La esencia del 8M marca el camino
Con cifras similares a las de hace cuatro años, el movimiento feminista volvió a llenar las calles de la ciudad para recordar que la igualdad solo se consigue con la lucha de todos
Alejandra y Berta caminan juntas, cogidas de la mano y al compás de los tambores. Repiten los cánticos que resuenan con fuerza en sus voces de apenas seis años. Saltan, se miran y ríen, mientras avanzan por Gran Vía junto al paso firme de sus padres.
Unos metros más atrás, y con ese mismo ritmo, Miguel y su amiga Carolina recordaban, mientras retocan las líneas moradas que colorean sus mejillas, cómo fue aquella primera manifestación en la que participaron. Y aunque la de este martes era la cuarta, las ganas seguían intactas.
En la cabeza de la marcha, Pedro sujeta una pancarta con el símbolo femenino bien centrado. Entre bailes y risas, se la pasa a su hijo para inmortalizar el momento. Él, como otros muchos, estaba allí acompañando a esa esposa, madre, hermana, tía, abuela o conocida.
Todos, sin importar la edad, sexo o procedencia, fueron la esencia de la masiva movilización que este 8M recorrió las calles del Centro de Granada y que volvió a marcar el camino de un movimiento que regresaba a sus orígenes.
Lucha feminista hizo vibrar a toda una ciudad, convirtiéndose en la movilización más multitudinaria después de dos años de pandemia y logrando cifras similares a las de 2018. Unas 30.000 personas, según la Policía, se dieron cita este martes para alzar la voz por la igualdad real entre hombres y mujeres.
Pero las reivindicaciones se repitieron durante todo el día a lo largo y ancho de la provincia, sirviendo como calentamiento a lo que a partir de las 18.00 horas se convirtió en un clamor. "Qué viva la lucha de las mujeres", "sola, borracha, quiero llegar a casa" o "vivas nos queremos" fueron solo algunos de los cánticos que recorriendo las principales arterias de la ciudad.
La marcha concluyó pasadas las 21.00 horas en el Paseo del Salón con la lectura de un manifiesto y una 'performance'.
El 8M en Granada volvía a lanzar un poderoso mensaje a toda la sociedad. Una llamada de atención que nuevamente tomó las calles para llegar a cada rincón y mantenerse viva los 365 días del año.
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