viernes 19 abril
UEFA EUROPA LEAGUE  |   | Nacho Santana

Renta atractiva para soñar

El Granada CF vence al Nápoles por 2-0 en la ida de dieciseisavos de la Europa League · Los rojiblancos anotaron sus dos tantos en dos minutos para encarrilar la eliminatoria

Yangel Herrera celebra el primero de los dos goles del Granada CF. Foto: Álex Cámara

Pum, pum. Como el ritmo al que latían los corazones de los aficionados rojiblancos frente a una fecha marcada en todos sus calendarios golpeó el Granada CF. En un encuentro en el que demostraron personalidad, los granadinistas decidieron en solo dos minutos la ida de la eliminatoria frente al Nápoles. Queda una renta atractiva para soñar con seguir prolongando el idílico letargo.

Abrió el marcador Yangel Herrera, certero por alto a pase de Kenedy. Le siguió el propio brasileño, activo e imparable, con un disparo seco. La personalidad y la pegada decidió un choque en el que los locales quisieron el balón y demostraron un espíritu inconformista propio de una mentalidad ganadora.

Como una tormenta fue la primera parte de un encuentro que quedará para siempre en la historia del Granada CF. Partió con una calma nacida de la posesión y del afán rojiblanco por tener el balón y dictar el ritmo, una pausa que precedía a la tempestad más dulce jamás vista en Los Cármenes.

Con los tres tenores de vuelta en el centro del campo, los granadinistas tocaron la mejor de las melodías. Movieron el esférico de lado a lado desde el primer minuto y obligaron al Nápoles a estirarse hasta que terminaron por no poder hacerlo más. 

Antes de eso gozaron de ocasiones los rojiblancos. Comandados en ataque por un Kenedy tan activo como difícil de detener, el brasileño se gustó con una ruleta por banda para ponérsela en bandeja a un Jorge Molina que no logró conectar un remate limpio. El esférico terminó por marcharse por la línea de fondo.

Un saque de esquina propició la única ocasión de peso de los partenopenos. Apareció solo en el segundo palo Elmas para rematar a placer, pero su disparo se marchó muy desviado y no llegó a importunar siquiera a Rui Silva. Daría la réplica nuevamente Kenedy colándose en el área rival, pero se entretuvo con el balón y no atinó a materializar el peligro.

Superada la fase de calma, la banda derecha del Granada CF no dejó de dar frutos a los suyos en la ofensiva. Esta vez fue el brasileño quien habilitó a Foulquier dentro del área, pero el galo se topó con la salida de Meret en una jugada a cuyo rechace no consiguió llegar Jorge Molina

Esta sería, sin embargo, la última jugada con el empate en el marcador. Corría el minuto 18 en el electrónico cuando Kenedy recibió un saque de banda. Levantó la cabeza, se aproximó al balón y puso un centro tan largo como medido que encontró en el segundo palo a Yangel Herrera. El venezolano se alzó imperial para imponerse a Di Lorenzo y rematar de cabeza para hacer el primero con colaboración de Meret.

Cuando aún se cantaba en el Nuevo Los Cármenes el tanto del mediocentro, volvió a aparecer Kenedy para culminar la tormenta con un segundo trueno. Como un relámpago salió de su propio campo Darwin Machís, que condujo atrayendo a la defensa para finalmente dejársela al brasileño en la frontal del área. Ahí puso el empeine el ‘24’, que sacó un disparo seco y potente para dejar en nada la estirada de Meret, condenado a ver cómo encajaba el segundo tanto en solo dos minutos.

En plena celebración tuvo que abandonar el partido Vallejo, que dejó su puesto a Germán. Desde entonces, los locales optaron por seguir dominando el balón y dosificar esfuerzos para gestionar la ventaja a la par que los minutos restantes en la primera mitad. Probaron suerte Fabián y Mario Rui con dos disparos que se marcharon desviados sin llegar a crear peligro real.

Ya a solo diez minutos del final, contó el Granada CF con la ocasión de poner el tercero en el marcador. Volvió a correr Machís por banda, pisó área y la dejó a la entrada de Jorge Molina. El veterano ariete tiró de recursos para rematar con un taconazo, pero atinó a adivinar sus intenciones Meret, que salvó la última ocasión de la primera mitad. 

Montoro fue clave en el partido ante los italianos. Foto: Álex Cámara

Las dos caras visitantes

Tras el descanso y con Zielinski saltando al campo mejoró su imagen el Nápoles. Los visitantes, necesitados de un gol que les diese alas, aparecieron más en campo rival. Gracias a ello gozó Insigne de una ocasión en la que se coló solo para rematar un centro, pero no logró conectar bien con el balón para importunar a Rui Silva. 

El recién ingresado tendría su ocasión también al cuarto de hora de la segunda mitad. Pisó área tras un pase filtrado al que no llegó Gonalons por poco para sacar un disparo que se marchó alto por poco sobre la meta del portero portugués, aún sin necesidad de tomar protagonismo a la hora de partido. 

Con el paso de los minutos y su consiguiente desgaste, Diego Martínez movió el banquillo para dar descanso a sus dos extremos. Kenedy y Puertas se marcharon al vestuario, dejando su lugar sobre el verde a Puertas y Soro. Siguió sobre el campo un Jorge Molina sin recambio natural. 

Encontró al contragolpe el Granada CF el modo de abrirse paso hacia la posibilidad de un tercer tanto. Vasculó Gonalons y encontró en solo dos pases el área rival, donde Jorge Molina no logró encontrar el disparo. Recibió el rechace Montoro, que envió el disparo desde la frontal desviado.

Precisamente obligó a realizar cambios una vez más el centrocampista galo. Pidió el cambio y dejó su sitio a Yan Eteki; junto a él, Víctor Díaz ingresó por Carlos Neva para tomar su lugar en el carril izquierdo de Los Cármenes. Tras ello, poco más de diez minutos separaban a los rojiblancos de la victoria.

Sin embargo, el Granada CF no quiso dejar morir el partido, sino que insistió en buscar el tercero. Salió al contragolpe Soro y la dejó dentro del área para Puertas. Encañonó el de Benahadux, pero se topó con un defensor, marchándose a un saque de esquina en el que los locales no lograron crear peligro sobre Meret. 

Ya rozando el final del partido encontró Osimhen una oportunidad a saque de falta. El ‘9’ del Nápoles se coló en el área y sacó un disparo en semifallo al que respondió Rui Silva blocando el primer disparo a portería de los visitantes. No volvería a verse obligado a intervenir el luso. 

El que sí que tuvo que volver a aparecer fue Alex Meret. Ya en el minuto 90, Yangel Herrera recibió dentro de la zona de pena máxima para sacar un disparo duro y raso que obligó al guardameta ‘azzurri’ a hacer su mejor intervención del día para evitar que el Granada CF se marchase con un 3-0 al partido de vuelta. 

Así llegó a su fin un partido que invita a los rojiblancos a ir recargando de tinta esa pluma con la que este plantel escribe con letras doradas su nombre en la historia. Con un 2-0 a favor, un Granada CF ‘cum laude’ se ganó nuevamente la licencia para soñar con volver a prolongar el idilio que atraviesan. Italia aguarda, y el resultado de la ida permite ilusión de cara al partido de vuelta.

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