestro fue quitando de la querencia a su oponente hasta llevárselo a los medios, donde cuajó buenos derechazos ante la imposibilidad de torear al natural, en el que la res de Enrique Ponce se quedaba mucho más corta. Pese a que inició la faena en el tendido 4, el Cordobés se dejó llevar por las querencias del novillo y lo remató en el 8, con el tendido mucho más entregado y con salto de la rana incluido para conseguir también las dos orejas.
Uno de los mejores novillos que se lidió le tocó a Manuel Jesús El Cid, quien sustituyó a Enrique Ponce por motivos de salud. El sevillano tuvo que emplearse ante un novillo más pequeño que sus hermanos de camada aunque mucho más noble y con casta por el pitón izquierdo. Fue precisamente este el punto fuerte de la faena de El Cid, que pronto supo leer al novillo para cuajar tandas de naturales muy por abajo y que llegaron profundamente a los tendidos. El diestro supo dar distancias al tercero de la tarde, hasta que de una estocada atinada consiguió acabar con su vida para obtener las dos orejas y el rabo, trofeo que la presidenta concedió tras la fuerte petición de los asistentes.
El Fandi consiguió cortar dos orejas y rabo en otra tarde para el recuerdo. Foto: Pepe Villoslada
Entregados a El Fandi
Tras el obligatorio descanso en la Plaza de Toros de Granada llegó el turno para David Fandila El Fandi, que volvió a deleitar a los presentes, como es habitual, en el tercio de banderillas en el que colocó cuatro pares -al violín incluido- para poner los tendidos en pie. Luego con la muleta toreo a gusto al de Enrique Ponce, principalmente con el pitón derecho y adornando se en la recta final de la faena para meterse al público en el bolsillo con una buena estocada. Tras ello cortó dos orejas y rabo.
La clase más serena de la tarde la aportó Daniel Luque, poco que ver con aquella joven promesa nervio puro hace unos años y mucho más centrado en completar una faena de raciocinio. Así, recibió al quinto de la tarde pegado a tablas toreando a la verónica, palo que también tocó para un templado tercio de quites. Luego, con la muleta, mantuvo la compostura y el sitio para ir enlazando tandas de derechazos y naturales de buena precisión y recorrido. El de Gerena puso la emoción en el tendido cuando su oponente lo hizo pasar por algún apuro en la recta final de su faena. Un aviso le privaron del rabo, aunque no de las dos orejas.
El novillero valenciano Román Collado salió a por todas en el último de la tarde, al que recibió pegado a tablas de larga cambiada que rápidamente caldearon los tendidos para meterse de lleno en la faena. Sin embargo, el peleón novillo de Ponce no dejó dar muletazos limpios al comienzo de la faena, en la que Román estuvo siempre muy centrado con la finalidad de conseguir transmitir veteranía como novillero. Por el pitón derecho le costó algo menos ganar la partida y aunque consiguió decorar algo la recta final la espada le privó de acompañar a los demás diestros con las dos orejas en la mano de una tarde festiva y monumental para los niños con Síndrome de Down en Granada.
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