La Roja sí da alegrías a la afición de Granada
La Selección Española de Fútbol logra el lleno del Estadio Nuevo Los Cármenes en una noche que quedará para el recuerdo de niños y no tanto
La afición corea el himno de España al inicio del partido de clasificación para el Mundial 2018. Foto: Álex Cámara
Los Cármenes se vistieron más que nunca de rojo este sábado. En esta ocasión para animar, y no parar de hacerlo, a la Selección Española de Fútbol que encontró en las gradas, otros fines de semana granadinistas, el mejor apoyo para lo que acabó convirtiéndose en todo un 'desmelene'.
Una vez más, la Roja consiguió devolver la alegría a la afición de Granada, poco acostumbrada a las victorias locales en casa esta temporada. Los de Lopetegui no defraudaron y, como ya viene siendo casi costumbre, volvieron a ganar en Los Cármenes, ese talismán nazarí.
Pero el ambiente ya quedaba patente horas antes del partido, cuando los aficionadas llenaban las inmediaciones del estadio granadino. Bares, cafeterías y, sobre todo, aparcamientos -que en esta noche de sábado brillaron por su ausencia- estaban a rebosar.
Unos aficionados disfrutan del partido en Los Cármenes. Foto: Álex Cämara
Familias enteras, grupos de amigos, parejas jóvenes y no tanto. Granadinos y visitantes llegados de toda España encontraron en el encuentro que la Selección disputó ante Macedonia el plan perfecto para este fin de semana de noviembre.
Los cánticos no cesaron durante los 90 minutos de partido. Banderas de España en alto y aplausos en cada uno de los rincones cada vez que la zaga española se acercaba a la portería del equipo contrario. No obstante, no fueron los únicos protagonistas, también los 'selfies' se repartieron por las diferentes zonas del estadio con un fondo común: el terreno de juego.
Con el primer gol, el Nuevo Los Cármenes tembló, al igual que con los tres siguientes marcados durante la segunda parte por Vitolo, Monreal y Aduriz.
Los ánimos continuaban intactos y los gritos de los más pequeños llamando y arropando a sus ídolos sobresalía en algunos momentos.
Las entradas de Aduriz e Isco enloquecieron al público asistente, pero si hubo un protagonista en la noche ese fue José Callejón, quien levantó a toda la grada y dejó sin voz a los presentes con sus ovaciones. Pocos fueron los minutos que el único granadino de la Selección desde Rafa Paz jugó, lo que no impidió que el estadio se viniese abajo aclamándolo.
El empuje de los asistentes fue vital durante todo el choque, donde los "olé" y "España, España" retumbaban con fuerza en el estadio granadino.
Con el pitido final, el juego llegaba a su fin, no así la ilusión en la mirada de los muchos niños y el buen sabor de boca que dejó el la Roja en Los Cármenes.
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