Primer día de comercios entre dudas y preparativos
Las calles de Granada notan un aumento de transeúntes y coches, pero las persianas siguen bajadas en muchas calles comerciales de la capital
Granada ha comenzado este lunes la implantación de la fase 0, la aplicación del primero de los tramos de la desescalada por la crisis del coronavirus que permite la apertura de pequeños comercios de hasta 400 metros y que ha dejado dos sensaciones: dudas y preparativos.
Porque aunque en las calles se ha podido presenciar mayor presencia de ciudadanos, lo cierto es que las persianas siguen bajadas en su amplia mayoría, al menos en los establecimientos más céntricos de la ciudad, a los que como en el resto solo se puede acudir con cita previa.
Estas y otras dudas es las que están resolviendo en el sector antes de volver a ponerse a disposición del público de nuevo, que sin embargo ha podido acudir ya a las primeras peluquerías abiertas o los talleres han vuelto a comenzar a reparar coches.
Tiendas de alimentación y comida o los propios bancos, sin olvidar que es primero de mes, han vuelto a registrar colas para poder recibir a los clientes en la que a buen seguro será una normalidad a la que ya poco a poco se está cada vez más acostumbrado.
Mascarillas generalizadas
Las medidas de seguridad son notables en los establecimientos, con el uso generalizado de mascarillas, al tiempo que en algunos de ellos se han extremado todas iniciativas para garantizar que el virus no se contagie, como sucede con las peluquerías.
Así, pantallas para el rostro de los peluqueros, mascarillas para clientes, pantallas para separar espacios o desinfección de todos los utensilios que se utilizan con cada cliente han sido fáciles de ver en este tipo de espacios donde se trabaja la imagen personal.
También ha aumentado el tránsito en las calles, motivado también por las limitaciones horarias que ya existen para todos los sectores de la sociedad, además de por las compras en comercios.
En vías como el Camino de Ronda ha aumentado también la circulación poco a poco, una muestra más de que la nueva normalidad empieza a ganar terreno, con el deseo de que sea el definitivo.
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