La conexión en el centro del campo tardó cuatro partidos
Carcela y Alberto Bueno fueron los medios que mejor se han compenetrado de los usados por Jémez hasta ahora
Han tenido que pasar cuatro jornadas para que el centro del campo empiece a dejar de ser un problema para Paco Jémez. Al menos en la conexión entre los dos futbolistas que están llamados a generar peligro en la meta rival y cuya conexión debe ser total en cada partido.
La dupla formada por Alberto Bueno y Carcela, la tercera que ha usado el entrenador del Granada CF esta temporada, fue letal para el Betis y la más peligrosa de todas cuantas han comenzado los partidos del equipo rojiblanco esta temporada.
De hecho, los beneficios de esta pareja no solo se produjo en cuanto al buen juego y la alegría en el ataque granadinista, sino que también derivó en dos hechos hasta ahora inauditos con Jémez en el banquillo: adelantarse en el marcador y anotar dos goles en un partido.
Después del partido ante los béticos, el entrenador cordobés, sin embargo, midió sus palabras sobre cada uno de los jugadores. Mientras que de Carcela afirmó que le había sorprendido "muy gratamente" y que fue una de las grandes noticias del partido, con "un nivel espectacular en todos los aspectos", de Alberto Bueno fue capaz de bajar el pistón al reconocer que no está a tope ni pasa por su mejor momento. "Intentaremos de ir sacando en función de lo que tengamos hasta que encontremos el momento óptimo", indicó el granadinista.
Sea como fuere, esta ha sido la pareja de centrocampistas -pese a que uno suele jugar como enganche- que mejor le ha funcionado al Granada CF, que en la primera jornada disputó el primer partido con Khrin y Márquez como hombres más retrasados y con Toral como enganche con el delantero. El partido ante el Villarreal acabó con Boga como media punta.
La segunda jornada, la del desastre en Las Palmas, fue Samper el que acompañó a Khrin en la línea medular, en la que en esta ocasión Boga sí jugó el partido como media punta y no como extremo. Esta situación se repitió en la tercera jornada ante el Eibar, aunque fue Uche el que ocupó el puesto de pivote defensivo en el centro del campo.
Por último, el esloveno Khrin volvió a ser titular el viernes ante el Betis, aunque en esta ocasión Jémez optó por una pareja de centrocampistas más ofensiva, con Alberto Bueno y Carcela.