La CHG vincula las continuas avenidas en Valderrubio al crecimiento urbanístico por zonas inundables
Recalca que la legislación establece que las entidades locales y la administración autonómica "son las responsables" de las actuaciones en los cauces situados en tramo urbano
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha advertido de que los problemas actuales de inundaciones que sufre el municipio de Valderrubio, ubicado en la comarca de la Vega de Granada, se han agravado por su crecimiento urbanístico hacia las zonas inundables del norte de la localidad y "sin adoptar medidas de protección ante los desbordamientos del cauce del barranco Hondo".
La CHG subraya, en este sentido, que la legislación vigente establece que las entidades locales y la administración autonómica "son las responsables" de las actuaciones en los cauces situados en tramo urbano, así como de la protección de los núcleos de población frente a las inundaciones.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha reclamado a los ayuntamientos y a la Junta de Andalucía que cumplan con sus competencias en el mantenimiento de ríos, arroyos y ramblas en su curso urbano para prevenir avenidas. También avisa de que deben realizar un mayor control urbanístico que evite la apropiación o utilización de forma indebida de los cauces.
Barranco Hondo
En este caso del barranco Hondo en Valderrubio, cuyo alcalde reclamaba días atrás la intervención de la CHG, el organismo de cuenca advierte de que, de acuerdo a la normativa vigente, "deben ser las administraciones competentes en Ordenación del Territorio y Urbanismo las que actúen ante este problema recurrente causado por una sección de desagüe insuficiente del cauce a su paso por la localidad y deficiente red de alcantarillado y drenaje".
Siendo por tanto competencia de este organismo de cuenca únicamente la autorización de las actuaciones que se pretendan realizar, previa solicitud de las mismas.
Las actuaciones encaminadas a disminuir el riesgo de inundación en los núcleos urbanos son igualmente competencia de las entidades locales y de la administración autonómica, mediante su declaración como de interés general de la Comunidad Autónoma de Andalucía, según agregan desde la confederación, la cual recuerda que "la invasión de cauces y la construcción de viviendas en zonas inundables con bajos periodo de retorno no se permite por ley, salvo en suelos urbanos consolidados en los que las edificaciones deben adaptarse a los riesgos existentes".
Reunión con el Ayuntamiento
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, cuyos técnicos han mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento de Valderrubio, afirma que ha comunicado al Consistorio en numerosas ocasiones, la última el pasado mes de julio, que éste no es el organismo competente por tratarse de un tramo de cauce urbano, y ha puesto a su disposición todos los estudios realizados por la CHG y subrayado la necesidad de ordenar los usos urbanísticos al norte de la población.
La inundabilidad por el arroyo Hondo, declarado como Área con Riesgo Potencial Significativo de Inundación e incluida en la cartografía de zonas inundable de la cuenca del Guadalquivir, se circunscribe principalmente al norte del término municipal.
De hecho, la Junta de Andalucía ya incluyó hace más de veinte años el barranco Hondo en su Plan de Prevención de Inundaciones en Cauces Urbanos Andaluces 2002 con una prioridad de actuación A3, por insuficiente sección del cauce y problemas con el saneamiento urbano.
El barranco Hondo discurre por el entorno urbano de Valderrubio y está integrado actualmente como una acequia de pequeño tamaño, que discurre abierta o enterrada dependiendo del tramo.
El barranco, una vez atravesada la línea de Alta Velocidad, pasa paralelo a la carretera de acceso a Valderrubio y posteriormente se oculta en la Acequia Gorda, circunstancia que propicia que se produzcan inundaciones con aguaceros de no mucha intensidad. La inundabilidad del Barranco Hondo se presenta además de forma repentina, ya que el pico de la avenida se presenta apenas dos horas después de producirse la precipitación.