“Más que alcaldes, somos el concepto de ‘homo bono’, el ‘hombre bueno’ al que pedir soluciones”
Francisco Rodríguez (PP) lleva esta legislatura como alcalde de Alhendín y reconoce que el de político, debe ser un trabajo “transitorio” que no debe “alargarse demasiado” en el tiempo
El alcalde de Alhendín, Francisco Rodríguez, en uno de sus espacios preferidos. Foto: Álex Cámara
La luz se adueña del lugar. A derecha e izquierda, grandes ventanales centran toda la atención. En uno de los lados, el pueblo, la gente, la rutina del día a día; en el otro, la Vega, el campo, la tranquilidad, la paz. En el interior, una mesa, un ordenador, centenares de papeles y una estantería. La sencillez se apodera de un espacio en el que no cabe segundo de espera, minuto de relax u hora de esparcimiento. El tiempo se acelera entre esas cuatro paredes cada vez que un vecino toca a la puerta. Cual carrera de fondo, el alcalde de Alhendín, Francisco Rodríguez (PP), químico de profesión y apasionado del deporte, ha llegado a la Alcaldía después de haber estado vinculado a la política desde “muy joven”. A sus 35 años, el regidor municipal se declara y siente un “alhendinense de pro”.
Pregunta.- ¿Qué lleva a un joven deportista a decidirse a la política?
Respuesta.- Creo que es estar en el sitio y en el momento oportuno. Nunca esperaba llegar hasta aquí, pero desde pequeño he sido una persona inquieta e interesada por los movimientos sociales. Eso sí, no esperaba llegar a trabajar desde la Alcaldía por mis vecinos. Sí es cierto que cuando empecé en el deporte creamos las Escuelas Deportivas del pueblo y el entonces alcalde me fichó como concejal. Ahí empezó todo y, más tarde, tuve la suerte de que mi partido me propuso candidato para la presidencia del Ayuntamiento. Y aquí me veo, una cosa ha derivado a la otra. No ha sido nada buscado.
P.- En los últimos meses, los cambios en hasta nueve Alcaldías de la Vega han sido la nota predominante…
R.- Me parece una opción sabia, totalmente razonable. Tenemos la inmensa fortuna de vivir en un país demócrata y los ciudadanos son los que ponen y quitan y siempre van a mantener y quitar a los dirigentes en función de su gestión.
P.- En el tiempo que lleva como regidor municipal, ¿cuál es ese momento que le ha resultado más complicado de afrontar?
R.- (Ni un segundo de duda) La toma de posesión fue, por un lado, alegre por el hecho de ser alcalde pero, por el otro, un drama al llegar a un Ayuntamiento que tenía los impuestos de todo el año gastados de antemano, con tasas como la de basura cobradas con dos años de adelanto y sin recursos para hacer frente a las nóminas de los trabajadores.
P.- ¿Y ese que guarda con especial admiración?
R.- Ha habido muchos buenos momentos, cada vez que se ha anunciado una inversión en nuestro municipio, en el momento en que se supo que íbamos a ser segunda etapa en la Vuelta Ciclista a España, o cuando durante tres años seguidos hemos cerrado el ejercicio con más ingresos que gastos. Pero si hay uno que destaca por encima de cualquier otro, llega cuando estás sentado en aquel sillón –señala uno situado detrás de la mesa de trabajo- y resuelves el problema de algún vecino.
PERFIL | Un alhendinense enamorado de sus raíces
A sus 35 años, Francisco Rodríguez estudió química, pero empezó muy joven como concejal de Deportes en Alhendín. Es técnico deportivo, monitor de fútbol sala y comenzó a trabajar en las Escuelas Deportivas de la localidad con veinte y pocos, punto de partida de sus inicios políticos. Ahora es regidor municipal a la par que diputado provincial . "La Alcaldía absorbe la mayor parte de las horas, pero soy una persona normal, soy un alhendinense enamorado de mi pueblo y uno más de los que cada día nos cruzamos por la calle. Me considero muy amigo de mis amigos, muy hermano de mis hermanas, muy familiar y muy enamorado de mi mujer con la que voy a tener el primer hijo en tres meses", asegura el alcalde siempre con una sonrisa en la cara. "Nunca me he considerado una especie diferente al resto por el hecho de ser alcalde. Siempre me veo como aquel niño que se crió aquí y que ha tenido la suerte de trabajar el municipio que lo ha visto crecer".
P.- ¿Cuáles son los problemas a los que tiene que hacer frente el alcalde de Alhendín de forma más habitual?
