Los once metros privan a un Granada CF peleón de brindar los primeros tres puntos a su coliseo
Los rojiblancos empatan frente al Valencia en un partido trabado y competido · Luis Suárez abrió el marcador, Soler igualó y el colegiado anuló un tanto de Montoro en el 90
Como un gladiador llegaba el Granada CF a la arena del coliseo del Zaidín, donde debía medirse a un Valencia luchador. Se pusieron el traje de combate los rojiblancos, peleones en cada faceta, para lidiar con un rival intenso, complicado y que exige el 100% de sus contrincantes.
Saltaron los dos contendientes al césped, que bien podría haber sido el terreno de un coliseo romano real por la lucha que se vivió dentro. Hubo sangre, golpes, sudor y sufrimiento por parte de ambos conjuntos. Golpeó primero Luis Suárez con una estocada precisa, que parecía dejar al conjunto 'ché' malherido.
Sin embargo, los minutos finales del partido convirtieron lo que parecía una victoria segura en un sangrado que se cobró dos puntos y la alegría de las más de 6.000 personas que se dieron cita en la grada de Los Cármenes. Convirtió Soler un penalti en el último aliento valencianista y terminó de ahondarse en la herida con un gol anulado a Montoro en el 90.
No fue la primera parte soñada para el Granada CF, pero el marcador no lo reflejó. Los rojiblancos se marcharon al descanso por delante en unos primeros 45 minutos (53 con el descuento) en los que el Valencia apretó, pero no logró desarbolar a los de Robert Moreno.
Comenzó con poco fútbol el encuentro, plagado de interrupciones que culminaron con atención médica a Monchu y Racic que se saldó en una brecha para el granadinista. Poco antes probaron a abrir la lata Alderete y Soler desde lejos, ambos sin éxito.
Combinaron bien arriba con lo poco que tuvieron Luis Suárez y Carlos Bacca. Los dos delanteros colombianos estuvieron a punto de estrenar el marcador con una asociación que cortó Gayà, veloz para impedir el tanto del '9' rojiblanco.
No fue a la primera, pero sí a la segunda. Corrió Carlos Neva para salvar un balón que parecía perdido, lo rescató y dejó para Bacca. El cafetero orientó el control de primeras con la espuela para ganar margen frente a Paulista y dejó en el segundo toque el esférico a la carrera de Luis Suárez. Su compatriota, con metros por delante, no falló.
Se midió el ariete con Alderete en carrera, cuerpeó y demostró la amenaza que supone al espacio. Fijó con la vista a Mamardashvili, guardameta valencianista, y definió antes incluso de pisar el área con un disparo raso y cruzado, imposible para el georgiano.
Despertó entonces el Valencia. Por detrás en el marcador, los de Bordalás apretaron y obligaron al Granada CF a ceder metros, disfrutando de ocasiones para empatar el partido. Primero probó Wass desde lejos con un disparo que se marchó por muy poco, luego estuvo a punto Guedes, que superó a Aarón, pero se topó bajo palos con Domingos Duarte.
Aarón se aferra a la portería
En pleno arreón 'ché', emergió la figura de Aarón, aferrado a la portería ante la llegada de Maximiano. Lo intentó por activa y por pasiva Guedes, pero el guardameta apareció en todo momento para evitar que el portugués llevase la igualada al marcador.
Probaron también Wass, con una falta en la frontal que se fue por muy poco, y Cheryshev, que disparó desde el punto de penalti. Respondió el '13' con una reacción felina ante lo que era un gol cantado para los valencianistas.
Ya al borde del descanso, Luis Suárez le ganó la partida a Paulista para hacerse con un balón aéreo en la frontal. No lo dudó y buscó el disparo, que se marchó rozando el poste derecho de la portería defendida por Mamardashvili.
Nuevo esquema y aviso de Germán
Salió el Granada CF del túnel de vestuarios con cambios en el once y el esquema. Monchu y Abram no volvieron a saltar al campo; sí que lo hicieron Milla y Puertas, cambiando el dibujo a un 4-4-2. Con el nuevo sistema la tuvo Germán en un balón colgado al área que remató solo en el segundo palo. Sin embargo, el central mandó fuera su disparo a bocajarro.
Mejoró su imagen el conjunto local con el esquema de cuatro defensas. Se acercaron más al área del guardameta georgiano hasta el punto de estar a punto de encontrar el segundo tanto a la hora de partido. Remató Gonalons un saque de esquina que no blocó bien Mamardashvili, obligado a reaccionar rápido para sacar su propio rechace de la línea de gol.
Tras la ocasión local entró el partido en una fase de impasse, sin ocasiones para ninguno de los dos equipos y perdido en la lucha habitual del centro del campo. Necesitó agitar el avispero Robert Moreno y lo hizo dando entrada a Machís para pasar a un 4-3-3.
No terminó de revolucionar nada el cambio, con ambos equipos en la reserva ante estos compases iniciales de la temporada. Cuando ya todo apuntaba a que los tres puntos se quedarían en Los Cármenes, Puertas perdió el balón y acto seguido cometió un penalti dudoso sobre Gayà.
Colocó con mimo el balón en el punto de penalti Carlos Soler y tomó carrerilla. Se aproximó el balón y golpeó fuerte a la derecha de un Aarón que acertó la dirección, pero no llegó a tocar el esférico. El Valencia empataba el encuentro a solo cinco minutos del final.
Supo reaccionar el Granada CF, que soñó y se despertó de forma cruel. Colgó una falta lateral Luis Milla, tocó dentro del área Duarte y le cayó a Montoro, que picó sobre la salida de Mamardashvili en el 90 para mandar el balón a la red. Sin embargo, Del Cerro Grande anuló el tanto local.
Sin más goles, el partido llegó a su fin con un reparto de puntos. La polémica privó a los granadinistas de llevarse los tres primeros puntos de la temporada en su reencuentro en partido oficial con su afición. El gladiador salió vivo del coliseo, más sano que feliz, tras una lucha complicada y agridulce, una lucha que, una vez más, es eterna.
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