Piden paralizar las obras de un proyecto fotovoltaico de 55 hectáreas en Víznar por su "impacto negativo"
La Plataforma en Defensa de la Vega de Granada ha denunciado "posibles afecciones" para la salud de las poblaciones cercanas
La Plataforma en Defensa de la Vega de Granada y su entorno ha mostrado su "rechazo total" al proyecto de instalación de placas fotovoltaicas en la localidad metropolitana de Víznar, próximo a El Fargue y Jun, por sus "impactos negativos" en el entorno.
De este modo, la entidad, constituida por la Agrupación de Voluntariado Ambiental de Santa Fe, Ecologistas en Acción Granada o Somos Vega, entre otras organizaciones, tras conocer los trabajos y repercusiones de la construcción de 55 nuevas hectáreas destinadas a energías renovables, ha querido respaldar a los vecinos que viven cerca.
Según han explicado los ecologistas en una nota de prensa, "se están movilizando para que se paralicen las obras antes de que los perjuicios e impactos negativos lleguen a ser irreversibles".
El Fargue I, que es como se denomina, es uno de los proyectos que hay planificados en la comarca y que, en caso de ejecutarse, provocará "multitud" de impactos "negativos", han comentado.
Destrucción del ecosistema
Así las cosas, la plataforma ha denunciado "posibles afecciones" para la salud de las poblaciones cercanas, la destrucción de suelos fértiles y de campos de cultivo, de ecosistemas con la eliminación de vegetación arbórea y arbustiva de especies silvestres o la reducción de zonas de campeo de rapaces diurnas y nocturnas, entre otras.
"Abogamos por una moratoria provisional o temporal para todos los proyectos de renovables de la Vega de Granada y su entorno. Pensamos que hay que estudiar bien las cosas y planificar adecuadamente la implantación de las energías renovables ya que existen alternativas respetuosas con el entorno, como promover comunidades energéticas y colocar paneles fotovoltaicos en cubiertas de naves industriales o aparcamientos", han señalado.
Además, han especificado que "no es lógico" y es "incomprensible" que se promuevan polígonos industriales energéticos de manera "indiscriminada" en cualquier tipo de suelo y "fuera" del planeamiento general, atendiendo al "único criterio" de su "máxima rentabilidad" económica.
Para los ecologistas, las administraciones públicas competentes "no pueden seguir haciendo oídos sordos a un, cada vez mayor, movimiento ciudadano que grita Renovables sí, pero no así y seguir extendiendo su alfombra roja a estas grandes empresas".
Por ello, argumentan, "deben ser las garantes de los valores de la democracia, de los derechos de la ciudadanía, de la protección al medio ambiente, de los valores culturales y, ante la duda, deberían hacer valer el principio de precaución".
La organización ha indicado que la ciudadanía es cada vez más consciente de lo que está sucediendo y se está "revelando" por todo el país ante esta "injusticia e iniquidad", exigiendo que se "paralice" el "saqueo" del medio rural.