Ricardo García expone su visión personal de la melancolía en Condes de Gabia
A través de su serie titulada 'Melancholiae' recoge obras encuadradas en un proyecto de largo alcance

El pintor vuelve, en plena madurez creativa, a la sala de la Diputación Provincial. Foto: Julio Grosso (Dipgra)
El artista plástico y diseñador Ricardo García (Granada, 1963) ha presentado este viernes en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia de la capital granadina su serie titulada 'Melancholiae' en una exposición que recoge obras encuadradas en un proyecto de largo alcance realizado durante los últimos cuatro años.
El pintor vuelve, en plena madurez creativa, a la sala de la Diputación Provincial donde en 1989 expuso su obra temprana, con una serie compuesta por más de 100 piezas, de las que solo 80 sido expuestas, resultado de una reflexión estética que inició el artista en 2012, nacida a su vez de una actitud existencial como es la melancolía.
En la presentación de la exposición con la diputada provincial de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez, ha señalado que "Ricardo García es el ejemplo perfecto de la apuesta del área de Cultura de la Diputación por el arte contemporáneo, porque fue uno de aquellos artistas emergentes de los años ochenta a los que la institución le dio la oportunidad de una exposición individual y ahora, 25 años después, vuelve aquí, al Palacio de los Condes de Gabia, como un artista consolidado" lo cual "significa que todo ha salido bien y que es una buena línea a seguir".
La muestra deja patente que su representación artística, que cruza todas las épocas de la historia del arte y que ha generado "una iconografía singular, se decanta con sobriedad en esta obra seriada, reticular y en su mayor parte monocroma" siendo "una propuesta de sencillez aparente que desvela una inagotable gama de matices y registros ante el espectador".
Así, según Ricardo García, "la idea de esta serie surgió del estudio iconográfico dentro de la historia de la pintura del concepto de melancolía, asociado a la creatividad, como una autoexigencia y una insatisfacción permanente en la búsqueda continua y sinfín de la perfección, que no tiene nada que ver con la definición de drama o pesadumbre que solemos asociar al término habitualmente".
Para lograrlo, el artista ha tomado el negro como elemento fundamental, casi "alquímico" y lo ha situado como el hilo conductor que debe guiar la exposición.
"El negro se convierte en algo más que un color, tiene un doble sentido: primero, como concepto cromático, con la presencia de negros cálidos, negros fríos o neutros, y además, como concepto ideológico, como una disposición, una pre-idea respecto a cómo desarrollar la idea básica de la melancolía", ha explicado el autor.
Al lado del negro, destaca también en la exposición la presencia de la geometría, que llega a dominar toda la serie y que tiene que ver con ese punto que desde una lectura superficial se aproxima a lo tedioso, a lo repetitivo y a lo monótono, pero que, según confiesa el propio artista, "me abrió un camino infinito, con múltiples soluciones y combinaciones" y que, en ocasiones, recuerda por un instante al espectador la obra de Mondrian o Soledad Sevilla.
Técnicamente, el proyecto de Ricardo García está resuelto en su mayoría mediante pintura acrílica sobre PVC, lo que le facilita una gran pulcritud en las veladuras, a través de impresiones digitales trabajadas con grafito sobre papel y en menor medida, con grabados sobre planchas de fotopolímero.
El comisario de la muestra, Óscar Alonso, ha destacado que "se he intentado mantener la singularidad de cada una de las piezas, como obra única, dentro del conjunto de la serie, evitando que se diluya su individualidad, como suele ocurrir con las series muy lineales y cuando la obra es tan rigurosa y ascética como la de Ricardo García".
Diseñador, artista y docente Ricardo García Hernández (Granada, 1963) se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 1990 y ha creado en esta ciudad la mayor parte de su obra, en alternancia con estancias en París y Londres a finales de los noventa.
Durante más de dos décadas, simultaneó la docencia como profesor de dibujo en distintos centros de Enseñanza Secundaria de Andalucía con el ejercicio del arte, al que en la actualidad se dedica en exclusiva, con incursiones en el diseño gráfico y editorial y colaboraciones con artistas de otras disciplinas, principalmente de la literatura, vertebrando la pintura toda su producción artística, junto al dibujo, la fotografía, el grabado y las instalaciones.