Ocho motivos que hacen única a la Semana Santa de Granada

EL INICIO. La tradicional llamada que se efectúa a la puerta del Perpetuo Socorro a las 4 de la tarde cada Domingo de Ramos es especial. Es el inicio de ocho días por los que los cofrades han trabajado el resto del año. Esa llamada, que efectúa la Hermandad de Santa María de la Alhambra a la Borriquilla, abre paso a vivir inténsamente la pasión. Foto: Alejandro Romero

TESTIGO DE EXCEPCIÓN. Hasta una decena de hermandades viven un encuentro que es único en la ciudad que tiene un testigo de excepción cada Semana Santa. La Alhambra ofrece esa imagen única que solo se puede dar en Granada, bien sea con las luces apagadas por completo con el Silencio, las hermandades del Albaicín o aquellas que nada más ponerse en la calle producen un encuentro deseado. Foto: Luis F. Ruiz

REGRESOS MULTITUDINARIOS. Los regresos de las distintas hermandades de Granada suelen ser multitudinarios y llevan consigo la firma de cada una de las 32 corporaciones. Así ocurre por ejemplo en Los Gitanos, en donde el Sacromonte se convierte en un punto neurálgico para miles de personas en la noche de cada Miércoles Santo. Foto: Alejandro Romero

TODO ES POSIBLE. Hay lugares, enclaves, puntos y espacios en los que por difícil que parezca cada año se obra el 'milagro' en Semana Santa en Granada. La orografía de algunos puntos de la ciudad podría hacer imposible el paso de las hermandades de no ser por los hombres y mujeres que se sitúan debajo para logar lo que, en teoría, parece harto complicado. Salidas como la de Paciencia y Penas en San Matías, Estrella, San Agustín o Los Gitanos; el paso de la Aurora por los Grifos de San José o la bajada de la Concha hacia el Darro hacen válido el dicho de que en Granada 'todo es posible'. Foto: Tricia González

NOCHES MÁGICAS EN EL REALEJO. El Realejo vive la Semana Santa de una forma muy especial y cuenta prácticamente cada día de la pasión con noches mágicas y diferentes entre sí, que además tienen la 'Catedral' de Santo Domingo como punto neurálgico con momentos que lo convierten como sitio obligado a visitar. Foto: Alejandro Romero

ETERNO ZAIDÍN. El barrio Sur de Granada hace una aportación imprescindible de la Semana Santa de Granada durante los ocho días de la pasión. El barrio, en estado puro, llega al centro de la ciudad a su manera, sin guiones preestablecidos y con un carácter propio sin el que la pasión no sería la misma. Foto: Alejandro Romero

UN CORNETÍN PARA ENMUDECER. Es quizás uno de esos momentos únicos que corroboran la exclusividad de la Semana Santa de Granada. La Hora Nona convierte el Campo del Príncipe, ante el Cristo de los Favores y la Soledad en el lugar en el que hay que estar cada Viernes Santo, cuando a las tres de la tarde un cornetín rememora la muerte de Jesucristo. Foto: Tricia González

GRANADA SILENTE. Son varias las hermandades que imponen el silencio al paso de sus cortejos, lo que hacen que el recogimiento también esté presente durante la pasión. No hay que perderse así el regreso de San Agustín, el Despojado, la salida del Nazareno o el discurrir del Silencio con todas las luces apagadas. Foto: Álex Cámara