jueves 28 marzo
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Una lucha contra la resignación

El Aula Municipal de Pinos Puente estrena con profesionalidad la adaptación de 'Yerma', la obra con la que Lorca plasmó el machismo y la disputa contracorriente de una mujer inconformista

Uno de los momentos de la representación de la obra, en el que Yerma y Juan discuten. Foto: L. F. R.

Las obras que Federico García Lorca plasmó, en su amplia mayoría, tenían como protagonista a la mujer. La figura de personajes de la época impregnados por los comportamientos y la forma de entender la sociedad de un machismo que aun con todos los avances que se han producido a día de hoy sigue intacto en muchos rincones.

Así, las cosas torcidas del amor eran siempre responsabilidad de ellas, nunca de ellos. Si una mujer no lograba quedarse embarazada, la cuestión era netamente femenina y no por falta de hombría o incapacidad del hombre.

Es lo que plasma Lorca en una de sus obras más conocidas como lo es 'Yerma' y que de manera meticulosa ha estrenado este fin de semana el Aula Municipal de Teatro de Pinos Puente.

Se trata de una lucha incesante y sin descanso contra el machismo que todo lo controla, todo lo decide y todo lo quiere amarrar, sin entender a razones que se escapan de la mano del ser humano.

Yerma es una mujer casada hace poco más de tres años con Juan, un hombre testarudo y 'dueño' de su casa, que no quiere dejar nada a la improvisación y, ni mucho menos, al qué dirán.

En esas, el aula pinera va impregnando a los asistentes del Teatro Martín Recuerda de una situación en la que el dramatismo por no ser madre se apodera del papel de la actriz principal, trazada con todo detalle por Concepción Gámiz.

De aquí y allá buscando explicaciones, no encontrándolas, Yerma intenta hallar a modo de descendencia la feminidad, la misma que le niega una sociedad exigente con el género y en la que la mujer está para unas tareas, pero nunca para que su voz sea tenida en cuenta.

En esas, sus disputas son constantes con su marido, un papel serio interpretado con acierto por Alejandro Ojeda, que no pasa una y que, mucho menos, se ponga en duda su hombría o quién entra bajo su techo mientras él no está en casa.

Una docena de actores y actrices completan el elenco para dar vida a la Granada de inicios del Siglo XX, en la que Lorca plasmó la lucha por la libertad ante los tabúes e imposiciones de la sociedad.

El Aula Municipal de Pinos Puente sabe llevar la obra de forma meticulosa merced a la adaptación realizada por su director, José de la Blanca, y mantener así el pulso sobre las tablas de manera profesional, por muy aficionados que sean quienes interpretan los personajes.

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