R.- La principal dificultad, sin duda, es el desempleo, la gente siempre busca en el Ayuntamiento el refugio más cercano. Estamos haciendo un esfuerzo muy importante a través de una bolsa de empleo que cuenta con un presupuesto de 150.000 euros anuales, sobre todo, para trabajadores dedicados a la limpieza viaria. Pero también, vienen vecinos a los que se les ha complicado el acceso a su vivienda porque no tiene acera o iluminación. Más que alcaldes, somos el ‘homo bono’, el concepto de ‘hombre bueno’ del pueblo al que vienen a pedir soluciones a todo tipo de problemas. Muchas veces, la gente quiere hablar con el alcalde como un amigo antes que como dirigente político.
P.- ¿Qué pasaría entonces con ese ‘alcalde amigo’ y la Reforma de la Administración Local?
R.-Los ayuntamientos salimos muy reforzados con esta reforma. Lo único que hacemos es asumir unas funciones que no son las nuestras. El Consistorio de Alhendín gasta, anualmente, unos 150.000 euros en competencias que son de la Junta de Andalucía y que no tenemos porqué asumir. Ese dinero es de los impuestos de nuestros vecinos y con él podríamos bajar impuestos o realizar nuevas inversiones, sin embargo, ahora mismo tenemos que pagarle a un conserje en el colegio, a otro en el Centro de Salud, a las limpiadoras de ambas instalaciones, la luz, el gasoil de las calefacciones y un largo etcétera que supone un gasto bastante importante y que no debería ser competencia del Ayuntamiento. Yo he estudiado bien la Ley todo son aspectos es favorable. Otra cosa es que haya un tope en los sueldos de alcaldes y concejales, que me parece una opción acertada. No puede ser que una persona que gana las elecciones se ponga el sueldo que quiera, es un auténtico disparate y algo que ha estado pasando hasta antes de ayer. Creo que con la Reforma de la Administración Local el alcalde de Alhendín –por no ir más lejos- podría ganar 45.000 euros anuales, un sueldo más que digno para un pueblo de 8.500 habitantes.
Francisco Rodríguez, en uno de los momentos de la entrevista. Foto: Álex Cámara
P.- Hacia dónde camina o quiere caminar Alhendín en los próximos años
R.- A nivel de infraestructuras, Alhendín vive un momento dulce, ya que somos uno de los municipios con más instalaciones culturales, deportivas y de parques del Área Metropolitana. En ese aspecto, podemos crecer poco porque esas instalaciones que han sido carencias en años anteriores, ahora son una realidad. No obstante, tenemos algunas ideas que queremos llevar a cabo, como hacer un bulevar en la antigua carretera de Motril o seguir apostando por dotar a las urbanizaciones con mejores comunicaciones con el municipio.
P.- Recibe un cheque en blanco para gastar en Alhendín, ¿en qué lo gastaría?
R.- Quitar deuda (contesta sin vacilación). Es una pena que tengamos que pagar deuda con interés, además, se seguiría dotando algunas partes del municipio, sobre todo, en el barrio de Las Cuatro Esquinas y Verea de la Acequia, donde hay que meter las canalizaciones nuevas de agua, saneamiento, asfalto y acerado que no se cambia desde hace más de 30 años, al igual que la calle Pedro de Mena o Sánchez del Corral.
P.- Si un joven quiere buscar trabajo en la localidad, ¿qué puede encontrar?
R.- El principal motor de empleo de la Vega ha sido la agricultura, pero en los últimos años, puesto que los cultivos no son rentables y es un trabajo ingrato, los jóvenes no se están decantando por ella. Sí que es cierto que tenemos uno de los principales motores de empleo futuros de Granada en el Polígono Industrial por el que estamos luchando y que será una realidad a medio-largo plazo. Una vez desarrollado, y con más de dos millones de metros cuadrados, será un germen de trabajo. A día de hoy, trabajamos también en algunas líneas turísticas para fomentar también lo que poseemos, aunque somos conscientes de que nuestro pueblo no tiene una Costa Tropical ni una Alhambra (sonríe).
P.- ¿Cómo ve su porvenir político?
R.- Yo tengo un contrato que me finaliza en mayo de 2015. No obstante, tengo la suerte de que mi partido me haya vuelto a proponer como candidato a la Alcaldía. Y mientras quieran los vecinos que esté, voy a estar. En el caso de que mis conciudadanos no crean que deba seguir, me iré encantado, con la enorme satisfacción y el gran orgullo de haberlo dado todo por mi municipio durante cuatro años. Respecto al papel del PP de cara a las elecciones de mayo, estoy convencido de que ganaremos la Diputación.
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