Pasión con identidad propia
Gran estreno del nuevo palio de Los Estudiantes · La multitud arropa a Rosario y Los Gitanos en su discurrir · Las Penas estrena mirada · El Nazareno lleva el silencio a una jornada brillante
Cada jornada del Miércoles Santo de Granada se produce una mezcla de sensaciones que cada cofrade puede disfrutar a su manera, en cinco rincones diferentes y que ofrecen sin duda la forma de entender la pasión con identidad propia en cada punto.
Así, el ecuador de la semana de los ocho días gloriosos para las hermandades llegó con el marcado protagonismo del Realejo, aunque en esta ocasión todas las miradas estaban pendientes del templo de los Santos Justo y Pastor.
Allí se ponía en la calle un nuevo palio para la Semana Santa. La Virgen de los Remedios de los Estudiantes completó el ciclo de once años de intensa espera que de forma acertada ha llegado a las calles de la ciudad.
Incertidumbre gitana
Pero la cuarta jornada de la pasión comenzó no sin incertidumbre desde el Sagrado Corazón en la Gran Vía, en donde la Hermandad de Los Gitanos miró al cielo antes de ponerse en la calle. Pese a que la salida estaba prevista a las 16.45, la cofradía optó por esperar un poco a que el cielo se abriera para sacar su cruz de guía.
Así, poco después de las 17.00 horas las puertas del templo se abrieron para una de las salidas más esperadas por todo un barrio. El Sacromonte bajó al centro de la ciudad para vivir y soñar por el Consuelo y la Virgen sacromontana, ésta última sorteando la siempre difícil salida desde su templo.
Un cortejo inmenso y arropado por la multitud, sobre todo en el regreso desde Plaza Nueva hasta la Cuesta de los Coches, ya próximo a su templo, adonde ha llegado a altas horas de la madrugada. La devoción en las cuevas convierte en única y universal la pasión.
El estreno soñado
Para entender por qué el Miércoles Santo de 2016 pasará a la historia hay que remontarse doce años atrás, cuando la cofradía de los Estudiantes no era del agrado de la mayoría de muchos cofrades de la ciudad. No hay que olvidar situaciones ya pasadas como el discurrir de la hermandad con un cortejo más que discutible. En 2005 todo se reorganizó demostrando que quien siembra, recoge.
Así, este 2016 los hermanos de esta corporación nazarena ha visto cumplido el sueño de ver en la calle a Jesús de la Meditación con su madre detrás. La Virgen de los Remedios dejó de quedarse en el altar mayor de los Santos Justo y Pastor para salir a la calle en el nuevo palio.
El estreno fue de la calidad de la imagen titular estudiantil. Los que pudieron presenciarla en la calle pudieron disfrutar de sus varales y orfebrería, los respiraderos, las bambalinas... En definitiva un todo para completar un ciclo mil veces soñado. Quizás, y por poner un pero, habrán de buscar en la cofradía la fórmula para poder salir y regresar a su templo con menor mecánica para cumplir fielmente con su estilo puntual.
Un buque para el Realejo
Va a tener que pensarse y mucho la Hermandad del Rosario de Granada cómo conseguir que quepa más gente en Santo Domingo cuando quiere verla regresar de la Carrera Oficial. La cofradía vivió su noche arropada no solo por un barrio, sino por una ciudad y sus visitantes, que disfrutaron con el discurrir del buque del Realejo conducido fielmente por Miguel García Almagro.
En ese andar costalero tan particular, que mientras se marcha parece que nunca se ha ido, el paso de Tres Caídas llegó este año acompañado por la renovación de su banda, con nuevos uniformes marineros.
En la calle se pudo sentir y disfrutar de uno de los cortejos más amplios de la Semana Santa de Granada y que cada año va a más. El río de nazarenos y camareras rosarianas es la constatación del esfuerzo que desde la cofradía se hace año a año por mejorar.
La mirada de las Penas
Había también expectación en la cuarta jornada de la pasión por ver cómo había quedado la Virgen de las Penas sobre su paso después de su restauración a manos de Luis Álvarez Duarte. Independientemente de que habrá opiniones de todo tipo, la mirada de de la titular mariana deja otro semblante.
A ello hay que añadir la evolución a mejor que la cofradía está viviendo desde la llegada de su nueva Junta de Gobierno, que la va modernizando poco a poco sin perder el carácter clásico, aunque con cambios que se pedían a gritos.
La cofradía dejó momentos emotivos en su salida y en su regreso, en ese punto que se hace enorme en la noche de cada Miércoles Santo en la calle San Matías para poder contemplar cómo los costaleros sortean las escalinatas de su templo.
Silencio desde las Carmelitas
El calvario hacia el que cada cuarto día de la pasión se dirige Jesús Nazareno deja en Granada un silencio que cada vez, por mucho que cueste, se respeta más. La hermandad de las Carmelitas Descalzas puso en la calle las imágenes que realizaran Antonio Barbero y la escuela de José de Mora, lo hizo con un discurrir singular.
La imponente mirada del Nazareno se convierte en una forma esencial para acabar un Miércoles Santo en Granada, en la que se mezclan todo tipo de sensaciones. A ello hay que añadir el paso de la Merced, de forma acertada acompañado por la Banda Sinfónica de Ogíjares, que puso más belleza aún si cabe a este palio.
Y con esta hermandada acabó una jornada que tiene su identidad propia en cada lugar que se pone en la calle, con filas de nazarenos amplias en los cortejos lo que, como ya anunció el presidente de la Federación de Cofradías, confirma que las hermandades pasan por un buen momento.