viernes 29 marzo
GRANADA CF - ALAVÉS | LA CRÓNICA  |   |

Sin soga para la hora de la verdad

El Granada CF logra sacar la cabeza a flote tras otra victoria épica ante un Alavés que pudo empatar · El equipo tuvo altibajos pero controló el choque en la mayor parte de las fases · Alcaraz pierde a Uche, Hongla y Gastón Silva para el sábado

Los jugadores del Granada CF celebran el triunfo al final del partido. Foto: Álex Cámara

FICHA DEL PARTIDO
Granada CF: Ochoa; Cuenca, Hongla (Vezo, 69'), Ingason, Gastón Silva, Héctor Hernández (Aly Mallé, 81'); Uche, Wakaso, Pereira (Foulquier, 62'), Carcela; y Adrián Ramos.
Alavés: Pacheco, Vigaray (Kiko F., 58'), Ruano, Feddal, Theo, Dani Torres, Krsticic (Santos, 83'), Óscar Romero, Camarasa, Katai y Deyverson (Ibai, 80').
Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó al local Carcela, Gastón Silva, Cuenca, Ingason, Uche y Héctor; y a los visitantes Óscar Romero, Dani Torres, Ibai y Vigaray. Expulsó con roja directa a Katai tras haberlo amonestado (93') y a Alexis con doble amonestación a Alexis (94').
Goles: 1-0, Wakaso (38'). 2-0, Cuenca (54'). 2-1, Camarasa (58').
Incidencias: Encuentro disputado en el Nuevo Los Cármenes ante 14.208 espectadores.

El Granada CF llega a la hora de la verdad sin soga al cuello. Después de haber sufrido más bajos que altos en los 24 partidos disputados y haber tenido a hasta 8 puntos el corte del descenso, el equipo granadinista afronta con garantías de poder salir vivo la fase decisiva del campeonato.

Los rojiblancos doblegaron en casa a un Alavés que fue de menos a más, que puso serios problemas en la fase final del partido para intentar lograr el empate a dos que pudo lograr de no ser por la actuación más que dudosa de un Iglesias Villanueva superado por los acontecimientos. Bien es cierto que el Granada CF pudo haber matado el partido mucho antes para evitar esos apuros.

Lucas Alcaraz introdujo solo una variable respecto al partido del pasado domingo ante el Athletic de Bilbao. El técnico optó por alinear a Cuenca en la banda derecha y lejos de perder fuelle en el ataque gozó de aproximaciones de peligro, en ocasiones solapándose con Carcela, que debía estar más adentro.

Los granadinistas arrancaron el choque con la presión arriba de los últimos encuentros, la que dio la imagen que a la afición local le ha gustado en las últimas jornadas. Así, Ramos se convirtió en una incomodidad más en la salida del balón del Alavés y conforme avanzaron los minutos los rojiblancos fueron comiendo terreno a los de Mauricio Pellegrino, que vio el partido en la grada.

Con las líneas muy adelantadas, hasta un saque de banda se convertía en ocasiones de peligros, como ocurrió en hasta dos ocasiones con dos balones que Héctor Hernández puso en juego desde el lateral, aunque sin la posibilidad de que Adrián Ramos y Carcela pudieran encontrar remate.

Hubo un momento clave que fue al primer cuarto de hora del partido. Entonces el Granada CF tuvo la pelota y comenzó a controlar también la posesión tras momentos de incertidumbre inicial, pero el muro del Alavés impedía poder atravesar la línea de tres cuartos con cierta naturalidad.

Los de Alcaraz lo intentaron todo, incluso dejaron comerse terreno a los blanquiazules aun a riesgo de que se produjera alguna llegada con peligro de los vitorianos, que sin embargo entraron desconectados al campo y ello evitó más problemas.

Así, en el minuto 25 Feddal estuvo a punto de marcarse en propia meta después de un magistral centro de Carcela al que no llegó Adrián Ramos pero sí el defensa visitante, cuyo cabezazo dio en el palo.

Hubo que esperar al minuto 38 de partido para que la lata se abriera a favor de los granadinistas. Entonces fue Wakaso el que enganchó un fuerte disparo en la frontal que se coló al segundo palo de Pacheco. Con el 1-0 solo era cuestión de seguir creciendo en el área rival, en la que se reclamó un posible penalti de Feddal tras un centro de Héctor.

Mismo ritmo

Tras el paso por vestuarios, la clave para que el Granada CF no se dejase caer en brazos de la desidia fue que el equipo rojiblanco mantuvo la intensidad, pese a que el Alavés ya apuntaba a que no sería el mismo de la primera parte.

Sin embargo, los momentos de incertidumbre los aprovecharon los de Alcaraz para anotar el segundo tanto, a los nueve minutos del paso por la caseta. Fue en la salida de un córner, al aprovechar Isaac Cuenca un balón muerto en la corona del área y golpearla con la fuerza de quien quiere agarrarse a la categoría. Y vaya que si lo hizo, con el 2-0 los tres puntos estaban casi metidos en la buchaca.

Sin embargo la alegría por el segundo tanto duraría más bien poco, pues Camarasa logró recortar distancias a los cuatro minutos tras un centro de Óscar Romero. Ochoa detuvo en primera instancia, pero el rechace recayó en el media punta vitoriano y el 2-1 puso más emoción a los últimos 30 minutos.

Solo cinco después del primer tanto de los blanquiazules Adrián Ramos estrelló en el larguero un balón de tiro cruzado dentro del área, al que no pudo llegar el meta Pacheco.

Se complicaron las cosas con la lesión de Hongla, lo que hizo entrar a Vezo, y Alcaraz hizo entrar a Foulquier para una banda y a Aly Mallé por otra para que Héctor Hernández descansara algo.

Los últimos minutos fueron de clara presión del Alavés, que incluso pudo hacer el 2-2 de no ser por un tanto legal anulado a Camarasa, justo en la línea de remate del fuera de juego. Antes del galimatías en el que se convertiría el partido llegó una más de Ibai, que a cuatro del final envió un balón al palo izquierdo de Ochoa.

Iglesias Villanueva dio cinco minutos de prolongación pero en ellos apenas se jugó. Se produjeron varios encontronazos del colegiado con jugadores alavesistas que se saldaron con sendas cartulinas rojas a Alexis y Katai, amarillas a varios rojiblancos e incluso alguna falta fea como la de Wakaso, que pudo haber acabado con el centrocampista también expulsado.

El Granada CF ya tiene la cabeza fuera del agua, solo le falta dar más empujones para seguir soñando con la permanencia. Al menos ya no existe la complicación de hacerlo sin poder respirar. La soga ya no está en el cuello de un equipo al que todos daban por muerto hace mes y medio.

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