La impaciente espera al horizonte
A pesar de que el Granada CF tiene partido de Liga este sábado, la situación del equipo hace que el granadinismo tenga la mirada puesta en la semifinal ante el Athletic Club
Aunque si se le pregunta a Diego Martínez por el partido de Copa del Rey en la rueda de prensa de este viernes lo más probable es que incida una y otra vez en que lo importante es el choque de Liga ante el Celta, lo cierto es que cuando quedan solo siete días para que el Granada CF afronte un partido histórico pocos pueden olvidarse del horizonte.
La situación en la Liga, en la que se tienen 36 puntos cuando quedan todavía 13 jornadas para el final de Liga, permite solo por un momento pensar más en el choque histórico ante el Athletic Club, si bien primero se deberá jugar el próximo sábado ante un rival que necesita ganar sí o sí para salir del pozo.
Pero justo cuando quedan siete días Granada ya ha comenzado a calentar motores para la semifinal de la Copa del Rey. Prueba de ello es que en la Avenida Europa, situada en los Vergeles, el Ayuntamiento ha comenzado una iniciativa que llevará por diversos puntos con la colocación de banderas rojiblancas horizontales.
Esta medida permitirá poco a poco que todo el mundo se vaya impregnando de una cita que se presupone histórica y una oportunidad única 61 años después desde que la ciudad pudo vivir algo similar, aunque probablemente no idéntico al que para muchos es considerado como el mejor Granada CF de la historia.
Pendientes de los permisos para más esquinas
El Granada CF está haciendo todo lo que está en su mano para que el Nuevo Estadio de Los Cármenes tenga el mejor aforo posible con la instalación de las cuatro esquinas portátiles en el estadio, algo que no sucedía desde el año del descenso a Segunda División en la 16/17.
El club ultima la preparación de estos elementos, que deberán obtener licencia municipal para que puedan ser empleados y deberán pasar unas estrictas medidas de seguridad.
La intención del Granada CF es dar la mayor respuesta posible a la demanda de entradas que existe aún entre los aficionados. En el caso de estas esquinas darán cabida a otras 500 personas más, por lo que el aforo rondará los 2.500 espectadores para ese partido, si se da el visto bueno a estos soportes portátiles.
Desde la Grada 1931, que anima durante los partidos desde uno de los fondos, también han querido aportar su grano de arena y han pedido que los balcones se llenen de banderas rojiblancas igualmente para empezar a preparar ese partido.
Será un choque en el que muchos están ofendidos por cómo en Bilbao y algunas instituciones están menospreciando deportivamente el choque que ha de jugarse en Los Cármenes, tal y como sucedió al presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, hablando de cómo, cuándo y de qué manera debía sacarse la gabarra.
Lo que sí reina en el ambiente de la mayoría en Granada es la humildad de ser conscientes de que será difícil, aunque no imposible en busca de una remontada que meta al equipo en la final.
El horizonte aguarda su momento con una impaciente espera en la que al granadinismo ya apenas les queda uñas, pero el camino igualmente está a la misma distancia, aunque con un día menos.
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