La sangría está en el mismo sitio
El Granada CF cede una nueva derrota en el Nuevo Estadio de Los Cármenes con una defensa enquencle, que apenas presenta complicaciones a un Athletic que se llevó el partido cuando y como quiso
Los jugadores del Athletic celebran el segundo tanto anotado ante el Granada CF. Foto: Álex Cámara
FICHA DEL PARTIDO
Granada CF: Ochoa; Foulquier, Uche, Gastón Silva, Tito; Samper (Atzili, 65'), Angban (Boga, 78'), Carcela, Bueno, Pereira; y Kravets (Ponce, 60').
Athletic Club: Kepa, Laporte, San José, Beñat, Muniain (Williams, 60'), Susaeta (Sabin Merino, 60'), Llekue, Etxeita, Aduriz (Saborit, 78'), Raúl García y Balenziaga.
Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a Foulquier.
Goles: 0-1, Raúl García (16'). 1-1, Carcela (44'). 1-2, Laporte (76').
Incidencias: Encuentro disputado en el Nuevo Estadio de Los Cármenes ante 14.603 espectadores.
Mucho van a tener que cambiar las cosas de aquí a Navidad -cuando se abre de nuevo el periodo de fichajes- para que el Granada CF empiece a ser un equipo que dé garantías de éxito en sus partidos. No se trata de que todo lo hecho hasta ahora es malo, pero con una defensa tan débil y enquencle, el conjunto rojiblanco está condenado a marcar más de dos goles por partido para cosechar sus triunfos. Un reto que eleva a cotas insospechadas esta dura cuesta en la que se va a convertir la temporada.
Por quinto encuentro consecutivo Paco Jémez planteó cambios en su alineación inicial, de modo que en esta ocasión fue finalmente Uche el que ocupó el puesto de central junto a Gastón Silva. Tito jugó a banda cambiada en la izquierda. Samper y Angban -que debutó como titular- fueron la pareja en el centro y Carcela pasó a una banda en detrimento de Atzili. Por último, Kravets fue la gran sorpresa al jugar como titular en lugar de Ponce, por primera vez suplente.
El choque comenzó con la igualdad de tanteo habitual, aunque el Granada CF intentó llegar sin éxito a la meta de Kepa. Fue en el minuto siete cuando una falta botada por Pereira cayó en la cabeza de Kravets, cuyo remate de cabeza se marchó a la línea de fondo casi donde estaba Alberto Bueno. Pese a que el madrileño intentó buscar al ucraniano de nuevo, el delantero no estuvo acertado y la envió fuera.
Solo tuvieron que pasar 8 minutos para que el Athletic Club consiguiera ponerse por delante en el marcador. Fue a raíz de un disparo lejano de Raúl García, quien recibió la pelota en el semicírculo del área defendida por Ochoa y al que el balón entró a su derecha después de tocar en el palo.
Con el 0-1 en el marcador, el Granada CF no perdió la cautela y la tranquilidad, aunque fueron los de Ernesto Valverde los que siempre aplicaron el ritmo que querían y supieron gobernar con atino el encuentro. La estrategia fue el punto fuerte de los visitantes para intentar ampliar distancias, como pudo ocurrir después de que Aduritz se llevase un balón disputado con Gastón Silva y probase a Ochoa, quien rechazó.
Cuando parecía que el choque se iba a marchar con el 0-1 al descanso llegó el empate en una jugada enmarañada de los granadinistas. El empeño de Tito por llevarse la pelota tuvo recompensa en las botas de Carcela, que tiró pero se encontró con la defensa. No obstante, Foulquier tuvo una tercera ocasión de tirar sin conseguirlo. El jugador marroquí se llevó la pelota en la derecha y la metió rasa y sin espacio para establecer el 1-1 antes de irse a vestuarios.
Arranque arrollador
En lo que debe confiar el Granada CF es que cuando intenta generar peligro y se pone a ello puede ser peligroso, pero todavía le falta una dosis de olfato goleador para ser letal. Es lo que le ocurrió en el regreso del descanso, en donde Alberto Bueno mandó a las manos de Kepa y al larguero un buen disparo desde la frontal nada más comenzar.
Las pruebas desde lejos se han convertido en una tónica predominante en este Granada CF, que inició el segundo periodo de forma arrolladora buscando darle la vuelta al partido. A los cinco minutos Kravets no terminó de rematar un buen centro de Carcela, muy activo durante todo el partido.
Sin embargo, los de Ernesto Valverde impusieron el ritmo que quisieron, cuando quisieron y de la forma que quisieron. Más allá de hacer creer a los locales que dominaban el partido, bastaba una mínima aproximación al área de Ochoa para destapar a la defensa rojiblanca y mostrar así las serias carencias que a día de hoy existen. De este modo, Raúl García volvió a probar suerte desde lejos ante Ochoa, que envió el balón a córner.
Con un incremento de la intensidad, Kravets dispuso de su última oportunidad tras un gran pase de Samper, aunque el ucraniano no supo definir ante Kepa. Jémez dio entrada a Ponce. Más fresco y con mayor movilidad arriba, aunque el efecto buscado no terminó de cuajar.
Conforme pasaron los minutos el Granada CF se fue alejando de serias opciones de hacerse con la victoria y el Athletic empezó a apretar hasta el punto de que a falta de 13 minutos la defensa granadinista quedó prácticamente descolocada en un saque de esquina, donde San José remató a placer dentro del área pequeña y se topó con el Memo. Pero su rechace no fue desaprovechado por Laporte, que sí envió al fondo de la red.
Con el 1-2, Foulquier tocado dejando al equipo con uno menos en los minutos claves, el Granada CF quedó sin serias opciones de arañar nada en casa por segundo partido consecutivo. La debilidad se volvió a pagar cara de nuevo. Y la sangría sigue donde mismo: en tareas defensivas.
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