jueves 18 abril
La Capital  |   | Europa Press

Pacientes de hemodiálisis se movilizan contra las "deficiencias" del PTS

La portavoz de los afectados, Maribel Martínez, ha explicado que acaban de comenzar la recogida de firmas y ya cuentan con más de medio de centenar de apoyos

Un grupo de pacientes crónicos de hemodiálisis y sus familiares se han movilizado en Granada para reclamar mejoras en el nuevo hospital del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) que, según lamentan, tiene una serie de "deficiencias" que hacen que su estancia les esté afectando "tanto a nivel físico como psicológico", y han comenzado a recabar firmas para apoyar sus reivindicaciones.

Asimismo, la portavoz de los afectados, Maribel Martínez, ha explicado que acaban de comenzar la recogida de firmas y ya cuentan con más de medio de centenar de apoyos, y así continuarán en los próximos días, e incluso prevén constituirse en plataforma porque "está en juego la salud" de sus familiares más cercanos.

Ahora, han comenzado por transmitir sus quejas por escrito a la administración, y se las han comunicado por registro al delegado de Salud en Granada, Higinio Almagro, con copia al consejero, Aquilino Alonso, y al gerente de los hospitales, Manuel Bayona.

En el documento presentado, los pacientes y familiares del servicio de hemodiálisis 2 del Hospital del PTS afirman que la sala en la que permanecen un mínimo de 15 horas semanales, tiene una distribución que parece "improvisada" pese a tratarse de una obra nueva, "pues son más amplios los pasillos o sala de espera que la propia sala de diálisis, hasta el punto de que cuando los sillones son desplegados apenas hay espacio para maniobrar cualquiera de las maquinas de diálisis, lo que implica una enorme dificultad para que el personal se mueva con facilidad".

Además, los "sillones están tan pegados a la pared que las conexiones están sufriendo averías con frecuencia" y el espacio es tan escaso que los profesionales no tienen acceso al paciente "en caso de una urgencia no tienen acceso al paciente", y la sala de hemodiálisis no dispone de ninguna ventana, por lo tanto carece ventilación natural y provoca en algunos pacientes "la sensación de claustrofobia o desorientación al no tener visión exterior alguna", e incluso problemas a los operados de cataratas, por la luz artificial continua.

En segundo lugar, también lamentan que el traslado al nuevo hospital haya supuesto un cambio en la técnica de diálisis utilizada, peor que la usada en su centro sanitario anterior, que era la hemodiálisis online, "más completa y efectiva" y que permite al paciente "tomar menos medicación y una dieta menos estricta, con la consiguiente menor necesidad de atención urgente y mejora de su calidad de vida".

También lamentan que los pacientes, que antes pasaban las horas de hemodiálisis en camas articuladas, tengan ahora que ser atendidos en un sillón, que tras una hora de tratamiento ocasiona molestias en la zona lumbar y cervical y provoca "en algunos casos contracturas en los brazos, cuello y espalda", lo que se agrava teniendo en cuenta además que algunos de los atendidos padecen artritis.

Por otro lado, critican que el cambio les haya supuesto una "incomunicación" con el exterior, ya que la conexión wifi que supuestamente se habilitó en el hospital no funciona y tampoco los teléfonos móviles tienen todos cobertura.

"Algunos pacientes por motivos profesionales y personales necesitan de una buena conexión, por lo que solicitamos que se mejore la calidad del wifi o se nos proporcione una conexión independiente que nos ayude a hacer más llevadero nuestro tratamiento, ya que entendemos que no es lo mismo un paciente que ha de estar cuatro horas inmovilizado que el que acude a una consulta de vez en cuando", mantienen los afectados, que tampoco pueden hacer llamadas al exterior ni usar los datos de sus teléfonos móviles.

Otra "gran deficiencia", pese a la previsión de meses del traslado, es que no cuentan con televisiones o radio ni en la sala de tratamiento, ni en la sala de espera, "donde aguardan varios familiares durante el tiempo que los pacientes reciben su tratamiento, "haciendo que la sensación del paso del tiempo sea más lento y desesperante para más de uno".

Centros privados

Igualmente, lamentan que con la reorganización sanitaria, que consideran una "fusión", se haya reducido el número de personal, ya que ha desaparecido el turno de noche de este centro y se ha reducido la capacidad de pacientes a dializar, derivándolos a otros centros públicos o privados, Lo cual supone un "perjuicio" para los pacientes, a los que se les "priva" de su derecho de elección del centro y del turno que más se adecua a su vida cotidiana.

Otra "consecuencia de la fusión" es la "privación" de su derecho a una segunda opinión, que, si desean, tienen que reclamar en una provincia distinta, a lo que se suma que tampoco tienen libre elección de médico, o que "falta todo tipo de material necesario para realizar el tratamiento o posterior cura del acceso vascular, entre otros".

Los baños de los vestuarios, que son ocho para un máximo de 21 pacientes por turno, "no se encuentran adaptados para minusválidos", según los pacientes y sus familiares, quienes se quejan además que se les haya cambiado la hora del trasladado en ambulancias, "única y exclusivamente" a los enfermos de diálisis 2.

Según explican, aunque las ambulancias les recogen a la misma hora de siempre, tienen que esperar más de una hora para iniciar el tratamiento, por no haber "personal suficiente", lo que prolonga sus jornadas en el hospital hasta ocho horas desde que salen de sus casas, tres días a la semana.

"Hay que tener en cuenta que las personas que recibimos tratamiento de diálisis no lo hacemos por gusto, porque no tenemos nada mejor que hacer, es porque nos va la vida en ello, literalmente. Cualquier otro tipo de enfermedad hace que se reciba un tratamiento corto, días, meses, incluso en casos de cáncer el tratamiento es de un par de años, pero en el caso de los enfermos renales estamos obligados a recibir este tratamiento de por vida, incluso en casos de trasplante, al cabo de unos años los pacientes tienen que volver a dializarse porque los órganos recibidos no son para siempre, y hay pacientes que por su estado de salud no es aconsejable el trasplante, no los van a trasplantar, así que el tratamiento ya es de por vida", advierten.

Por ello, creen que su situación ya es lo "suficientemente dura" para que se les esté "escatimando" en calidad de vida, que no se les dote de los materiales necesarios para su estancia, tratamiento y cura. Esto, señalan, se limita a la Sala 2, ya que la sala 1 sí tiene ventanas y espacio suficiente, aunque no quieren pedir cambio de sala porque entonces también supondría un cambio de médico.

Por todo, reclaman que se les garantice el material, la medicación y el sistema de diálisis que mejor se adecue a cada paciente, y que el que ya tuviese la técnica 'online-pre' la siga teniendo; y que se les respete y se les mantenga su derecho a continuar o a decidir que les lleven sus médicos, que son los que los conocen y los tratan desde hace años.

También instan a la administración a que se realicen mejoras en cuanto a la cobertura móvil, la instalación de televisores y las obras necesarias para que puedan tener algo de luz en la sala de diálisis aunque sea indirecta, y que los gestores realicen al ahorro necesario para que no haya derroche, "pero no a costa de los pacientes" y de su salud y calidad de vida.

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