viernes 29 marzo
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Paralelismos y diferencias de otro reto difícil

Al igual que le sucediera en la campaña 14/15 con el Levante, Alcaraz afronta la meta de dirigir a un equipo tocado en la clasificación con el objetivo de salvarlo

Lucas Alcaraz, el día que se enfrentó al Granada CF hace dos temporadas y consiguió ganar en el último suspiro 2-1. Foto: LOF (archivo aG)

Lucas Alcaraz, el día que se enfrentó al Granada CF hace dos temporadas y consiguió ganar en el último suspiro 2-1. Foto: LOF (archivo aG)

Cuando el nombre de Lucas Alcaraz se confirmó el pasado lunes como el elegido para dirigir al Granada CF después de la destitución de Paco Jémez, a muchos les ha sido inevitable recordar la etapa del técnico granadino en el Levante, el último equipo con el que ha entrenado en Primera División.

Hace ahora justo dos años, Alcaraz tomó las riendas del primer equipo valenciano cuando este se encontraba en puestos de descenso directo en una situación similar por la que atraviesa el equipo rojiblanco, si bien existen coincidencias y diferencias entre ambas situaciones.

Paralelismos

Situación límite

Entonces en el Levante y ahora en el Granada CF, Lucas Alcaraz tuvo y tiene que afrontar una situación límite pese a que la Liga acaba de comenzar. La necesidad de ambos equipos por evitar quedar descolgados de la permanencia hizo que las direcciones deportivas optasen por un giro de guión inesperado con el cambio en el banquillo. Entonces, en los granotas el que se quedó en la calle fue José Luis Mendilíbar, ahora en los rojiblancos, Paco Jémez.

Jugadores decaídos

Aunque solo hay una jornada de diferencia de cuándo se produjo su fichaje en ambos equipos -en el Levante en la 8-, los jugadores de ambos equipos quedaron totalmente tocados después de una mala racha de resultados que les dejó en una situación compleja. En los azulgrana, la plantilla solo fue capaz de conseguir 5 puntos de 24 posibles, mientras que en Granada la cifra se reduce a 2 de 21, lo que genera un desasosiego entre el vestuario que necesita de golpes de efecto como el cambio de entrenador.

Nerviosismo en la afición

El estar en puestos de descenso directo y permitir un cierto distanciamiento de los equipos que marcan el corte también provocó entonces en el Levante y ahora en el Granada CF un cierto nerviosismo entre la afición de ambos equipos, descontentos con la forma de juego de sus respectivos equipos y entrenadores. El miedo a quedar descolgados en Navidad para luchar por el objetivo se impuso entonces y ahora en ambas ciudades.

Más de 30 partidos por delante

Sin embargo, quizás uno de los puntos que contribuya a que Lucas Alcaraz tomara las riendas de ambos equipos pese a la situación límite es el número de puntos en juego. Ahora 93 y entonces 90, pese a que el calendario haya podido avanzar en una u otra dirección, es una renta suficiente para alcanzar casi la mitad para luchar por la permanencia en Primera División.

El aval de otras temporadas

Por otra parte, para que el Levante y el Granada CF se decantaran por Lucas Alcaraz, entre otros motivos, tuvieron en cuenta el aval en situaciones complejas que atesora al técnico granadino. A los granotas llegaba después de sumar 55 jornadas sin meter al equipo granadinista en puestos de descenso directo y lograr la permanencia dos años consecutivos; mientras que a los rojiblancos ahora 'aterriza' recordando aquella segunda etapa, además de la cosechada en los valencianos en su primer año, pese a que en el segundo fue destituido.

Diferencias

Superada la barrera del primer triunfo

Al contrario de lo que le sucede ahora en el Granada CF, el Levante que se encontró Lucas Alcaraz ya había superado una barrera psicológica importante después de ocho jornadas. Con Mendílibar los granotas cosecharon la primera victoria en la quinta jornada, precisamente tras vencer 0-1 al Granada CF de Joaquín Caparrós. Esto no quitó presión al equipo, pero sí evitó más angustia entre los jugadores.

Calendario inmediato más favorable

Pese a que para Alcaraz es un dato obvio, a nadie se le va de la cabeza el calendario que tiene que afrontar el equipo granadino ahora en comparación con el que tuvo que vivir en el Levante, en donde en las ocho primeras jornadas ya había jugado ante el FC Barcelona y el Real Madrid, cuya goleada 0-5 supuso la destitución de Mendilíbar. En los seis próximos partidos, el Granada CF deberá enfrentarse solo a Deportivo y Sporting entre los equipos de su Liga y visitar el Calderón, el Camp Nou, Mestalla y Balaídos.

Plantilla algo más compacta

En el Levante, Lucas Alcaraz encontró una plantilla mucho más compacta y con menos caras nuevas, que ya estaba prácticamente hecha del año anterior, aunque con sus fichajes. No ocurre lo mismo en el Granada CF, donde Alcaraz tiene todavía que coser las piezas que tiene el equipo en el que además el idioma supuso un serio problema según su predecesor.

El equipo de su tierra

Probablemente eleve el nivel de exigencia para Lucas Alcaraz, al que el aspecto sentimental hacia el club que ahora va a entrenar no tendrá nada que ver con hacerlo en un Levante al que solo le vincularon motivos deportivos y profesionales. De Granada se fue después de haber vivido situaciones tensas personales, pese a lo que ha optado por aceptar el difícil reto de reconducir la situación.

Cambio radical de estilo

Pese a que Alcaraz ha sido de adaptarse a las circunstancias, el estilo de juego de Mendilíbar, con marcado carácter ofensivo, se aproximaba más al suyo propio que el que ahora ha dejado Paco Jémez, con un juego muy marcado en el que el trato del balón y el carácter ofensivo era la nota predominante. El nuevo técnico granadinista, fiel a un 4-4-2 aunque con diversas vertientes, tendrá que adaptar también al equipo por completo a un nuevo rol sobre el terreno de juego.

Número Cuaderno Rojiblanco 01

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