"Ni los de mi partido confiaban en que ganara"
El regidor del municipio de la Vega Sur llegó a la alcaldía contra pronóstico y tras tres años al mando hace balance de su gobierno
El teléfono es un hervidero. En apenas 30 minutos habrá sonado unas ocho veces. Todas llamadas importantes. Cuando sale de un número largo, como los que suelen provenir de una oficina, hay que cogerlo. Julián López, alcalde de Cenes de la Vega, apoya esta tesis y se queda con un ojo puesto en las 14 pilas de papeles sobre su mesa y el otro en su móvil. “Es que son los jefes”, aclara, después de colgar.
El regidor de Cenes de la Vega, bolígrafo en mano. Foto: Álex Cámara
Pregunta.- Tengo un primo que está pensando en venirse a vivir a Granada, ¿alguna sugerencia?
Respuesta.- Creo que sí. Hay muchas localidades en la provincia preciosas, pero el pueblo que represento tiene una ubicación perfecta. No es algo que se compra o se elige, sencillamente es así. Fíjese, qué parajes, con el monte justo al lado, a cuatro kilómetros de Sierra Nevada y a dos de la Alhambra.
Pregunta. ¿Cenes es casi una ciudad dormitorio?
Respuesta.-Y sin el casi, es una ciudad dormitorio. Hay vecinos de toda la vida y luego otros muchos que duermen aquí. La mayoría de los nuevos habitantes tienen profesiones llamada liberales y trabajan en la capital, y un poder adquisitivo, al menos antes de la crisis, razonablemente alto. Con todo, para mí todos son ceneros, los 'aborígenes' y los ceneros nuevos.
Pregunta. La crisis, ¿ha golpeado a su pueblo?
Respuesta.- Hace un tiempo leí en un periódico que ponía de ejemplo a Cenes de la Vega como localidad afectada por el desplome del ladrillo, pero no estoy de acuerdo con eso y encontré datos que reflejan que no es cierto. Ha afectado, como a todos, pero no especialmente. Por la misma razón que le he dado antes, la actividad está bastante diversificada.
Perfil: Un alcalde sin primera dama
Julián López estudió Económicas y ha trabajado en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir antes de coger el bastón de Cenes de la Vega. A sus 49 años sigue soltero y vive con sus padres, que aunque ya sean mayores siguen siendo sus padres. Hombre religioso, en su escritorio están presentes unas pequeñas figuras de Cristo en la Cruz y la Virgen María. Gobierna con el Partido Popular en el municipio y, dice, no entiende de signos políticos sino de "ayudar a los vecinos que lo necesitan". Según afirma, para López no hay distinción: "No me gusta diferenciar entre 'aborígenes' y ceneros nuevos".
Pregunta. El tener un restaurante de alto caché en el pueblo, ¿ayuda?
Respuesta. -Ayudar siempre ayuda. Le voy a confesar una cosa, ellos, los dueños del establecimiento, son los primeros afectados por la situación económica. Gente que antes se podía permitir el capricho ahora no puede. Pero, según me cuentan, no les va mal entre otras cosas porque preparan el cátering a los equipos que juegan como visitantes en Los Cármenes.
Pregunta. ¿Sirve para enseñar Cenes fuera de Granada?
Respuesta.- Económicamente no tiene un efecto directo, pero sí de notoriedad y promoción. Aquí hay dos empresas que hacen que Cenes sea conocido: el parque acuático y el restaurante.
Pregunta. ¿No habrán amenazado con irse a otro lado?
Respuesta.- Pues los gerentes se quejaron por la falta de aparcamiento para los clientes, y les dije, 'por favor, no os vayáis'. Mire, un ejemplo de la importancia que le doy. En el primer año de mandato no había pregonero para las fiestas, y como no quería llevar ningún político porque es lo de siempre, se me ocurrió preguntarles, y me dijeron que sí, que por ellos encantados. ¿Se puede creer que no lo habían sido nunca?
Pregunta. A Cenes no le vendría mal una rotonda para dar la vuelta, que una vez que entras tienes que cambiar de sentido en la otra punta del pueblo
Respuesta.- Es una reivindicación histórica que tenemos aquí. El proyecto para hacer dos rotondas ha estado parado con los anteriores responsables de la Consejería de Fomento, pero parece que ahora van a hacerla de una vez por todas. Las obras se suponen que empiezan en verano. Ojalá.
Pregunta. Eso de tener que negociar con la Junta, de color distinto...
Respuesta.- A mí eso me da igual. Reclamaré lo que considere justo y agradeceré las cosas que ayuden a Cenes de la Vega. Frente al colegio tengo un cartel donde queda explicado que la Junta se ha quedado con casi 300.000 euros del Ayuntamiento, y que no terminan el pabellón municipal ni tenemos un instituto. Un municipio con casi 10.000 habitantes sin estas instalaciones, un escándalo.
Pregunta. Bueno, también es el único pueblo de ese tamaño con bus urbano
Respuesta.- ¿A la línea 33 se refiere? Sí, pero que conste que hay que pagarla, que el dinero sale del Ayuntamiento.
El primer edil muestra en el mapa el recorrido de la línea de bus urbano. Foto: Álex Cámara
Pregunta. Con el plan de movilidad de la capital, ¿la línea peligra?
Respuesta.- No, no. De eso nada. Lo que van a cambiar es el recorrido, pero su mantenimiento está aseguro para este año. El que viene, 2015, ya veremos, desde luego que pelearemos para que se conserve. En principio, lo que cambia es que pasa por el Camino de Ronda en vez de por Gran Vía, pero llega al hospital Clínico, que era nuestra exigencia innegociable.
Pregunta. ¿Va a pasar la vuelta Ciclista a España este año?
Respuesta.- No. El final de etapa será en Cumbres Verdes, en La Zubia, y habrá una salida neutralizada desde Alhendín. Sé que es importante la ruta ciclista en general, y promover el senderismo. De hecho tuvimos una media maratón ciclista la semana pasada y en organizar una carrera campo a través en la montaña hemos sido los primeros. Luego han venido otros, pero en Cenes fuimos pioneros.
Pregunta. Cambiando de tema, ¿Cómo llegó a la alcaldía?
Respuesta.- Pues contra pronóstico. Ni los de mi partido (PP) confiaban en que ganara las elecciones. Pasamos de tener cuatro concejales a siete. De estar en la oposición a la mayoría absoluta. Los dos anteriores alcaldes eran del PSOE. Los pueblos de la Vega Sur han cambiado mucho políticamente.
Pregunta.- ¿A qué se dedicaba antes de meterse a político?
Respuesta.- Estudié Económicas y he trabajado en la Confederación del Guadalquivir. Era responsable del mantenimiento de dos canales, pero lo que más me preocupaba siempre era el río Genil. Una vez, lloviendo a cántaros, casi nevando, tuve que bajar desde Cenes hasta las compuertas, que están en Granada a la altura del hospital de la Inmaculada, para activar el dispositivo manual contra inundaciones por si el automático se rompía. Y es que, cuando la gente, los trabajadores, estamos implicados, la cosa funciona.
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