Optimismo que disimula los defectos
El Granada CF solo ha perdido uno de los últimos cuatro partidos en Liga · La regularidad, clave del buen juego por fases del equipo · Los errores arbitrales solo se ven en un bando
Carcela no terminó de completar un buen partido y fue sustituido por Alcaraz. Foto: LOF
El Granada CF se encuentra instalado en una espiral optimista que le permite, después de tres meses de dura escalada sin éxito, ver las cosas de otra manera, que además contribuye a disimular los defectos que, evidentemente, tiene la plantilla rojiblanco.
Es tal la situación del conjunto que entrena Lucas Alcaraz que, si se atienden a las estadísticas, solo ha perdido un partido de sus últimos cuatro en Liga y lleva tres consecutivos sin perder en competiciones oficiales, añadiendo el encuentro de Copa del Rey ante Osasuna.
Las virtudes
Quizás en Málaga de lo mejor que se pudo ver al Granada CF fueron los primeros 25 minutos, en los que el equipo rindió a un gran nivel, como no lo había hecho esta temporada. Los jugadores seleccionados para disputar los partidos ya dan sensación de competir y jugar al fútbol y este es un paso gigante.
Además, el bueno momento por el que pasan hombres como Ochoa, Samper o Saunier contribuye en pro de una causa para la que cuesta mucho llegar todavía, pero que deja tintes que no tienen nada que ver con las dudas ofrecidas hace solo un mes por el equipo.
Los defectos
Pero también hay cosas mejorables. Ni todo era horrendo hace solo seis partidos ni todo es ahora fantástico. Por ejemplo, en el partido ante los malagueños no debe pasar desapercibido el partido desarrollado por Tito, que no cumplió con su cometido; las dudas más que razonables que dejó Uche o las imprecisiones de Alberto Bueno.
La defensa de las jugadas a balón parado es otro de los puntos que debería hacerse mirar el equipo granadinista. Recibió el primer tanto de una falta, estuvo a punto de encajar el segundo de no ser por Ochoa de la misma manera y el tanto anulado por el árbitro también llegó en la segunda jugada de un saque de esquina.
El árbitro
Y como probablemente se hable del supuesto error de Álvarez Izquierdo, instruido por su juez de línea, sobre el fuera de juego de Llorente en el que podía haber sido el 2-1, Alcaraz se encargó de recordar otras situaciones que no fueron arbitradas tampoco con acierto.
Así, recordó la jugada en la que Boga se marchaba para encarar a Boyko en la frontal y Miguel Torres lo encaraba. A juicio del técnico granadinista el Granada CF podría haber jugado toda la segunda parte con uno más. Y así con todo. El cristal con el que se miran todos los aspectos de un partido, condiciona las conclusiones finales.
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