Piden una cata en la zona donde expertos descartan que esté enterrado Lorca
La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación asegura que las pruebas de georradar "no son concluyentes", por lo que "merece la pena hacer una comprobación de apenas 30 centímetros de profundidad"
La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación ha pedido la realización de una cata de comprobación en la zona de la fuente del Parque Federico García Lorca de Alfacar, donde un informe del Instituto Andaluz de Geofísica a petición de la Dirección General para la Memoria Histórica ha descartado que puedan estar los restos del poeta, al entender que es contradictorio con otro que "asegura haber detectado indicios de posibles restos óseos en el subsuelo".
Según ha informado esta asociación memorialista en un comunicado, ambos han sido realizados por "especialistas en georradar de reconocido prestigio y, sin embargo, han emitido informes contrapuestos".
"Pensamos que las pruebas de georradar no son concluyentes, por lo que merece la pena hacer una pequeña cata de comprobación, de apenas 30 centímetros de profundidad", han indicado desde esta asociación Francisco Vigueras y Claudio Coello.
La cata sería "una intervención arqueológica sencilla para acabar definitivamente con el rumor sobre el saco de huesos, enterrado ilegalmente, que podría contener los restos de Federico Garcia Lorca", en lo que mantienen es "una versión que viene circulando en Granada desde hace ya tres décadas".
En concreto, han pedido a la Dirección General para la Memoria Histórica que realice dicha cata arqueológica en el Parque García Lorca de Alfacar, como "única forma de conocer la verdad y como gesto de solidaridad con Nieves Galindo, nieta adoptiva del maestro Dióscoro Galindo, que lleva años buscando los restos de su abuelo", uno de los fusilados junto a Lorca.
Piden que la cata sea realizada por el equipo que ha designado Nieves Galindo, del que forman parte expertos como el antropólogo forense Francisco Extebarría y el arqueólogo Óscar López, asesorados por el investigador Ian Gibson.
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