viernes 19 abril
SUCESOS  |   | Redacción aG

Pillado cuando intentaba vender en internet un búho campestre, especie en peligro de extinción

La Guardia Civil también investiga en Almuñécar a otro hombre que colocó varias dosis de raticida, sin portacebos u otro protector, y como consecuencia resultó afectado un perro

El búho ha sido trasladado al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de la Delegación Territorial de Medio Ambiente en Granada. Foto: Guardia Civil

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha puesto a disposición judicial a dos varones, uno investigado en una localidad próxima a Guadix por la tenencia de una especie silvestre en peligro de extinción; y otro por colocar dosis de un raticida en el medio natural y junto a un camino en el término de Almuñécar.

Según ha señalado el Instituto Armado en una nota de prensa, tras encontrar la patrulla del Seprona de Guadix un anuncio en una página de internet en el que se ofertaba para venta o cambio un búho campestre (Asio flammeus), procedieron a realizar gestiones sobre la persona que realizaba el anuncio, consiguiendo identificarle.

Localizado se interviene el ejemplar de la citada especie, procediendo acto seguido a la investigación de esta persona, un hombre de 43 años, vecino de una localidad próxima a Guadix, sin antecedentes policiales, como supuesto autor de un delito relativo a la protección de la fauna silvestre.

El investigado ha sido puesto a disposición judicial y el búho entregado en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Granada.

Por otro lado, el Seprona de la Guardia Civil de Motril, ha procedido a la investigación de un vecino de Almuñécar, de 41 años y sin antecedentes policiales, por colocar en el medio natural varias dosis de raticidas, lo que pudiera ser constitutivo de un delito relativo a la Fauna Silvestre.

Los hechos ocurrieron el pasado 8 de noviembre, cuando una mujer paseaba con su perro por un camino y vio como este ingería dos pequeñas bolsas de una sustancia rojiza. El traslado inmediato del perro a una clínica veterinaria salvó la vida del mismo, ya que se trataba de un raticida.

Denunciado lo ocurrido ante la Guardia Civil, el Seprona, procedió a inspeccionar la zona encontrando diez bolsas más de una determinada marca de raticida, iniciando gestiones sobre la persona que colocó o abandonó el producto.

Identificado el posible autor del hecho, se procedió a su investigación por un delito relativo a la protección de la fauna silvestre.

El uso de estos biocidas (matarratas) solo está permitido a personal autorizado y en espacios cerrados o sus alrededores, siempre utilizando para su empleo portacebos que impidan que el veneno sea ingerido por cualquier otro animal diferente a aquel que va destinado.

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