jueves 28 marzo
La Cínica Interviú  |   | Francisco Barajas

“Los ciudadanos piden a gritos una democracia más participativa y menos representativa”

Ramiro Pérez de la Blanca, abogado, docente y ex político: “Las políticas y estructuras de los partidos políticos actuales provienen del siglo XIX”

Ramiro Pérez de la Blanca, en su oficina. Foto: Álex Cámara

Ramiro Pérez de la Blanca, en su oficina. Foto: Álex Cámara

Ramiro Pérez de la Blanca, prestigioso abogado granadino, capitán navegante de unas pocas singladuras deportivas poco exitosas no por su culpa y profesor universitario, es un ex político que supo retirarse a tiempo, el éxito político en España es dudoso, y para que jamás lo puedan tachar de haber sido un “zurupeto” político. Esto lo debe de honrar a nivel personal y porque una retirada a tiempo es como conocer el “paño” para no salir trasquilado y también para que no te den políticamente lana por percal. Ramiro Pérez de la Blanca es un hombre de ideas poderosas, quizá ancladas en tiempos otrora, pero que no desencantan en este momento decadente del mundo político actual, ese que “trinca” el dinero y corre como un personaje de película de Woody Allen. Ramiro Pérez de la Blanca, conocido y prominente abogado y docente universitario, sabe nadar y guardar la ropa con respecto a Granada y los partidos políticos aquí instalados en la nada solemne, ama a Granada sin duda alguna, pero a la vez es lo suficientemente digno y crítico con los políticos granatensis porque estos “públicos” son tan negados como dormir con el culo al aire en una noche invernal al aire libre. Aquí llevamos al relente, durmiendo con el culo al aire, desde los reyes godos. O quizá aún antes. Es posible que llevemos toda la historia de Granada con el culo al aire. Y ya es hora de que el culo se nos caliente de forma política. Todos avanzan, pero Granada lleva retrocediendo demasiado. Gracias don Ramiro por la entrevista, seguro que algunos no les gustará. Cosas de esta Granada.

Pregunta.- ¿Y cómo conoció usted al ex presidente Adolfo Suárez?

Respuesta.- Conocí al presidente en el verano de 1982, cuando fundó el CDS para presentarse a las elecciones generales de Octubre de 1982 una vez que abandonó la UCD, partido con el que ganó las anteriores elecciones generales y designado, por tanto, primer presidente del Gobierno democrático. Me afilié al partido CDS en el verano y concurrí a las elecciones del Congreso de los Diputados en el número tres de la lista por Granada. Posteriormente fui candidato a la Alcaldía de Granada en dos legislaturas, cabeza de lista al Congreso de los Diputados en otras dos legislaturas y secretario del primer y segundo Congreso nacional del Partido celebrados en Madrid y Barcelona, respectivamente.

P.- ¿Cómo llegó a ser su mano derecha en Granada?

R.- Después de los pobres resultados electorales obtenidos por el CDS en las elecciones generales de Octubre de 1982, obtuvimos dos diputados, Adolfo Suárez y Agustín Rodríguez Sahagún, se celebró la primera Asamblea Provincial del Partido en Granada en el Suspiro del Moro. A dicha Asamblea, que fue la primera de España, asistió el Presidente y en ella resulté elegido secretario provincial del partido en Granada y presidente Antonio Iglesias Casado que era diputado autonómico del Grupo Centrista en el Parlamento Andaluz. Posteriormente, en la siguiente Asamblea Provincial, que se celebró en el Carmen de los Mártires, fui elegido presidente provincial del Partido puesto que ocupé hasta finales del año 1991, fecha en que dimití del cargo y para entonces ya había dimitido de Presidente del partido Adolfo Suárez después del tercer Congreso Nacional que se celebró en Málaga.

P.- ¿Realmente Adolfo Suárez fue la figura clave para desmantelar el franquismo en nuestro país?

R.- Indudablemente, Adolfo Suárez fue la figura clave de la transición. Su conocimiento de la organización y estructura política del régimen fue determinante para que los Diputados en Cortes aprobaran la Ley de Reforma Política, instrumento fundamental para acceder a la democracia partiendo de la Ley y por la Ley. Hacer normal en el ordenamiento jurídico lo que era normal en la calle fue su principio rector, para que sin vencedores ni vencidos, se pudiese llegar a una situación de democracia parlamentaria como en los demás países de nuestro entorno.

P.- ¿Y también fue la figura clave para no la tan modélica “transición política” que sí fue pacífica?

R.- Acertó plenamente el Rey cuando solicitó la inclusión en la terna para elección de presidente de Gobierno a Adolfo Suárez. Muchos fueron los problemas que tuvo que afrontar. Desde la formación de un gobierno en el que nadie quería participar a excepción de los denominados PNNs, hasta la mayor virulencia de ETA, el reconocimiento del Partido Comunista, la ley del divorcio, la reforma tributaria, etc. y por último la Constitución de 1978. Todos los españoles participaron de una forma u otra en el proceso de forma pacífica y modélica, no olvidemos la matanza de los abogados de Atocha, en cuyo entierro el partido comunista demostró su fuerza y organización para que el acto fuese de inmensa repulsa pero pacífico y sin incidentes. Todo ello, se debió al talante dialogante, conciliador y de enorme respeto a las ideas de los demás aunque no se compartan. La concordia fue posible.

P.- Desde su óptica personal… ¿Por qué fue traicionado Adolfo Suárez por miembros de su propio partido político, el UCD, y obligado a dimitir?

