Patrullas contra la expansión del coronavirus
La Policía Local de Granada juega un papel esencial para el cumplimiento de la cuarentena
Distribuidos en grupos de 75 agentes por la mañana, otros tantos por la tarde y algunos menos por la noche, la Policía Local de Granada se ha convertido en un 'actor principal' en la lucha contra el coronavirus y su propagación. Los policías tienen que velar por el cumplimiento del estado de alarma y las medidas extraordinarias que no todo el mundo entiende.
ahoraGranada ha acompañado a uno de los Grupos de Apoyo de este cuerpo policial, compuestos por seis agentes y que siempre suelen ir en un furgón todos. En esta ocasión, debido a las circunstancias, lo hacen en parejas de dos divididos en tres vehículos policiales. Y es que ellos mismos también tienen su batalla particular contra el Covid-19.
Actualizados cada día con las nuevas normas que van conociéndose sobre el real decreto que indica cuáles son las medidas excepcionales de confinamiento, no solo tienen que velar por su cumplimiento, sino que además deben tirar de "sentido común y calma" como mejores aliados estos días según comenta uno de los agentes.
Y es que lejos de que haya quien no entienda de qué sirve el confinamiento, ni aunque le toquen el bolsillo, lo que está en juego no es únicamente la salud de cada uno, sino la de todos. Es lo que los policías tratan de hacer ver en cada ruta que realizan por las calles de Granada.
Ocurre por ejemplo al llegar a la Chana, donde una pareja acude con bolsas a un supermercado pero lo hacen sin guardar las medidas de seguridad entre sí: "Pueden convivir juntos, pero los demás no y deben guardar una distancia", les comenta uno de los policías tras pedirles la documentación. La delgada línea que separa la situación de una sanción o no depende de varios factores como la reacción de la persona, en qué circunstancias se encuentre o qué argumento da para estar en la calle.
Y es que en esta primera semana de confinamiento obligado los agentes han encontrado todo tipo de anécdotas de quienes tratan de asegurar que el estar en la calle no es un capricho sino una obligación, al menos de cara a los policías: "Nadie que está convencido de que puede estar en la calle huye de nosotros, porque todo el mundo cree que no está haciendo nada malo", explican.
Pero claro, no es lo mismo pasear al perro que empezar a jugar con él en el parque, ir al estanco más lejano de casa para que el paseo sea mayor o 'olvidarse' 50 céntimos para comprar un paquete de tabaco y tener que salir y entrar de casa dos veces.
Estos son solo algunos ejemplos que se han encontrado los policías durante estos días, a quienes su instinto también tienen que obedecer para evitar caer en el error de multar a quien no deben. En cualquier caso el que sabe que no debe estar en la calle trata de evitarlos.
Esto sucede en nuestra ruta, en la Lancha de Cenes, donde un joven está tranquilamente sentado en unas instalaciones deportivas y al ver la presencia policial se marcha. Pese al intento los agentes no logran encontrarlo, pues además de estar en la calle "seguro está fumando algo que no debe".
Entretanto, por la emisora no dejan de llegar avisos y llamadas de vecinos desde distintos puntos de la ciudad para advertir de que se está incumpliendo el confinamiento poniendo en riesgo la salud de todos. "Dicen los vecinos que cuando llega la Policía se van los jóvenes, pero que están allí a diario, por si podéis daros una vuelta", comentan por la emisora a este grupo policial.
También supervisan la situación del Paquillo Fernández, punto donde son reunidos todas las personas sin techo que existen en Granada y que tampoco pueden estar en la calle. La coordinación con Inagra también es esencial en este sentido, pues aunque esas personas han sido trasladadas sus enseres han quedado en la calle y por tanto deben ser retirados.
En la primera semana de estado de alarma se han acabado de raíz algunos de los problemas más habituales a los que tenían que enfrentarse los agentes a diario, como la acumulación de personas en horario nocturno en las escalerillas de Hacienda, la ausencia de botellones en la calle -aunque el sábado pasado tuvieron que intervenir en cuatro pisos- o el estacionamiento en doble fila.
Han sido más de 150 las multas impuestas por este cuerpo policial durante estos días, aunque ellos prefieren subrayar el papel de quienes cumplen con la normativa, "que es la amplia mayoría de la población". Patrullan la ciudad no solo para velar por la seguridad, sino también para evitar que haya inconscientes de que puedan propagar el coronavirus por su irresponsabilidad.
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