La música espiritual de Bobby McFerrin llega al Generalife
El cantante estadounidense presenta su último trabajo, ‘Spirityouall’
McFerrin, además de cantante de jazz a capella y de ejercer como director de orquesta. Foto: aG
El cantante estadounidense Bobby McFerrin presenta en el Teatro del Generalife su último trabajo, ‘Spirityouall’, un álbum que retoma la tradición de la música espiritual afroamericana.
McFerrin, además de cantante de jazz a capella y de ejercer como director de orquesta, es capaz de abarcar y dominar con maestría varios estilos, incluida la música clásica. En el Festival, el virtuoso músico norteamericano desgranará su último trabajo que lleva por título ‘Spirityouall’: canciones inmortales de la música negra, el góspel y el blues; cantos cristianos de la comunidad afroamericana y nuevas canciones, además de regalar una versión de Bob Dylan.
McFerrin, que se presenta en el Festival con su banda, aprovecha para rendir tributo a su padre, el barítono pionero Robert McFerrin, del que ha heredado la versatilidad de su voz y su gusto por la música afroamericana. La misma voz que le ha proporcionado renombre artístico gracias a su extraordinario registro (capaz de alcanzar las cuatro octavas) y su habilidad para producir efectos sonoros de todo tipo, que utiliza como acompañamiento de su propio canto.
Pocas personalidades tan singulares hay en la música americana de los últimos cuarenta años. Cada uno de sus espectáculos, que comparte a menudo con grupos y solistas de diversos estilos (jazz, clásico, folk, pop…), es una invitación a lo insólito y lo inesperado, un encuentro con la música en su estado más desnudo y primitivo, pero también resulta audaz y desconcertante.
Antes de iniciar su carrera vocal como solista, McFerrin colaboró con artistas de renombre en el mundo del jazz como Herbie Hancock, Wynton Marsalis y más tarde Chick Corea. Su nombre cobró especial protagonismo tras la publicación del disco ‘Simple Pleasures’ (1988), que incluye el conocido himno al optimismo ‘Don’t Worry, Be Happy’, la canción del año en Estados Unidos.
En su brillante carrera figura también su participación en el show del actor y cómico estadounidense, Bill Cosby; o su inigualable interpretación de ‘Pink Panther’, la obra musical de Henry Mancini.
Lo sorprendente de su trayectoria es que ha sido capaz de adentrarse sin complejos en la música clásica, interpretando obras de Mozart, Bach y Tchaikovsky con la Saint Paul Chambers Orchestra, incluso como director invitado en orquestas sinfónicas en Estados Unidos, Canadá, Israel, Londres o Viena, entre otras.
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