R.- Creo que Adolfo Suárez nunca fue admitido por la clase política emergente, se le consideraba un político del franquismo y como mal menor se le aceptó al frente de UCD para ganar elecciones, pero las familias políticas existentes en UCD, socialdemócratas, demócratas cristianos, azules, etc. siempre conspiraron contra él y cuando consideraron que estaba más débil por la feroz oposición de los socialistas, arreciaron el cerco a su persona hasta que por sus principios y mejor servició a la nación dimitió pensando que así hacia un mejor servicio a los españoles. Se puede decir que no le obligaron a dimitir, pero que al encontrarse solo y sin posibilidad de sacar adelante sus proyectos legislativos, negoció con los miembros de su partido y consideró que era mejor dejar paso a otro presidente que tratara de poner orden en el partido.

P.- ¿Es cierto que Adolfo Suárez sentía desconcierto al hablar en el hemiciclo del Congreso y algo de miedo a debatir con los socialistas Felipe González y Alfonso Guerra?

R.- La historia dice que esto no es cierto, baste con leer sus discursos e intervenciones en el Congreso. Lo que pasa es que Adolfo Suárez era más un estadista que miembro de Partido Político. Él, como presidente del Gobierno, anteponía el bien general de todos los españoles a los intereses de su partido. Los socialistas tenían claro que para llegar al poder tenían que acabar con el único político capaz de ganarle en las urnas y eso fue lo que hicieron, una campaña feroz, sin tregua ni pausa hasta desgastarle ante la opinión pública; aunque creo que el desgaste fue mayor en su propio partido que ante los votantes de UCD.

P.- ¿Por qué el CDS no era favorable a que Andalucía tuviese una autonomía igual a la de las comunidades históricas españolas?

R.- El CDS si era favorable a la Autonomía Andaluza en igualdad con otros territorios llamados históricos. Fue UCD la que se opuso con una pregunta en el referéndum que pasara a los anales de la historia y que lo andaluces ni nadie entendió. Esa operación no se le puede cargar en el debe del Presidente del Gobierno porque fue una maniobra de la UCD mal calculada y peor interpretada. La derecha andaluza aún treinta años después sigue pagando un alto precio por ella.

P.- ¿La firmeza de Adolfo Suárez y la del general Gutiérrez Mellado en el Congreso de los Diputados, influyó en que el 23-F no prosperase como pretendían los generales y las personas civiles que estaban detrás de este golpe miliar y civil?

R.- El que no prosperase el golpe se debió a la intervención del Rey. Adolfo Suárez y Gutiérrez Mellado poco podían hacer puesto que estaban secuestrados en el Congreso de los Diputados. Eso no impidió que todos los españoles viésemos como ambos personajes con coraje y firmeza trataron de impedir a Tejero que se salera con la suya. La actitud de ambos ante el golpe es un ejemplo para todos de lo que debe ser la defensa de principios, pues arriesgaron su vida por la democracia en un momento tan difícil y tensionado.

P.- ¿Al Centro Democrático y Social (CDS) se lo fagocitó el Partido Popular con su centrismo de medio pelo?

R.- Puedo decir con conocimiento de causa que los militantes del CDS se repartieron entre PSOE y PP casi en igualdad numérica y los que no quisieron seguir en política abandonaron esta. Lo que sí es cierto es que el PP con la desaparición del CDS y los problemas de corrupción en el PSOE se centró algo más en sus políticas y gracias a ello pudieron ganar las elecciones. Para mí, ideológicamente el CDS se encontraba tan lejos o tan cerca del PSOE como del PP. El CDS era un partido que se adelantó a su tiempo y el electorado no supo apreciarlo o los miembros que lo componíamos no supimos transmitir nuestro mensaje de novedad y progreso al electorado.

P.- ¿Qué situación, anécdota o problemática con Granada, que no se conozca y que usted la quiera dar a conocer ahora, y que fue testigo con la también presencia de Adolfo Suárez?

R.- A estas alturas ya se sabe todo. Sí puedo decir que Adolfo Suárez le tenía un gran cariño a Granada y siempre que se le solicitó su presencia venia con sumo gusto a pesar de los incidentes de todos conocidos en Santafé cuando era presidente gobierno.

P.- ¿Cómo ve el panorama político español en la actualidad?

R.- Poco halagüeño. Las políticas y estructuras de los partidos actuales provienen del siglo XIX, de ahí el desencuentro de los ciudadanos con sus políticos. Necesitamos una renovación ideológica que de respuesta a las necesidades actuales, ya no vale la dicotomía izquierda – derecha, las soluciones pasan por políticas imaginativas y radicales que sirvan a los ciudadanos, los cuales están pidiendo a gritos una democracia más participativa y menos representativa; unos partidos políticos más democráticos y transparentes, y en definitiva una organización del estado al servicio de los ciudadanos y no al servicio de las organizaciones políticas, sindicales y empresariales.

P.- ¿Y el de Granada?

R.- El panorama político de Granada es el que es. Desgraciadamente los enfrentamientos entre las instituciones locales y autonómicas han producido un efecto devastador en nuestra provincia. Gracias a ello no hemos progresado al mismo ritmo que otras provincias limítrofes, haría falta que nuestros políticos locales bebieran de la fuente ideológica de Adolfo Suárez y de una vez por todas existiera esa concordia que se hace de menos, se pusieran de acuerdo en los grandes proyectos pendientes, en presionar a los gobiernos de la nación y autonómico para conseguir disminuir nuestros déficit estructurales, y en definitiva se pusieran de acuerdo con todas las fuerzas sociales y económicas para diseñar hacia donde debemos ir. Ahora estamos perdidos, no sabemos lo que queremos y encima nos peleamos por la miseria. Granada tiene un gran potencial que está desaprovechado y sin signos de aprovechamiento a corto plazo, pero quizá sé lo que se dice por ahí, tenemos lo que nos merecemos. Los políticos de Granada son un fiel reflejo de la sociedad granadina. Creo que no es cierto, pero…

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